𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟒

128 9 0
                                    

𝐂𝐎𝐍𝐅𝐄𝐒𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐍𝐎𝐂𝐓𝐔𝐑𝐍𝐀𝐒

ღღღ

Valeria

La noche había llegado sin que lo notáramos. Estábamos en el suelo de mi sala, rodeadas de almohadas y mantas. La luz suave de las lámparas creaba un ambiente acogedor que parecía perfecto para conversaciones más profundas. Habíamos pasado la tarde juntas, como era habitual, y ahora estábamos en una pausa tranquila, disfrutando de un silencio cómodo mientras escuchábamos música suave de fondo.

Nos habíamos reído, compartido historias y discutido sobre los detalles de nuestros días. Pero había algo en el aire que sentía diferente, una energía que no podía ignorar. La tensión, en el mejor sentido posible, estaba allí, como una promesa de algo que se estaba gestando.

-Valeria -empezó Ona con un tono que no pude identificar del todo. Su voz sonaba más suave y pensativa de lo habitual. La miré, notando cómo su mirada se desviaba hacia el suelo antes de levantarla para encontrar la mía. -Hay algo de lo que he estado pensando mucho últimamente. No estoy segura de cómo decirlo, pero siento que necesito hablar contigo sobre ellos.

Mi corazón dio un salto. Los latidos se volvieron rápidos y desordenados, y me pregunté si esta era la oportunidad que había estado esperando, o si sería otro momento de incertidumbre.

-Claro, Ona -respondí, intentando mantener la calma mientras sentía que el nerviosismo comenzaba a apoderarse de mí. -¿De qué se trata?

Se quedó en silencio por un momento, buscando las palabras adecuadas. Su expresión era una mezcla de vulnerabilidad y determinación.

-He estado pensando en nosotras -dijo finalmente, con una voz que sonaba casi quebrada. -En cómo hemos estado pasando tiempo juntas y en lo que eso significa. Y me he dado cuenta de que tal vez siempre hubo algo más entre nosotras que no había querido admitir.

Mis ojos se abrieron de par en par al escuchar sus palabras. Mi mente trataba de procesar la magnitud de lo que acababa de decir.

-¿Qué quieres decir con eso? -pregunté, sintiendo cómo la esperanza y el miedo luchaban dentro de mí.

Ona respiró hondo antes de continuar.

-Creo que siempre he sentido algo más profundo por ti, algo que va más allá de la amistad. Durante todo este tiempo, he estado tratando de ignorarlo, de decirme a mí misma que solo era mi amiga y que no debía buscar más allá. Pero ahora, al pasar tanto tiempo contado, me doy cuenta de que esos sentimientos no han desaparecido. De hecho, solo han crecido.

Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, y sentí una mezcla de alegría y ansiedad. Había deseado este momento durante tanto tiempo, pero ahora estaba sucediendo. No podía evitar sentirme cautelosa.

-Ona -empecé, tratando de encontrar las palabras adecuadas. -No sé que decir. Siempre he sentido algo especial por ti, pero tenía miedo de que mis sentimientos no fueran correspondidos. ¿Estás segura de lo que sientes? Porque esto es... mucho para procesar.

Ona asintió, su mirada fija en mí con una intensidad que no podía ignorar.

-Sí, estoy segura. He estado dándole muchas vueltas a esto, y no puedo ignorar lo que siento. Pero también entiendo que esto es mucho para ti. No quiero presionarte ni que te sientas obligada a responder de inmediato. Solo necesitaba ser honesta contigo.

Sentí una oleada de alivio al escuchar su honestidad. Me tomó un momento procesar todo lo que me estaba diciendo.

-Aprecio mucho que me hayas dicho todo esto -le dije, con la voz temblorosa. -Realmente, siempre he deseado que algo más surgiera entre nosotras, pero tenía miedo de arruinar nuestra amistad. Ahora que me dices esto, me siento increíblemente feliz, pero también un poco asustada. No quiero perder lo que tenemos, pero no puedo negar lo que siento.

Ona extendió su mano hacia la mía, y su toque fue reconfortante.

-Valeria, no tienes que tener todas las respuestas ahora mismo. Podemos tomarnos el tiempo que necesitemos para descubrir esto juntas. Lo más importante es que sé que mis sentimientos son reales y que quiero explorar lo que podría significar para nosotras. Pero también quiero que sepas que, independientemente de cómo resulte, nuestra amistad siempre será importante para mí.

Sentí una mezcla de gratitud y alivio. Sus palabras fueron como un bálsamo para mi ansiedad.

-Gracias, Ona. Eso significa mucho para mí. Estoy dispuesta a explorar esto contigo, a ver adónde nos lleva. Pero también quiero asegurarme de que estamos en la misma página y de que no perdamos lo que tenemos, pase lo que pase.

Ona sonrió con una ternura que me hizo sentir aún más conectada a ella.

-Lo entiendo, y me alegra que estés dispuesta a dar este paso conmigo. Vamos a hacerlo con calma, a nuestra manera. No hay prisa.

Nos quedamos en silencio durante unos minutos, simplemente disfrutando de la compañía mutua y de la sensación de haber compartido una verdad importante. La música seguía sonando de fondo, y mientras la escuchaba, me sentí envuelta en una calma reconfortante. El futuro era incierto, pero al menos teníamos la claridad de lo que sentíamos y la disposición de explorar esos sentimientos juntas.

Esa noche, me fui a dormir con una sensación de esperanza renovada. Sabía que los días venideros estarían llenos de incertidumbres y descubrimientos, pero también sabía que, por primera vez, había dado un paso hacia un futuro que podría ser tan maravilloso como siempre había imaginado. La confesión nocturna había sido el primer paso hacia una nueva etapa en nuestra relación, una etapa que estaba dispuesta a explorar con toda mi pasión y corazón.

ღღღ

🤍🤍🤍

𝐄𝐋 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐈𝐒 𝐏𝐎𝐄𝐌𝐀𝐒 • Ona BatlleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora