La futura inquilina

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Llegamos a la estación de autobuses a las 10:30 de la mañana. Mi prima llegaría en el bus de las 11.
Mi madre, como está tan loca, había hecho una pancarta gigante que ponía: "Martha Lawrence bienvenida", las letras eran redondas y de color verde esperanza. La pancarta estaba decorada con corazones de colores-muy propio de mi madre-y flores. Parecía más bien, una pancarta para alguna famosa cantante. Eso que llevas a cualquier concierto de nicki minaj
-Mamá, la prima ya lleva suficiente ropa para quedarse con nosotros?-le dije cuando caí en la cuenta que una maleta no hubiera sido suficiente para meter todo para un año.
-Sara mandará su ropa una vez llegue a Barcelona.
La estación de autobuses estaba llena de gente, estaba abarrotado de arriba para abajo, encima hacía un calor horrible y húmedo. Barcelona tenía eso.
Ian, como no había desayunado nada en casa, papá le había comprado un bocadillo en uno de los bares de la estación. Se le veía feliz, quería un poco de emoción en casa, ya que siempre éramos los mismos y para él era algo completamente nuevo. El cambio de casa fue la primera para él y ahora venía la segunda.
-Parece que se atrasa un poco, no entiendo por qué ponen una hora si luego llegan a otra.-Dijo mama impaciente.
-Mira es ese-dijo papá-el número 14, el que te dijo tu tía.
En el bus había mucha gente distinta, mi prima bajaba detrás de una señora con un gato que al parecer mucho calor no tenía. Llevaba un chal verde que le quedaba horrendo.
Mi prima en cambio, bajaba glamurosa. Ella tenía el pelo negro como la noche y los ojos muy claros, era un poco más alta que yo pero tampoco demasiado. Llevaba una camiseta de tirantes con un búho dibujado y unos pantalones por encima de la cintura de color verde oscuro, llevaba unas sandalias de color blanco con brilli dorado muy bonitas, y tenían un poco de tacón.
Mamá le fue a dar un achuchón y le dijo que estaba muy guapa y que la veía cambiada.
Después mi prima me vino abrazar.
-Leia!-gritó con voz aguda, como de niña pequeña.
-Martha!-grité yo, emocionada.
Ella me sonreía como si no me hubiera visto en años, era muy simpática, siempre lo había sido.
-Como ha ido el viaje?-preguntó mi padre dándole dos besos-se te ha hecho pesado?
-Que va, ha sido todo muy rápido. Además tenía una chica al lado que me ha estado explicando su vida y que se iba a casar, y también como se habían conocido y ha hecho que se acorte el viaje.
-menuda maruja- dijo papá por lo bajini de broma, sacaba su sonrisa pícara de cuando provocaba a alguien.
Mi prima se rió y acto seguido cogimos las maletas para llevarlas al coche. Ibamos muy contentos ayudando a mi prima a montar todo lo que se había traído a Barcelona, creíamos que mi tía podría haber quedado deshauciada de muebles... Mi prima llevaba peso de habérselos llevado perfectamente.
En el trayecto a casa Martha nos contó como había pasado los dos años en Andorra y que en vacaciones se le hacía muy aburrido, que tuvo suerte de encontrar a Carlos porque gracias a él le ha vuelto a dar vida un poco.
Que tenía muchas amigas conflictivas en su colegio y que a veces llegaba a casa con la policía porque se había peleado con ellas.
Que por suerte todo eso se había acabado. Siempre ha sido muy influenciable, es lo malo que tenía. Por eso a veces chocábamos.

Mi cuarto le pareció acogedor y me dijo que pensaba que tenía muy buen gusto para la decoración.
Puso sus maletas debajo de mi cama y nos sentamos las dos a hablar.
- Según mi madre, compartiremos cuarto hasta que arreglen el otro. No creo que tarden más de un mes.
-Justo cuando acaban las vacaciones. Es perfecto- Me dijo Martha con una mirada perversa.-Aunque yo algunos días dormiré con Carlos.
-Tu y Carlos ya lo habéis...
-hecho?-Me dijo mi prima como si fuera lo más natural del mundo. En realidad lo era. Pero yo aunque perdí la virginidad con Alex cuando lo hacia con él, el sexo me atemorizaba porque siempre me hacía daño. Nunca llegaba a sentir placer.
-Sí-Afirmé- siento el atrevimiento pero es que estas cosas siempre me llaman la curiosidad.
-Nunca pudiste disfrutar del sexo con Alex?
-mm... No.-Respondí, había sido una pillada máxima.-como lo has sabido?
-Solo una persona que no ha disfrutado del sexo podría decir eso.-dijo Martha- no te ofendas, es porque ya deberías haber satisfecho tu curiosidad.
Le expliqué lo que me pasó con Alex y ella alucinó. Para Martha el sexo y todo lo demás en la relación siempre había sido genial con Carlos, siempre había pensado que mi prima nació con una flor en el trasero.
Me explicó hasta el más mínimo detalle como fue su primera vez. Le llevó a un hotel por su cuarto mes y me explico como él tuvo el atrevimiento de quitarle la ropa.
Cuando estaba en el punto más interesante picó mi madre para que fueramos a cenar. La maldije, quería que mi prima acabará de contarme como fue. Quería saber lo que me había perdido tanto tiempo con Alex.
-El pulpo a la gallega está buenísimo pero frío no.-Dijo ella con tono de burla.
Esa noche cenamos y nos acostamos pronto, no acabo de explicarme su historia con él, estabamos demasiado cansadas. Había  sido un día lleno de emociones.

Yo? Sin ataduras!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora