El sol brillaba intensamente a través de las ventanas, iluminando el pequeño apartamento de Angel. A pesar de que el día afuera era hermoso, Angel no podía evitar sentir que todo se estaba desmoronando. Su teléfono estaba en su mano, y estaba en medio de una llamada, intentando justificar su ausencia en el trabajo.
Angel: Sí, lo siento mucho... Me siento bastante mal. No creo que pueda ir hoy... -decía con un tono de voz cansado y un tanto nervioso, mientras intentaba convencer a su jefe del por qué no había asistido.
Su jefe, después de unos momentos de silencio, respondió con un tono algo resignado.
Jefe: Bueno, si estás tan mal, puedes hacer las pruebas desde casa. Pero, ya sabes, eso significa que no recibirás el sueldo de hoy, entiendes, incluso si llevas el justificante médico.
Angel: Entiendo, Gracias... -respondió Angel, suspirando con alivio cuando finalmente colgó.
Soltó el aire que había estado conteniendo y dejó el teléfono sobre la mesa, frotándose las sienes con una mezcla de frustración y desconcierto. Todo lo que quería era un día normal, pero lo que había sucedido la noche anterior era cualquier cosa menos normal.
En la misma mesa, frente a él, estaba sentada la chica dragón, mirándolo con una curiosidad infantil. Su mirada intensa y su actitud relajada contrastaban fuertemente con la confusión que dominaba la mente de Angel.
-Esto debe ser una broma...
pensó Angel. Quizás Takiya me dio algo en el zumo anoche y ahora estoy teniendo una alucinación... Pero si es así, no se lo perdonaré. Sin embargo, esa teoría tampoco tenía sentido.
Sin más opciones y con la cabeza todavía dándole vueltas, Angel decidió hacer lo más lógico en esa situación absurda: hablar con la chica.
Angel: Emm bueno... ¿Quién eres? -preguntó, intentando mantener la calma mientras se sentaba frente a ella y se ponía una bolsa de hielo en la cabeza para aliviar el dolor del golpe que había sufrido.
La chica dragón, todavía con su suéter puesto, lo miró con una sonrisa amigable, como si nada de esto fuera fuera de lo común.
Tohru: ¡Soy Tohru! -respondió con entusiasmo-. Y tú me salvaste la vida anoche. ¿No lo recuerdas?
Angel frunció el ceño, intentando recordar los eventos de la noche anterior. Todo estaba borroso, como si estuviera envuelto en una neblina, y cada vez que intentaba concentrarse en un detalle, se desvanecía.
Angel: Lo siento, pero... no recuerdo mucho de lo que pasó anoche. Todo es... confuso.
Tohru lo miró con comprensión, aunque no parecía menos emocionada.
Tohru: Eso es porque fue un momento muy especial. Estabas tan valiente cuando me sacaste esa espada... y luego, cuando me desmayé, tú me salvaste de nuevo.
Angel no podía creer lo que estaba oyendo. *¿
Espada? ¿Héroe?, Las palabras resonaban en su cabeza, pero no tenían sentido para él. Era como si estuviera atrapado en una historia que no pertenecía a su vida cotidiana.Angel: ¿Espada...?-repitió en voz baja, intentando juntar las piezas.
Tohru asintió con entusiasmo, claramente feliz de estar recordando lo que, para ella, debía ser un gran momento. Pero para Angel, era solo un cúmulo de confusión.
Mientras Angel se frotaba la sien, un destello de la noche anterior volvió a su mente: una espada grande y detallada que había sacado de una piedra, y luego la caída, tras la cual vio al dragón que se había derrumbado cerca de él. ¿Era realmente Tohru... esa chica ser la criatura que había visto? Las lagunas mentales no le permitían recordar todo con claridad, pero una cosa estaba clara: había algo que no encajaba en la versión que Tohru le estaba contando.
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𝑂𝑟𝑑𝑖𝑛𝑎𝑟𝑦 𝐿𝑖𝑓𝑒. [𝑫𝒓𝒂𝒈𝒐́𝒏 𝒎𝒂𝒊𝒅 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄]
FanfictionAngel o también nombrado como Tenshi, es un joven programador atrapado en la monotonía de su vida diaria, trabajando en una empresa donde sus únicas conexiones son sus compañeros Kobayashi y Takiya. Su rutina es predecible y su vida personal es prác...