Cambios Inesperados

1. Lucy Heartfilia

-De ninguna manera Natsu- Crucé mis brazos sobre mi pecho- No volveré a una misión de clase S. Al menos no aún.

El rascó su nuca y sonrió. Happy volaba de un lado a otro. Natsu Tomó mi muñeca y me arrastró hasta la puerta.

-Pero una de las recompensas es una llave de un espíritu celestial... ¿Segura de que no quieres venir?

Me solté de su agarre. Arrugué la nariz antes de voltear y volver a cruzar mis brazos. La recompensa sonaba bien, pero no podía permitirme más problemas. Era posible que nos echaran del gremio después de todo lo que causamos. El maestro se enojaría con nosotros, no nos permitirían trabajar por un tiempo y mandarían a Erza y Gray a buscarnos... Si no es que no nos acompañan.

Giré la cabeza para encontrarme con Natsu y Gray peleando, Happy quejándose detrás. Erza negó con la cabeza antes de apartarlos. Levanté el papel con el trabajo del piso. Seguramente Natsu lo dejó caer. Estaba por dejarlo sobre la mesa cuando algo llamó mi atención. Leí su contenido, examinado cada posible manera de salir sin problemas. Natsu tomó a Happy y corrió fuera mientras yo arrugaba el papel. Me senté junto a Levy. Mira pasó, sonrió y colocó un vaso para cada una. Mi vista viajó hasta su contenido, tenía un tono rosa. Levy agradeció pero yo quedé en silencio.

-¿Qué pasa Lucy? No pareces muy alegre.

-Natsu quiere ir en una misión de clase S otra vez.

-¿Y cuál es el problema?

-La última vez causamos un desastre- Suspiré.

Ella mostró sus dientes en una amplia sonrisa.

-Pensé que eran un equipo. Si se meten en problemas, tienen alguien que los cuide. Además... Nadie más sabe que tomaron el trabajo, verdad?

-Creo que tienes razón- Comenté después de un rato- Gracias Levy.

Ella me saludó y escondió el papel en uno de mis bolsillos. Le dediqué una sonrisa antes de correr tras mis amigos. Estiré mi brazo y grité sus nombres. Ambos voltearon para luego esperar a que los alcanzara.

***

-¿Lucy...?- Natsu estaba parado a mi lado con Happy en sus brazos.

-¿Si Natsu?

-Estamos perdidos.

-Definitivamente.

-Mejor corremos ¿No?

Cuando dijo eso asentí desesperada y corrí detrás de él. Otra oleada de nieve cayó cerca de nuestros pies. Me tropecé con unas piedras en el camino. Instantáneamente grité y coloque mis brazos frente a mi cara para no salir tan herida. Esperaba el impacto contra el piso, pero nunca lo sentí. Levanté mi vista para buscar lo que evitó mi caída. Mis ojos se encontraron con los de Natsu, sus brazos sosteniéndome.

-¿Estás bien?

-Sí, gracias pero hay que seguir corriendo.

Volví a moverme a toda velocidad en cuanto mis pies tocaron la blanca nieve. Mi respiración estaba acelerada, me sentía cansada. Estoy segura de que mi corazón latía tan rápido que podías escucharlo. Maldije no haber traído ropa más cálida. Aun así, Natsu no se había puesto ni camiseta. Como si lo hiciera usualmente de todos modos.

Comencé a revisar mis llaves, pero otra oleada de nieve nos atacó. Natsu gritó mi nombre desesperado, y Happy desapareció de mi vista. Apreté las llaves entre mis dedos para no perderlas. Cerré los ojos. Si me movía, sería peor. Lo mejor era esconder mi cabeza entre mis brazos y esperar a que se detuviera. El movimiento se había detenido pero no me sentía capaz de moverme. El frío me recorría todo el cuerpo y poco a poco perdía fuerza. Sentí una cálida mano en mi brazo. Esta me sacó de un tirón de la nieve y su dueño me envolvió en sus brazos. Traté de abrir los ojos pero era difícil. Cuando finalmente los abrí, estaba tendida en el piso con Happy a mi lado. Natsu estaba parado mirando el cuerpo de nuestro atacante en el piso. Nos vio y se acercó con una mueca.

-¿Q-Que pasó?

-Bueno...- Se rascó la cabeza- Digamos que lo derroté, pero la aldea...

Giré mi cabeza para buscar la aldea que se supone que salvaríamos de su atacante, pero había un problema: la aldea no estaba.