𝐄𝐋 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐈𝐒 𝐏𝐎𝐄𝐌𝐀𝐒 • Ona Batlle

𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟒

𝐋𝐀𝐒 𝐃𝐔𝐃𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐎𝐍𝐀

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Valeria

La tarde estaba bañada en una luz dorada que parecía filtrarse a través de las cortinas de mi sala, creando un ambiente acogedor. Me encontraba en mi rincón favorito, en el sofá junto a la ventana, leyendo un libro sin mucho interés. Mi mente estaba distraída, ocupada en pensamientos de mi día a día, cuando el timbre del teléfono me sacó de mi ensoñación. Al mirar la pantalla, vi el nombre de Ona. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo. No sabía qué esperar, pero la preocupación en su voz era evidente incluso a través de un mensaje de texto que decía: ¿Podemos hablar? Necesito tu consejo.

Inmediatamente, el corazón me dio un vuelco. El hecho de que Ona necesitara hablar conmigo en este momento, y sobre algo que parecía tan importante, me llenó de una mezcla de emoción y ansiedad. Respondí de inmediato, dándole la bienvenida a una conversación que estaba segura cambiaría el curso de mi tarde...

Poco después, Ona llegó a mi casa. Se notaba en su expresión que estaba inquieta. Me abrazó con una calidez que siempre había sentido familiar, pero que ahora también llevaba un peso adicional. La conduje al sofá, y nos sentamos juntas, el silencio entre nosotras cargado de expectativas.

-Gracias por recibirme tan pronto -dijo Ona, intentando sonreír, pero la preocupación era evidente en sus ojos. -He estado pensando mucho últimamente.

.Por supuesto -respondí, intentando sonar relajada. -Cuéntame, ¿qué sucede?

Ona se pasó una mano por el cabello, su mirada perdida en el vacío.

-Es sobre Marta. No estoy segura de cómo me siento. Lo que pasa es que últimamente he empezado a cuestionar nuestra relación. Hay cosas que no estoy segura de entender, y no sé si estoy siendo justa con ella.

Mi corazón se hundió al escuchar su confesión. Fui consciente de mi propio dolor al escuchar el nombre de Marta, pero me esforcé por mantener la calma.

-¿Qué es lo que te hace dudar?

-Es complicado -comenzó Ona, respirando profundamente. -Marta es maravillosa, no me malinterpretes. Pero hay momentos en los que siento que no estamos tan conectadas como salíamos estar. A veces, siento que hay una distancia que no puedo superar, y no sé si soy yo o si es la relación en sí.

Intenté disimular mi ansiedad, y le di una sonrisa reconfortante.

-Las dudas son normales en cualquier relación. ¿Has hablado con Marta sobre cómo te sientes?

-Sí, lo hemos intentado -admitió Ona. -Pero parece que cada vez que hablamos, la conversación se convierte en algo muy tenso. Me preocupa que no podamos resolverlo, y eso me deja sintiéndome más confusa.

El dolor en mi pecho se hacía cada vez más intenso. A pesar de que mi corazón estaba desgarrado, me esforzaba por ser el pilar de apoyo que Ona necesitaba.

-¿Qué es lo que más valoras en una relación?

Ona pensó por un momento; luego respondió con voz suave, casi soñadora.

-Lo que más valoro es la conexión profunda, esa sensación de que puedes ser tú misma sin reservas, de sentirte realmente comprendida. Y últimamente, no sé si eso está ahí con Marta. Siento que algo falta.

Me incliné un poco hacia adelante, tomando un respiro profundo antes de hablar.

-Es importante reconocer esos sentimientos y entender que es lo que realmente necesitas. A veces, las relaciones evolucionan y cambian, y es difícil saber si es algo que se puede resolver o si es una señal de que tal vez se necesita un cambio.

Ona asintió lentamente, sus ojos llenos de incertidumbre.

-Sí, eso tiene sentido. Pero no quiero hacer nada apresuradamente. No quiero herir a Marta, pero tampoco quiero estar en una relación en la que no soy feliz.

-Entiendo -dije con sinceridad. -Tomarse el tiempo para reflexionar y aclarar tus propios sentimientos es esencial. Y recuerda, no estás sola en esto. Estoy aquí para ti.

Ona me miró con gratitud y un atisbo de esperanza.

-Gracias, Valeria. Siempre puedo contar contigo para escucharme.

Nos quedamos en silencio por un momento, y pude sentir el peso de sus palabras resonar en mi propio corazón. A pesar de que quería ser buen apoyo para Ona, también sentía un dolor agudo, como una herida abierta que no sanaba. La idea de que ella pudiera estar reconsiderando su relación con Marta sin saber lo que sentía por mí era un recordatorio doloroso de los sentimientos no correspondidos.

Cuando Ona se despidió, la tarde había dado paso a una noche tranquila, y me quedé sola en mi sala, sumida en mis pensamientos. La soledad de la casa parecía intensificar el eco de lo que había sentido durante nuestra conversación. Me dirigí a mi escritorio, decidida a capturar el torbellino de emociones en un poema. Mi corazón estaba lleno de dudas y esperanzas no expresadas, y sentía la necesidad de poner todo en palabras.

Dudas en el aire.
Como nubes en la tormenta.
Tu corazón es una balanza.
Pendiente entre lo que es y lo que podría ser.

Tu confusión es un eco de incertidumbre.
Una lucha entre el amor y el vacío.
Preguntas sin respuestas.
En el silencio de lo que se siente distante.

El dolor de no ser más que una amiga.
Es un peso que no puedo compartir.
Mientras te veo dudar.
Siento que mi corazón se quiebra en cada palabra.

¿Alguna vez verás en mí algo más?
¿O será siempre un sueño inalcanzable?
Tu búsqueda de claridad.
Es un reflejo de mis esperanzas ocultas.

En cada duda que expresas.
Encuentro el reflejo de mis propios deseos.
Y aunque te animo a buscar tu verdad.
Mi corazón anhela ser parte de esa búsqueda.

El dolor de no saber.
Es un peso que cargo en silencio.
Esperando que algún día.
La verdad de lo que sientes sea también la mía.

Cerré la libreta con un suspiro, sintiendo cómo el peso de mis propios sentimientos me envolvía. La conversación con Ona había sido un alivio para ella, pero también un recordatorio doloroso de mi propio corazón roto. Me preparé para dormir con la esperanza de que, en algún momento, el futuro me brindaría una oportunidad para expresar lo que realmente sentía. Por ahora, me conformaba con ser su amiga y con desear que, quizás algún día, ella pudiera ver en mí algo más que un apoyo constante.

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▪ Ona está dudando de su relación, ¿que hará? 🤔

▪ Nos vemos el próximo viernes

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