𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟓

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𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐃𝐀

ღღღ

Valeria

La noche había llegado con una calma serena, y la brisa fresca que entraba por la ventana de mi habitación me envolvía en un abrazo suave. La cena que habíamos compartido, sencilla pero perfecta, había sido el preludio de una noche especial. Había propuesto ir al jardín para disfrutar del cielo estrellado, y Ona, aceptando con una sonrisa, se había acomodado a mi lado en una manta extendida sobre el césped.

Nos tumbamos bajo la vasta extensión del cielo nocturno, y mientras nos mirábamos, sentí que el mundo se reducía a nosotras dos. Las estrellas brillaban con un esplendor que parecía reflejar la intensidad de mis sentimientos. La noche estaba clara, y las constelaciones dibujaban formas conocidas en el firmamento. 

-Oye, mira esas estrellas -dije, señalando un grupo que brillaba particularmente fuerte. -Siempre he pensado que son como pequeñas luces en la oscuridad, guiándonos hacia nuestros sueños.

Ona se acomodó más cerca de mí, su mirada fija en el cielo.

-Es verdad -respondió, su voz suave y contemplativa. -Cada estrella parece tener su propia historia, y todas juntas forman un mapa de sueños y esperanzas.

Me sentí afortunada de poder compartir ese momento con Ona, pero también estaba al tanto del dolor subyacente. Sabía que, a pesar de estar juntas, mis sentimientos seguían siendo un secreto guardado en lo más profundo de mi corazón. Sin embargo, en ese momento bajo las estrellas, todo parecía posible.

-¿Y cuáles son tus sueños, Ona? -le pregunté, sintiendo el deseo de conocer sus pensamientos más íntimos.

Ona pensó por un momento, su rostro iluminado por el tenue brillo de las estrellas.

-Siempre he soñado con seguir creciendo en mi carrera, llegar a ser una gran futbolista y hacer una diferencia en el mundo del deporte. Pero también me imagino viajando, conociendo lugares nuevos y aprendiendo más sobre mí misma.

Sonreí, sintiendo una mezcla de admiración y tristeza.

-Esos son sueños maravillosos. Estoy segura de que lograrás todo lo que te propongas. Y yo, bueno, mi sueño más simple siempre ha sido ser parte de tu vida, de alguna manera. Aunque sea en un pequeño rincón, podemos compartir estos momentos contigo.

Ona me miró con una expresión que parecía mezclar curiosidad y cariño.

-Siempre has estado ahí para mí, Valeria. No sé qué haría sin tu apoyo. A veces me pregunto si también tienes sueños que te gustarían alcanzar. 

Suspiré, sintiendo el peso de mis palabras no dichas.

-Mis sueños están un poco difusos. Supongo que en su mayoría se han centrado en ser una buena amiga y en encontrar formas de ser feliz en mi propio camino.

Ona se quedó en silencio por un momento, observando el cielo estrellado.

-A veces siento que las estrellas nos dicen cosas si las miramos lo suficiente. Como si nos dieran pistas sobre lo que realmente queremos.

-¿Qué crees que las estrellas me dirían a mí? -pregunté, con una mezcla de curiosidad y esperanza.

Ona sonrió suavemente, su mirada llena de calidez.

-Creo que las estrellas te dirían que sigas creyendo en tus sueños y en lo que deseas. A veces, las respuestas están más cerca de lo que pensamos. Solo tenemos que buscar un poco más.

Sus palabras me conmovieron profundamente, y el deseo de que este momento nunca acabara se hizo más fuerte. En lugar de hablar, me limité a mirar el cielo, sintiendo el calor de su cuerpo cerca del mío, el latido tranquilo de su respiración.

Esa noche, mientras nos quedábamos en silencio bajo las estrellas, sentí que los límites entre nuestras almas se desdibujaban. Cada estrella en el cielo parecía reflejar el brillo en sus ojos, y me preguntaba si algún día esos ojos podrían ver más allá de la amistad.

Al regresar a casa, me dirigí a mi habitación con una mezcla de esperanza y melancolía. Me senté frente a mi libreta, tratando de capturar la magia de la noche y el anhelo que sentía en mi corazón.

Las estrellas en el cielo.
Son como tus ojos brillando en la noche.
Cada destello, una promesa.
De sueños y esperanzas infinitas.

Mirar las estrellas es como mirarte.
Un reflejo de lo que anhelo y deseo.
En cada chispa de luz.
Veo el brillo de tus ojos en la oscuridad.

Esta noche bajo el firmamento.
Es un regalo que mi corazón atesora.
Cada momento compartido.
Es un sueño que deseo que nunca termine.

Las estrellas susurran secretos.
En el silencio de la noche.
Y en susurros, escucho el eco.
De lo que mi corazón guarda en secreto.

Deseo que el tiempo se detenga.
Que cada noche bajo el cielo estrellado.
Puede ser un capítulo eterno.
En la historia de lo que siento por ti.

Que los sueños bajo las estrellas.
Nos guíen hacia un futuro brillante.
Donde cada momento contigo.
Sea un tesoro que nunca se apague.

Cerré la libreta con un suspiro, sintiendo que las palabras no podían capturar completamente el anhelo en mi corazón. La noche estrellada había sido un recordatorio de lo cercano que podía estar con Ona, pero también de la distancia que aún nos separaba. Mientras me preparaba para dormir, me aferré a la esperanza de que, algún día, mis sentimientos pudieran encontrar un lugar en su corazón. Por ahora, me conformaba con el resplandor de las estrellas y el sueño de que esos momentos bajo el cielo pudieran durar para siempre.

ღღღ

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No tenía pensando subir nada hoy, pero aquí estoy.

En el siguiente capítulo ya van a pasar cosasss 🤭

Nos vemos, ahora si, el viernes

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𝐄𝐋 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐈𝐒 𝐏𝐎𝐄𝐌𝐀𝐒 • Ona BatlleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora