9. Mirajane Strauss

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Entramos al gremio luego de arrastrar a Lucy fuera de su cama. Estábamos paradas frente a la barra, terminando unas bebidas que me permitieron preparar. Me ofrecí para trabajar como lo hacía antes en Fairy Tail, pero no creo que sea posible. Todos los que pertenecen al gremio tienen que tener entrenamiento y preparación diaria. Dejé mi vaso sobre la mesa, para luego buscar el salón de entrenamiento. Golpeé algunas veces la puerta antes de entrar.

-¡Permiso!- Dije antes de abrir la puerta.

Todos los que se encontraban dentro practicando me miraron. Algunos hicieron unas muecas, mientras otros reían. Juvia meneó con la cabeza y frunció el ceño. Carraspeé antes de caminar haca el cartel con las instrucciones. Había un entrenamiento que seguir todos los días. Podía ser básico, pero era lo mínimo necesario para cada día.

-Antes de empezar debemos mostrar nuestros poderes al maestro del gremio.

Caminamos hasta la zona de demostración mientras mirábamos alrededor. La mayoría nos ignoraban. Juvia parecía estar feliz y rejalada. Eso hacía que me tranquilizara un poco, olvidando los nervios. Ella fue la primera en entrar a la habitación de vidrio. El maestro se encaminó hasta la silla enfrente a la habitación, colocando unos papeles en la mesa que tenía en frente. Apretó unos botones antes de hablar por el micrófono.

-Bueno, vamos a empezar Juvia. Veamos tu magia.

Ella cerró los ojos y esperó a ser atacada. Antes de que alguien pudiese golpearla, abrió los ojos y el puño de su atacante atravesó su cuerpo. Ella levantó una mano mientras murmuraba unas palabras. Una esfera de agua cubrió a su atacante, y también a la maga que estaba por golpearla. La pelea continuó así hasta que una maga de hielo logró congelar su pie. Ella cayó al piso mientras el hielo consumía su cuerpo. Juvia logró golpearle con agua a último momento y ella cayó sobre su espalda El maestro carraspeó y apretó un botón que hizo sonar un timbre.

-Bien, esto es suficiente. Todavía no se maten

-¿Qué quiso decir con "todavía no"?- Lucy me susurró.

Solté una risita. El pie de Juvia volvió a su estado normal antes de que saliera de la habitación. Lucy y Juvia palmearon mi espalda mientras pisaba el interior de la habitación. Sonrieron y levantaron sus pulgares en alto, dándome ánimo. El maestro volvió a prender el micrófono y dio el comienzo a la pelea. Comencé a transformarme, pero nunca utilizando todo mí poder. Logré aplastar a varios de mis atacantes. El maestro negó con la cabeza al ver que yo no desplegaba toda mi magia, pero lo ignoró. Solté un suspiro cuando me dejaron salir de la habitación de cristal. Lucy entró temblando y con sus llaves listas para ser usadas. El timbré sonó y le tocaba empezar a pelear.

-¡Ábrete, puerta del león, Loke!

Luego de ser llamado por Lucy, Loke apareció frente a nosotras. No era normal que Lucy llamara a su espíritu más fuerte primero, pero Juvia opinaba que lo hacía para dar una buena primera impresión, cosa que yo creía correcto. Él le dedicó una sonrisa antes de atacar a todos los que se acercaban a Lucy. Un chico con cabellos claros y mirada desafiante alzó sus manos con llamas brotando de ellas. Lucy quedó petrificada. Sus manos temblaban y sus ojos se cristalizaron. Loke volteó a mirarla mientras se preparaba para dar el siguiente golpe. Ella negó con la cabeza. Se lanzó hacia el espíritu y lo abrazó con fuerza, sus brazos envolviendo su cuerpo y sus manos deteniendo el ataque.

-¡No ataques a Natsu!- Gritó Lucy con lágrimas brotando de sus ojos.

Nota:

¡Hola! Este no es mi mejor capítulo, pero soy terrible describiendo peleas. La historia va bastante lento porque quiero hacer la explicación de cómo van cambiando de la mejor manera. Ya verán como cambiarán las chicas :)

►Ice

Cambios InesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora