11- Que estás haciendo?

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A veces... sin entender exactamente por qué, Angel sentía que todo lo que hacía no era suficiente. Era una sensación que lo invadía cuando menos lo esperaba, como si una sombra se arrastrara sobre él en los momentos más tranquilos. Podía estar sentado en su escritorio, trabajando, o incluso haciendo algo tan cotidiano como preparar una taza de café, y de repente, la pregunta surgía en su mente, implacable y sin aviso.

"¿Qué estás haciendo?"

Era una pregunta que parecía inofensiva, pero que en su caso se cargaba de significado. ¿Qué estaba haciendo realmente?, ¿Estaba viviendo según sus propias expectativas o las de los demás? ¿Estaba alcanzando lo que se suponía debía alcanzar? La respuesta nunca era clara, y eso lo llenaba de una angustia sutil pero constante.

Angel a menudo se encontraba abrumado, no solo por las responsabilidades que cargaba, sino por las expectativas que sentía que los demás tenían de él. Sentía que debía cumplir con su papel de protector, de trabajador eficiente, de alguien que siempre tenía la respuesta correcta. Pero en su interior, había una sensación de vacío, una sensación de que no estaba cumpliendo realmente con nada.

No importaba cuánto se esforzara, siempre sentía que las cosas que hacía no llegaban al nivel que se esperaba de él. **Y entonces, volvía esa pregunta**. ¿Qué estás haciendo? No tenía respuesta para ella. Y eso lo hacía sentir que se estaba hundiendo poco a poco en una presión que no podía controlar, una presión que no venía de afuera, sino de sí mismo.

Su mente comenzaba a vagar, a veces sin rumbo. Pensamientos estúpidos e incoherentes surgían, ideas que, si las analizaba con calma, no tenían ningún sentido. Pero en esos momentos de debilidad, esas ideas parecían ofrecer una salida, una forma de liberarse de la presión. Sin embargo, Angel sabía, en lo más profundo, que seguir esos caminos no lo llevaría a ningún lugar. Eran espejismos, ilusiones que lo harían más daño que bien.

Pero aún así, los pensamientos persistían. ¿Por qué se sentía así? ¿Por qué, a pesar de todo lo que había logrado, seguía sintiendo que no era suficiente? Había cumplido con su trabajo, se había hecho cargo de Kanna, había logrado que las cosas en casa funcionaran, y aun así, esa sensación de insuficiencia lo devoraba.

Era como si estuviera atrapado en un ciclo, donde el esfuerzo nunca era recompensado, donde las expectativas siempre estaban más allá de su alcance. Y eso lo agotaba, lo desgastaba hasta el punto de que, a veces, no sabía cómo seguir adelante. No sabía cómo lidiar con todo esto.

Angel había aprendido a usar una máscara. La llevaba consigo todos los días, en el trabajo, en casa, con Tohru, con Kanna. Esa máscara le permitía mantener la compostura, a pesar de que por dentro sentía que se desmoronaba. Era más fácil fingir que todo estaba bien, que admitir que no tenía idea de cómo manejar su propia vida.

Pero, ¿hasta cuándo podría seguir así? Esa era la pregunta que lo atormentaba en los momentos de silencio, cuando no había nada que lo distrajera de sus propios pensamientos. ¿Hasta cuándo podría seguir fingiendo que todo estaba bajo control, cuando en realidad sentía que su vida se deslizaba lentamente fuera de su alcance?

Angel suspiró profundamente. Sabía que este tipo de pensamientos no lo llevarían a ningún lado. Sabía que solo se estaba haciendo más daño del necesario. Pero, aun así, no podía detenerlos. ¿Qué estaba haciendo?, Era una pregunta que se repetía una y otra vez en su mente, y por mucho que intentara ignorarla, siempre volvía, más fuerte que antes.

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⏰ Última actualización: Sep 08 ⏰

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𝑂𝑟𝑑𝑖𝑛𝑎𝑟𝑦 𝐿𝑖𝑓𝑒.     [𝑫𝒓𝒂𝒈𝒐́𝒏 𝒎𝒂𝒊𝒅 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora