5- Bajo precion...

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El tiempo pasaba y, poco a poco, Angel y Tohru comenzaban a entenderse mejor. La vida con Tohru traía consigo un sinfín de enseñanzas, no solo para ella, sino también para Angel. A medida que Tohru aprendía sobre las reglas y costumbres del mundo humano, Angel descubría más sobre el mundo del que provenía Tohru, un lugar dividido en dos facciones opuestas donde los dragones pertenecían a diferentes bandos. Según Tohru, en su mundo, incluso los humanos eran poderosos, capaces de enfrentarse a dragones, aunque eso no se aplicaba en su mundo actual, donde los humanos a duras penas podían lidiar con las exigencias diarias, como soportar a un jefe autoritario.

Una mañana, Angel se encontraba en la oficina, sumido en su trabajo mientras, como de costumbre, era presionado por su jefe. Las órdenes llovían sobre él de manera incesante, y la presión se acumulaba bajo la atenta mirada de sus compañeros. Aunque esta situación era habitual para Angel, no dejaba de ser frustrante.

Kobayashi, al observar la conducta injusta de su jefe, se sentía indignada. Odiaba ver cómo Angel era el único que soportaba la carga, mientras los demás trabajaban en relativa paz. Había ocasiones en que quería intervenir, enfrentarse al jefe por su comportamiento abusivo, pero siempre era Angel quien lograba desviar toda la presión hacia él, asegurándose de que, al menos, sus compañeros pudieran trabajar sin ser molestados.

Kobayashi: No deberías permitir que te trate así, Tenshi. -le decía Kobayashi en más de una ocasión, claramente molesta por la situación.

Angel, con un gesto cansado, simplemente le restaba importancia.

Angel: Alguien tiene que hacerlo. Si se centra en mí, los demás pueden trabajar en paz.

Sin embargo, esta actitud solo lograba frustrar más a Kobayashi. Para ella, esto no era más que un abuso de poder, y no podía entender por qué Angel lo soportaba sin luchar. Aunque sus intenciones eran buenas, cada vez que intentaba hacerle ver a Angel lo injusto de la situación, terminaba regañándolo sin darse cuenta.

Angel, que ya estaba lidiando con la presión de su jefe, comenzaba a sentirse cada vez más frustrado. No solo tenía que soportar las constantes demandas en el trabajo, sino que también se sentía acorralado por los intentos de Kobayashi de defenderlo, algo que, aunque bien intencionado, lo hacía sentir más agobiado.

Un día, la tensión alcanzó su punto máximo. Después de otro regaño de Kobayashi, Angel, sin poder contenerse más, se enojó.

Angel: ¡Déjalo Ya Kobayashi!, ¡No necesito que me regañes tu también!

El tono de su voz era más fuerte de lo habitual, y en sus ojos se podía ver el cansancio acumulado de tantos días de presión. No quería enfadarse con ella, pero la presión lo había consumido por completo, y no supo cómo abordarlo de otra manera.

Kobayashi se quedó en silencio, sorprendida por la reacción de Angel. Aunque sabía que solo estaba tratando de ayudar, no pudo evitar sentirse un poco herida por su respuesta. Antes de que la situación pudiera empeorar, Takiya intervino, tratando de calmar las aguas.

Takiya: Quizás sea mejor hablar de esto en otro momento... Todos estamos un poco tensos.

Kobayashi, reconociendo la sabiduría en las palabras de Takiya, asintió, aunque no pudo evitar sentirse apenada por la situación. Sabía que Angel estaba bajo mucha presión, y aunque quería ayudar, entendía que quizás su enfoque no había sido el correcto.

La jornada continuó, pero el ambiente quedó cargado de una incomodidad silenciosa. Angel, por su parte, sentía una mezcla de culpa y cansancio. Sabía que necesitaba encontrar una manera de manejar mejor la presión, pero en ese momento, todo parecía demasiado.

𝑂𝑟𝑑𝑖𝑛𝑎𝑟𝑦 𝐿𝑖𝑓𝑒.     [𝑫𝒓𝒂𝒈𝒐́𝒏 𝒎𝒂𝒊𝒅 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora