25. Mirajane Strauss

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-Dime, Rin...  ¿Quien te crees que eres? -Apunté con mi dedo al chico de cabellos claros que tenía en frente. 

-Tu... -Parecía que se largaría a llorar en cualquier momento, o incluso atacar a cualquiera que mirase a Lucy- Aléjate de ella. No quiero que nadie la aleje de mí, si ella no esta conmigo... tendré que eliminar a la competencia. ¡Nadie más puede estar con Lu...!- La rubia lo interrumpió antes de que pudiera seguir hablando. 

-¿Por que actúas así? -Ella susurró, tomándolo delicadamente por las mejillas y mirándolo a los ojos- ¿No somos una pareja?

Rin soltó un leve suspiro mientras que una sensación de alivió corrió por mi cuerpo. Aún así, el hecho de que ella pudiera decir eso sin alterarse después de dejar a Natsu me sorprendía un poco. Incluso me molestaba. 

-L-Lucy...

-Idiota. No hay razón para que te sientas inseguro. Yo estoy contigo, y con nade más -El sonrió mientras que la chica limpiaba unas pocas lágrimas que caían pos sus mejillas.

-Gracias... -Rin se inclinó hacia adelante- No dejaré que nada malo te pase. Te amo, Lucy.

Sonriendo levemente, ella levantó la cabeza y juntó sus labios con los del chico, quien parecía más relajado y tranquilo que antes. Noté como el rubio metía su mano en su bolsillo para volver a guardar el cuchillo. Me crucé de brazos antes de alejarme de la pareja de manera apresurada, no necesitaba ver esa escena. Me acerqué hasta donde se encontraba Juvia y me dejé caer sobre una silla. Solté un bufido mientras cerraba los ojos por unos instantes, tratando de procesar todo lo que había pasado. La chicha de cabellos azules me dirigió la palabra con una mirada preocupada.

-No es normal verte de mal humor, pasó algo? -Sus ojos se clavaron en mí, al igual que los de Mukuro y Ryu.

-Tal vez estoy exagerando, pero... -No pude terminar de hablar ya que Lucy Y Rin aparecieron por el marco de la puerta, mano en mano y una amplia sonrisa en cada uno de sus rostros.

Rodé los ojos, evitando mirarlos. Rin acababa de amenazarme y ella hizo caso omiso. Se suponía que habíamos entrado al gremio para estar juntas, ser más fuertes y regresar a Fairy Tail con orgullo. Al parecer ella no opinaba lo mismo. No estoy segura de que Lucy se hubiese enterado, pero la mayoría ya sabía que el pretendía poner un anillo en su mano y volverla su esposa.  No logro entender como puede olvidar nuestro hogar tan fácilmente y a todos los que aún esperan nuestro regreso. Si es que aún nos darán la bienvenida... tal vez ni siquiera quieren que volvamos. 

Mordí mi labio y sacudí la cabeza. Miles de pensamientos recorrieron mi cabeza. Aún teníamos esperanzas de poder regresar, pero esta misión despejaba toda duda de que Fairy Tail no era nuestro hogar. No era el lugar en el que pertenecíamos. El simple hecho de que aceptáramos hacer algo como destruirlos, en vez de negarnos e irnos demuestra de que no eramos buenas magas. Eras partes de un gremio oscuro, y siempre debimos ser parte de uno. Si los demás nos quisieran con ellos, ya habrían mandado a alguien para que nos viniera a buscar, pero no fue así. El encuentro que tuvimos con Erza, Gray, Natsu y Wendy... no creo que significara nada importante. Probablemente ya habían superado nuestra desaparición y solamente estaban completando un trabajo. 

Quería negar todo esto, pero mientras más lo pensaba, más sentido tenía. Tal vez.... debería dejar las debilidades que me ataban y empezar a ser un verdadero miembro del gremio oscuro.


Nota:

Por cierto, Rin es rubio. Por eso cabellos claros... equisdé. Oh, y feliz año nuevo, gracias por todo! Espero que el 2016 sea mejor de lo que 2015 fue. Las quiero <3

►Ice



Cambios InesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora