Aquella mañana no sería diferente a otras mañanas. Mi madre preparaba tortitas mientras mi padre ponía la mesa para el desayuno. Mi hermano les acompañaba haciendo deberes en la cocina con cara de sobado.
-Buenos días dormilonas.-Dijo mi padre sonriente y con un montón de platos en la mano.
Aquella noche había dormido muy poco, paula y yo estuvimos hablando hasta altas horas de la noche. Quería que no se sintiera tan mal, y darle mi apoyo. Vivir con tus hermanos a veces es complicado. Yo soy la mayor y quizá no la entiendo tanto a ella, pero debe ser difícil ver a tu hermano como otra autoridad además de tus padres, debía tener empatía también con Ian, él se sentiría igual.
Yo creo que los mayores lo hacemos lo mejor que podemos y también deberían ponerse en nuestra piel.
Paula cogió una tortita y se echó mucha mermelada encima, yo prefería beberme un vaso de leche y comerme una ensaimada.
Mi prima llegaría en nada, había pasado la noche en casa de Carlos y siempre venía a la hora de desayunar, se notaba que le gustaban los desayunos continentales de mis padres.
Cuando terminamos de desayunar, fui a ducharme y a vestirme. Y fue entonces cuando mi prima llegó, pero no sola.
-¡Erin! ¿Cómo tu por aquí?-Dijo mamá sorprendida.
-No quería perderme esas rosquillas que siempre haces, Anne.
Realmente me sorprendía mucho y sabía que no era por eso, solo venía a desayunar cuando dormía en mi casa y porque mis padres insistían, algo pasaba.
Erin llevaba los ojos llorosos y ojeras, de no haber pasado una buena noche, también notaba algo de tristeza en su voz.
Ellas desayunaron tranquilamente, mientras Paula y yo bajábamos la basura. En todo el trayecto, no podíamos dejar de preguntarnos que pasaba para que Erin estuviera así. Ella no era de llorar... No lloró ni cuando se enteró que los reyes eran los padres, ni cuando su ex novio la dejo por su hermana, ni cuando nos peleábamos,... Ni, incluso, cuando vimos la película de bajo la misma estrella. No era muy sensible y eso no era malo, yo pensaba que era digna de admirar porque la veía muy fuerte y siempre sabía solucionar las cosas sin desmoronararse.
En cuanto acabaron, las cogí por el brazo a las dos, a mi prima y a ella. Vale que ellas congeniaran y se llevaran bien, pero Erin era mi mejor amiga también. Y me preocupaba mucho sabiendo lo que ya sabía sobre ella.
-¿Qué está pasando?-Pregunté seriamente. Paula se tuvo que ir, su madre la buscaba para hacer unas cosas.
-Nada... Ha sido una noche rara.
-Erin, joder, somos amigas desde hace tiempo. Necesito saberlo.
Mi prima, se dio cuenta de que allí no pintaba nada, así que puso una escusa de ayudar a mi padre a no sé que, y se fue hacia la cocina.
-Ahora estamos solas, cuéntamelo, porfavor.-Le dije insistente. Cerré la puerta y nos pusimos cómodas.
Ella me contó que llevaba unos días tonteando con el hermano de Carlos y que ayer se liaron. Pero él, es un chico que no le interesan las relaciones y pues dijo que no quería nada con ella. Que la había dejado ilusionada. Tenía la esperanza de que él fuera el hombre de su vida porque todo parecía especial... Pero no era así.
-Ese tio es una carroñero, olvídate. No vale la pena.
Ella me decía que no podía porque era un tío muy atractivo, le llamaba mucho la atención. Además era un hombre muy sexy y sabía como conquistar. Gracioso y simpático. Qué caía bien a todo el mundo.
Erin sólo había tenido una relación seria y le rompieron el corazón. Fue con un francés, hace no mucho tiempo. Duraron 3 años. Él la dejó tirada por su hermana.
Erin tiene una hermana 4 años mayor que ella. Eso le afectó mucho.
Erin me lo estaba pintando perfecto, aunque yo intuía que era lo que su corazón le mandaba que hiciera y porque todavía no había pasado a la fase de odio.
La contuve y le di un fuerte abrazo.
Hablé con mi prima para que esa tarde fuéramos de compras y despejar un poco la cabeza. A paula también se lo dije pero ella no podía porque aún estaba ayudando a su madre.Fuimos al Diagonal Mar, dimos vueltas y hablamos de lo nuevo de la temporada, lo que más se llevaba.
Tomamos un helado en haggen dutz y nos sentamos un rato en la terraza del centro. La verdad todo fue genial porque las tres hablábamos de todo lo que nos gustaba y coincidíamos en cosas. Y eso que pensaba que éramos muy distintas. Miré un par de tiendas más que me interesaban y llegó la hora de volver a casa y mi prima esta vez dormiría en la mía.
Al llegar, mis padres no estaban y eso me parecía raro. Mis padres normalmente estarían haciendo la cena mientras Ian veía alguno de sus capítulos de dragon ball.
Había una nota encima de la encimera de la cocina: "pequeña, tu madre y yo nos hemos ido dos noches a un hotel, le quería hacer una sorpresa por nuestro décimoctavo aniversario. Tenéis pescado en la nevera, coméroslo por mí porfa. Sabes que no me gusta y sino mamá... XD Bueno hija Un beso, portaros mal que os aburriréis."papa.
Mi prima y yo nos miramos y supimos que si Ian tampoco estaba en casa, era porque cuando se iban a algun sitio lo dejaban con una vecina de nuestro piso de antes que tiene un montón de animales y que es una bellísima mujer,mi madre se fiaba porque era amiga de la familia. Entonces, ahora sí, podíamos hacer una noche de chicas. Vimos la película de miedo, "la horca". No estuvo mal.
Y cuando ya estábamos apagando la tele para ir a dormir, le enviaron un whatsapp a mi prima.
-Cariño, podrías venirte a dormir esta noche conmigo... Mañana quiero darte una sorpresa y quiero que despiertes en casa preciosa.
-Está mi prima aquí amor😔.
-Que se venga, no hay problema, puede dormir con Irina.
Martha me miró, yo no estaba muy convencida pero acepté porque me sabía mal. Y tampoco quería quedarme sola en mi casa.
Me hice una coleta y me puse lo primero que vi, iba bastante fea. No muy arreglada.
Llegamos sobre las 12:30 a casa de Carlos. Me saludó y me dijo que me enseñaría dónde dormiría yo, que si necesitaba cualquier cosa que estarían al lado, después del baño que tenía al lado. Un baño gigante, hay que decirlo.
Escuché decir a mi prima:
-Te echaba de menos, cariño. No sabes como me apetecía dormir contigo y ver cuál es esa sorpresita tuya. ¿Están todos durmiendo?
-Sí, solo está la pequeña. Pero Noel vendrá tarde. Ese siempre está de fiesta en fiesta y tiro porque me toca. Llegará al amanecer.
A la mañana siguiente, los rayos del sol entraron por la ventana. Ahora podía ser más consciente de que no estaba en mi cama. Esta era mucho más inestable y dormía al lado de su hermana pequeña, que aún tenía los dos ojillos cerrados y estaba acurrucada durmiendo plácidamente y soñando.
No quise despertarla, creo que nadie estaba despierto. Todo estaba aún oscuro.
La casa era super grande y tenía dos plantas y un pequeño jardín.
Abajo se encontraba la cocina, el salón, el comedor y el baño. Arriba las habitaciones y el despacho. También otro baño inmenso que fue con el que me quedé flipada. Cuándo entré me di cuenta que nunca tendría un baño como ese. Era enorme. Tenía un tocador y un espejo muy grande. Yo estirada cabía dentro de la bañera.
Me lavé la cara y me despejé un poco, tenía sueño pero no demasiado. Lo que más tenía es hambre y es que mi prima y yo somos unas desastres cocinando y la noche anterior terminamos cenando pizza precocinada medio quemada.
Bajé a la cocina para ver si habría algo que pudiera distraer a mi tormentosa barriga y cuando fui a agacharme para abrir el armario, escuché la puerta de la entrada. Los nervios me fallaron y se me cayó el bote de colacao encima, menos mal que estaba cerrado si se me hubiera caído encima hubiera hecho un estropicio.También cayeron los cereales.
Hice un ruido tormentoso, y escuché una risa por lo bajini. Fue entonces cuando me giré. Un chico alto, fuerte, de pelo negro noche y ojos claros me miraba. Tenía una sonrisa pícara.
-Parece que tenemos ladrones en casa.-Dijo él. Tenía una voz masculina muy aterciopelada y sensual.
-Soy la prima de Martha, perdona, no quería invadir la cocina, pero tenía muchísima hambre.-Me sentía incómoda, me había puesto nerviosa en 0' y yo era siempre muy tranquila, había hecho un ridiculo espantoso.
-Ya... Me han hablado de ti, pero no sabía que esta noche te quedabas a dormir.
-Ha sido de improvisto.-Le dije yo seca, quería terminar la conversación cuanto antes, quería que me tragará la tierra.
Él asintió y sonrío de nuevo, se iba a retirar cuando se asomó.
-Emm. Hay magdalenas y pastas en la despensa, las galletas en el armario de la izquierda y la leche... Ya sabes. Me voy a dormir, la cama me espera y a veces se comporta como una novia celosa. Es broma.
-Gracias.
Me quedé pensando, que había pasado en un momento. Un chico había aparecido repentinamente en la cocina y me había hablado con total cercanía y vacileo, porque era algo arisco. No entendía nada.
Pero este debía ser Noel. El mismo que había hecho daño a mi mejor amiga. Menudo capullo.
Cuando ya me dirigía al cuarto de Irina, vi que la puerta contigua estaba abierta. Allí estaba, el desconocido que me había importunado en la cocina llamándome ladrona, durmiendo profundamente, y sin camiseta.
No pude dormir más de una hora porque ya casi todos estaban despiertos. Menos Noel, claro. Ese dormiría hasta tarde.
Carlos y Martha preparaban el desayuno juntos, Irina estaba sentada en el sofá del comedor, viendo la tele. Una serie de niños que se llamaba Tom y Jerry, consistía en un gato que perseguía a un ratón, y éste era lo bastante escurridizo para escaparse siempre de sus garras.
Desayuné unos cereales ricos en fibra, los mismos que tire ayer, que casualidad y que verguenza a la vez, tenía sentido del ridículo. Me senté al lado de mi prima. Vi que en la mano llevaba dos pases para el concierto de Leyn Yux que iban hacer aquí en bcn. Esa era la sorpresa. A mi prima le encantaba la cantante del grupo rock y siempre había querido ir pero nunca venían a Catalunya.
-Hoy hemos pensado que podríamos hacer algo todos juntos. Díselo a Paula, si quiere venirse.-Dijo Martha.
-¿Nos llevamos a la peque? Aquí no hará nada con Noel. Este dormirá todo el dia.-Dijo Carlos mirando a su hermana.
-¿Queréis que vayamos a la playa? Hace tiempo que no piso la arena y se lo podría decir a Ian que estará encantado de apuntarse.
Así hicimos, ellos vivían cerca de las torres Mafre, cerca de la playa. En una casa con piscina, aunque al parecer aún no estaba montada.
Entonces, algo invadió mi mente y me pregunté ¿cuánto tardaría hasta mi casa en patines? Hacía tiempo que no pensaba sobre mis queridas botas con ruedas, por eso me sorprendió preguntármelo. Siempre me ha encantado patinar en línea, es una de mis facetas. Papá, que fue quién me enseño dice que quizás pueda competir algún día como había visto a muchos hacer, porque yo valía para eso.
Me lo dijo cuando tenía 10 años, ahora ya hace tiempo que no los cojo. La tristeza me puede y sentía mucha nostalgia de cuando salíamos los 3, Ian no había nacido aún. Pero calculé la ruta que podría hacer de aquí hasta mi casa con patines, y no era mucho.Recojímos a mi hermano en casa de la vecina. Volví a ver mi casa, ya estaba toda apagada, ya no tenía vida, es como si hubiera muerto, solo quedaban los recuerdos. Todavía no había un nuevo inquilino que la comprara.
-Yupi! Por fin, a la playa. Que ganas tengo de tirarme al agua y chapotear con las algas y peces.-Dijo mi hermano ilusionado, mientras subía al coche de Carlos.La playa estaba repleta de gente, y eso que el día no estaba muy a su favor. Pero parecía que se aclaraba un poco.
Llamamos a Paula y a Erin, las dos vinieron con nosotros. Pero por separado. Ellas dos nunca se llevarían bien del todo y se que sí conservaban la amistad era por mí.
Yo me tumbé en la toalla, mientras Carlos, Martha y Ian estaban en el agua. Erin se ponía el bronceador y entonces Paula dijo:
-Leia, ¿tenéis pensado comer aquí?
-No, según Carlos comeremos en el restaurante de sus tíos a primera línea de playa.
Y así fue, Carlos nos llevó a un restaurante estilo cawboy a primera línea de playa cerca de lo que antes se llamaba baja beach y donde ahora se encontraban todas las discotecas.
Todo era alucinante en aquel restaurante porque la comida era tres veces más grande de lo esperada. Entonces recibí un whatsapp de papá de como estabamos y le envié una foto del sitio.
-Veo que lo estáis pasando mejor que nosotros. Jajaja un beso para ti, y otro para tu hermano. Os queremos.- puso papá.
Comimos hasta artarnos porque no teníamos que pagar. La carne asada que llegaba por último se derretía en la boca. ¿Queréis volver a la playa?-Dijo Martha, cansada y abanicándose con el menú de los postres.
Entonces se me iluminó una lucecita, les dije que podíamos limpiar la piscina de su casa y estar de relax.
Les pareció bien.
-Yo me iré para casa porque he quedado con unas amigas de Tarragona que han venido estos días.-dijo Erin acabándose una deliciosa tarta de queso.
Así que excepto Erin todos fuimos a casa de Carlos. Hable con la vecina del otro piso, Lucy, para avisarle de que me quedaba al niño y seguramente hasta mañana. Dormiríamos juntos en casa. Mi hermano quería estar conmigo, en la playa me seguía y me pedía que me metiera en el agua. Yo me metí, si. Fueron los 10 min más largos de mi vida por lo fría que estaba.
La tarde empezó cuando llegamos a casa del novio de mi prima, agradeció que le ayudaramos a llenar la piscina y limpiarla.
Seguro que ninguno de sus hermanos lo haría.
Los mayores vivían todos con pareja y tenían casa propia, pero venían a menudo. Sobretodo la mayor. Pero no veía a Noel limpiándola tampoco.
Cuando terminamos el duro trabajo de limpiarla y llenarla que nos llevo casi 1 hora no lo pensamos más y fuimos a disfrutar de ella. Estaba en el borde y me disponía a tirarme cuando...
ESTÁS LEYENDO
Yo? Sin ataduras!
RomanceHe de decir que la casualidad es algo que a la gente siempre le sorprende, aunque esta no es mas que la causa ignorada de un efecto desconocido. Mi casualidad surgió cuando cerré libro y paginas escritas, y alguien apareció para retomar mi historia...