04- Otro dia

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El día a día con Tohru era una mezcla de lo inusual con lo cotidiano, algo que Angel jamás habría imaginado experimentar. Cada mañana comenzaba con un desafío nuevo y a menudo inesperado. Aunque había decidido aceptar la presencia de Tohru en su vida, no podía negar que la adaptación estaba siendo... interesante, por decir lo menos.

Angel se esforzaba por enseñarle a Tohru las sutilezas de la vida humana, desde las tareas básicas del hogar hasta las normas sociales. Sin embargo, no todo era tan simple. Algunas situaciones, especialmente aquellas cargadas de tensión, ponían a prueba la paciencia y autocontrol de Angel. Como joven hombre, no era ajeno a ciertos impulsos, pero se esforzaba por mantener el respeto y la decencia ante todo.

Tohru, por su parte, parecía tener su propio concepto de lo que significaba ser una *maid*, influenciada en parte por las enseñanzas no tan ortodoxas de Takiya.

Takiya: ¡Una maid debe satisfacer a su amo en todo, Tenshi! Es su deber... ya sabes, incluso en ese sentido.

Tohru: Oh!

Angel, intentando mantenerse tranquilo, le respondió con seriedad, era obvio que se le suele ir la alergia a Takiya cuando suele salir a tomar, y bastante.

Angel: No le hagas caso, Hay otras formas de satisfacer a alguien, Takiya, y no todas tienen que ver con el ámbito sexual. Prefiero que Tohru me respete como yo la respeto a ella.

A pesar de que Takiya parecía no estar del todo convencido, Angel mantuvo su postura. Sin embargo, no podía evitar sentirse un poco incómodo cada vez que Tohru, con su entusiasmo desbordante, cruzaba ciertas líneas. Era evidente que para ella, demostrar su afecto de manera tan abierta era algo natural, mientras que para Angel, acostumbrado a la soledad y la distancia emocional, era un territorio completamente nuevo.

Los días pasaban, y aunque curiosos, tenían una chispa especial. Angel se encontraba disfrutando de la compañía de Tohru más de lo que esperaba. Incluso en los momentos más mundanos, como cuando cocinaban juntos, había un sentido de camaradería que comenzaba a florecer entre ellos.

Un día, mientras Angel estaba en la cocina, notó algo que lo dejó atónito. Tohru, una vez más, estaba cocinando su propia cola. La escena, que en otro momento habría sido perturbadora, ya se estaba convirtiendo en parte de la rutina diaria. Aún así, Angel no pudo evitar preguntarle algo que siempre le rondaba la mente.

Angel: Tohru, ¿no te duele cuando haces eso? Cocinar tu propia cola, quiero decir...

Tohru, con una sonrisa cálida, respondió con total sinceridad.

Tohru: Aunque doliera, lo haría feliz. Es un gran acto de amor, Angel. Para mí, eso es lo más importante cada día.

Angel, que aún no terminaba de procesar este tipo de declaraciones, sintió cómo una ligera incomodidad se mezclaba con un poco de gratitud. Pocas veces en su vida había experimentado que alguien hablara así hacia él, y no estaba seguro de cómo responder.

En lugar de tratar de encontrar las palabras correctas, Angel decidió seguir con lo que mejor sabía hacer...

-Ser práctico.

Angel: Bueno... valoro tu esfuerzo, Tohru. Pero déjame ayudarte a cocinarlo. Todavía no has encontrado el punto exacto en el que la carne está lo suficientemente cocida como para que pueda digerirla sin pasar una hora en el baño...

Tohru asintió, contenta de poder compartir ese momento con Angel. Mientras ambos trabajaban en la cocina, había una comodidad en la simplicidad de la tarea, un pequeño respiro en la extraña pero acogedora vida que habían comenzado a construir juntos.

𝑂𝑟𝑑𝑖𝑛𝑎𝑟𝑦 𝐿𝑖𝑓𝑒.     [𝑫𝒓𝒂𝒈𝒐́𝒏 𝒎𝒂𝒊𝒅 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora