Cambios Inesperados

36. Lucy Heartfilia

Mirajane tardó un par de horas en despertarse. En cuento lo hizo, retomamos nuestro camino hacia Fairy Tail. Solo había un inconveniente- ella ya no era la misma. Se levantó sin decir palabra, y no le hacía caso a nadie. Solo obedecía las órdenes de Mukuro. No ponía resistencia a nada de lo que le decía la otra chica.

-Mira, por favor...-Le supliqué. Ella ni siquiera me dirigió la mirada.

-Calla –Ryu interrumpió- Estamos entrando a Magnolia.

Solté un bufido antes de apretar mis labios en una fina línea. Rin, quien estaba a mi lado, le dedicó una fría mirada a Ryu por su comentario. Parecía tratar de exigirle respeto, pero se detenía a si mismo de comentar algo. Tal vez Ryu tenía razón. Debíamos mantenernos callados para no llamar la atención. Juvia se tapó la boca y retrocedió para esconderse atrás de un edificio. Fruncí el ceño.

-¿Juvia? –Me acerqué a ella- ¿Qué pasa?

La peliazul simplemente señaló hacia una persona que caminaba de manera tranquila por las calles de Magnolia. Elfman. Mirajane abrió sus ojos levemente.

-Mi hermano...

-Asumo que es miembro de Fairy Tail –Mukuro tomó la muñeca de Mirajane y le presionó una vena. Ella asintió- Bien. Lucy, ve con ella. Se desharán de él. Utiliza este cuchillo.

Antes de que pudiera protestar, Mirajane ya se había movido de manera ágil hacia su hermano. Puso una expresión de dolor y se tiró al piso. Elfman, quien escuchó la comisión causada por el golpe de su hermana, giró su cabeza en su dirección. Sus ojos se abrieron como platos y lágrimas empezaron a caer por sus mejillas.

-E-Estas... bien...-Se tiró hacia ella y la abrazó con fuerza, sollozando en su hombro- ¿Qué te pasó? ¿Por qué estas herida?

-Es mi tobillo...

Él se apartó y comenzó a examinar su tobillo con delicadeza. Ryu me dio un empujón luego de explicarme lo que tenía que hacer. En silencio, caminé hasta Elfman y levanté en cuchillo en el aire. Él se congeló. Tosió sangre, mientras que Mirajane le sacaba la lengua. Contuve la respiración y apreté el agarre en el mango del arma mientras lo sacaba del cuerpo del chico.

-¡In-ge-nuo! Hermanito –Ella lo apartó- ¿Realmente te lo creíste?

-M...Mira...No...

Riendo, se levantó y caminó en dirección contraria. La seguí con curiosidad. Mi vista viajó hasta mis manos, manchadas con sangre. Mordí mi labio antes de desviar mi vista a Rin, quien se estaba incorporando con nosotras. Mukuro, seguida de Juvia y por último Ryu se formaron junto a nosotros. Pude visualizar el gremio frente a nosotros. Trague saliva y comencé a caminar con más lentitud. El momento había llegado. Debíamos luchar con nuestros amigos. Los que solían ser nuestra familia, quienes nos consolaban cuando nos sentíamos mal...

-Bien. Antes que nada, quiero que estén preparados para matar. Nadie sobrevive. ¿Entendido?

Todos asentimos ante las palabras de Rin.

-Perfecto. Ahora, avancemos.