amant scandaleux

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Saki abrió la puerta de su apartamento con un suspiro de cansancio. El día había sido agotador y la única cosa que deseaba en ese momento era poder relajarse en la tranquilidad de su hogar. Los colores cálidos y suaves del interior, en tonos de café y blanco crema, la recibieron con su habitual abrazo reconfortante. Los muebles, simples pero cómodos, y los pequeños detalles que había ido acumulando con el tiempo, como los ovillos de lana esparcidos por el suelo, le daban una sensación de pertenencia y calma. Era su santuario personal, un lugar donde podía dejar caer las barreras que mantenía erguidas en el mundo exterior.

Al cruzar la puerta, sus ojos se dirigieron de inmediato hacia el sofá, donde, para su escasa sorpresa, Dabi estaba sentado, esperando pacientemente como si fuera lo más natural del mundo estar ahí. Su figura alta y esbelta parecía perfectamente a gusto en ese espacio, su postura relajada y la expresión en su rostro denotaban la familiaridad con la que había hecho de este lugar un segundo hogar, aunque su presencia siempre fuera inesperada.

—Llegas tarde —comentó Dabi sin girarse para mirarla, pero con una ligera sonrisa en los labios, como si encontrara divertida su puntualidad, o la falta de ella.

—El trabajo... —murmuró Saki mientras cerraba la puerta tras ella. No era la primera vez que se lo encontraba en su casa sin previo aviso, y estaba segura de que no sería la última. Sus visitas eran algo que había llegado a aceptar, aunque sabía que este tipo de comportamientos solo subrayaban la compleja relación que compartían. Se dirigió a la cocina, donde comenzó a preparar té de manera automática. Era un ritual que había desarrollado cada vez que él aparecía, una manera de ofrecer algo de hospitalidad, aunque él rara vez aceptaba más que su compañía.

Dabi la observó desde el sofá, sus ojos azules como el hielo fijándose en cada uno de sus movimientos. Su expresión era difícil de leer, como siempre, una mezcla de indiferencia y algo más profundo, algo que él rara vez dejaba ver. Para cualquier otra persona, Dabi era una figura peligrosa, alguien a quien había que temer o evitar. Pero con Saki, había una historia, un pasado que ambos compartían y que, de alguna manera, seguía entrelazándolos.

—¿Mucho trabajo hoy? —preguntó, rompiendo el silencio con una voz suave que contrastaba con su reputación.

—Demasiado —respondió ella, sin apartar la vista de la tetera. Los pensamientos sobre el día largo e intenso en la oficina la invadían, pero no quería descargar esa carga sobre Dabi. Aun así, sentía que no podía evitar compartirlo, al menos en parte. — Hawks sigue añadiendo tareas a última hora, y parece que siempre hay algo más que hacer. Aizawa también me ha pedido que entrene a algunos estudiantes, así que... ha sido un día largo.

Dabi frunció el ceño ligeramente al escuchar esos nombres, pero no dijo nada al respecto. En cambio, se levantó del sofá y caminó hacia ella con pasos tranquilos, como si tuviera todo el tiempo del mundo. Se acercó a la mesa de la cocina y tomó una de las tazas que ella había preparado, dándole un sorbo mientras sus ojos permanecían fijos en ella.

—No debería sorprenderme que ese pajarraco te esté explotando. —murmuró con un tono que llevaba una mezcla de desaprobación y algo más. — Siempre parece que tienes que trabajar el doble de duro que cualquiera para que te valoren.

Saki dejó escapar una risa suave, pero sus ojos reflejaban el cansancio que sentía. — Es parte del trabajo. Y además, no es tan malo. Me mantiene ocupada.

Dabi no respondió de inmediato. En su lugar, dejó la taza de té sobre la mesa y se acercó a ella, colocándose detrás y rodeándola con sus brazos en un gesto inesperadamente protector. Saki, por un momento, se tensó por la sorpresa, pero pronto se relajó en el abrazo, dejando que el calor de su cuerpo le proporcionara un alivio que no sabía que necesitaba. Dabi la guió suavemente hacia el sofá y, sin decir una palabra, la sentó en su regazo, acomodándola como si fuera lo más natural del mundo.

ONE OF THE GIRLS |BNHA X OC|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora