02 | Términos y condiciones.

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Akira pov's.


Me contradije completamente, si hubiera una posibilidad en el cual, pudiera entrar a la escuela e ir hacia el lugar en donde esconden los dedos de Sukuna sería todo más fácil para mí. Al estar trabajando en poco tiempo para esos viejos podrían darme una pequeña confianza y así podría cambiar el rumbo de todo.

Tendría accesibilidad no solo a los dedos de Sukuna sino también a otros objetos malditos que me serían de ayuda cuando pudiera liberar a Sukuna y así acabaríamos con todos los malditos hechiceros de una vez por todas.

Por ahora tendría que mostrar una personalidad amable y fingir todo el tiempo que sea necesario ser buena persona para poder colarme hacia los altos mandos o donde tengan las cosas ocultas. No obstante, también tenía que cumplir sus dichosas misiones sobre exorcizar a otras maldiciones aunque en ese sentido no tenía problemas ya que bueno, eso siempre hacía.

—Considero tu oferta de volverme una hechicera — dije mientras me dejaba caer por el barandal, mi cabello se dejó caer y miraba al gran Satoru de pie algo lejos de mi.

Estaba de cabeza y veía todo al revés, antes de que Satoru estuviera cerca de mi me deje caer hacia el suelo quedando frente a él, ni siquiera me inmute para atacar ya que debía estar lo más cuerda posible para no cometer ni un error y mucho menos dar a luz el plan que tenía en mente.

Si quería cumplir mi objetivo de buscar y extraer todos los dedos de Sukuna que aquella escuela tenía bajo su posesión, primero debía ser lo más amable posible y no querer matar a mi objetivo principal desde que lo estuve observando años atrás. Sería una tarea fácil para mí, me gustaba fingir ser alguien que no era y más sí es para mí propio beneficio.

—¿Por qué el cambio tan repentino? — indagó —. Hace unos minutos atrás me querías matar y cuando te lo propuse me respondiste que era una sugerencia ridícula para ti — aclaró, sonreí inocente y me atreví a poner uno de mis brazos en su hombro lo cual pude hacerlo sorprendiéndome un poco.

Disimulé el asombro que tenía al poder tocarlo, ahora mismo quería matarlo aprovechando que lo tenía de cerca y que no tenía activa su técnica ritual del infinito.

—Me llama mucho la atención ser una hechicera de categoría especial, ser alabada por los demás me hace sentir imponente además de eso, estoy demasiado aburrida haciendo nada en un lugar tan desolado — respondí.

—Si quieres ser una hechicera tendrás que someterte a nuestras reglas, Ryomen Akira — su tono era autoritario, por alguna razón mi cuerpo se puso rígido y un escalofríos viajo por toda mis espalda al escuchar su voz ronca.

Me separé de él y me alejé un poco dándole la espalda, todas las posibilidades eran altas para mí. No había nada ni nadie que pudiera vencerme a excepción del chamán poderoso que tenía detrás así que cuando regrese a Sukuna de vuelta me preocuparé después. Sin duda no podía dejar pasar esta increíble oportunidad permitiendo que mi persona pudiera entrar a la escuela y pasear por todos los pasillos existentes.

Era un gran trampolín que me impulsaria a la cima.

—Acepto términos y condiciones — di por último.

De todas las oportunidades, esta sería la cosa más estúpida y riesgosa que en la actualidad he hecho, volverme una hechicera y trabajar para los viejos era algo que veía ridículo para los que estaban dentro de la escuela de hechicera pero cambié mi mentalidad al ver que podía haber una gran posibilidad de regresar a Sukuna con solo el chasquear mis dedos.

Me llevaría tiempo, demasiado tiempo para poder hacer que aquellas personas me tuvieran confianza pero eso lo veía de una forma igual de la que no me importaba, lo único que tendría que hacer era cumplir con sus objetivos y trabajos que me demandarían para que por lo menos me tuvieran en cuenta.

Danger. ‹ Satoru Gojo ›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora