26. Juvia Lockser

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Mis ojos se abrieron un poco mientras Lucy hablaba. Estaba declarando una noticia reciente, el hecho de que ella y Rin fuesen novios. No sé por qué estoy sorprendida. Después de todo, se notaba que ambos tenían sentimientos por el otro. Tal vez fue de la manera relajada con la que lo admitieron. Simplemente entraron a la habitación, mano en mano y lo soltaron como si fuese un simple comentario. Mirajane no parecía muy convencida de que esto fuese una buena idea, sus ojos demostraban lo furiosa que parecía estar, o tal vez frustrada. Ryu sonrió cálidamente y les dio una palmadita en la espalda, felicitándolos. Lo imité y les dediqué una amplia sonrisa.

-Bueno, nos vamos? –Mukuro levantó una ceja, su mirada posada en la pareja. No le importaba mucho que su compañero hubiese encontrado a una persona a la cual amaba.

-Sí, disculpen –Rin se aclaró la garganta- ¿Todos tienen sus mochilas?

Todos asentimos antes de ponernos de pie. El rubio hizo una seña con su mano, indicándonos que debíamos seguirlo. Metí mis manos en mis bolsillos. La ropa que conseguimos en el gremio era mucho más cómoda para pelear que la que usábamos en Fairy Tail. Esto lo habíamos comprobado después de todas los trabajos que habíamos completado utilizando estos simples pantalones y remeras con pocos adornos. Ajusté mi abrigo y subí el pañuelo para que tapara mi boca. No teníamos muchas cosas que nos distinguieran a uno del otro, pero se permitía agregar algunos arreglos o detalles para identificarnos. Yo tenía una cinta azul atada en el brazo, por ejemplo. Lucy tenía un pañuelo en la cabeza y Mirajane un estampado en la rodilla derecha. La idea era que todos tuviésemos el mismo uniforme pero con algún detalle para saber quién es quién. Pantalones verdes, como la remera. Abrigo negro. Botas hasta la rodilla. Después cada uno agregaba lo que quería.

Ellos tenían todo planeado, y aun que el maestro no era el mejor, estábamos divirtiéndonos en todo lo que hacíamos. Claramente fue una sorpresa el tener que ir a atacar a nuestro antiguo hogar, pero tal vez –repito, solo tal vez- este lugar era mejor. Me perdí en mis pensamientos, causando algo que no esperaba. Mi cara fue a parar contra un material duro y rasposo, golpeándome contra un árbol. La formación se desarmó y atrasé a todos.

-¡Juvia, no te distraigas! –Mukuro tenía la misma expresión fría de siempre.

-Perdón...

-¡Mantengan la formación! –Ryu me interrumpió- No tenemos tiempo que perder. Hay que destruir a ese pequeño grupo de magos antes de llegar a Fairy Tail, ¿Recuerdan?

-S-sí. Lo lamento –Froté mi frente. Ni Lucy ni Mirajane me habían ayudado a pararme. Lo único que hizo la rubia fue mirarme con una mueca.

Siempre que salíamos los tres se volvían más serios de lo normal. Era sorprendente como Ryu pasaba de ser alguien alegre y divertido a una persona fría y calculadora, pero nadie superaba a Mukuro. Era determinada y decidida. Nadie se interponía en su camino una vez que tomaba una decisión. Rin tomaba un aire de líder, dando las órdenes de parte del maestro. No podía evitar comparar hasta los pequeños detalles con Fairy Tail. Las diferencias eran demasiadas, me llenaban la cabeza y daban vueltas por mi mente durante horas. Sacudí la cabeza para alejarlos, tendría tiempo para pensar más tarde. Ahora tenía que centrar mis pensamientos en el trabajo. Si, debía dejar el pasado atrás. Este gremio nos había dado más apoyo que el anterior.

Para ellos solo éramos unas traidoras.


Cambios InesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora