Cap 7:

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MEGAN NOREEN:

La verdad la casa es bastante grande y bonita y me tratan bien, aunque siempre me ha dado mala espina Kaiser y Zyran, me miran como si estuvieran esperando una oportunidad para acabar conmigo, por eso me mantengo lejos de ellos.

Anoche pedí que me cambiaran de habitación, me niego a dormir en la misma habitación de Zyon y menos en la misma cama, seguro que estará enfadado conmigo porque le esquive el beso y me negué a dormir con él.

Mi habitación está a tan solo dos puertas de la suya.

Es grande y bonita, con baño propio.

Bajo a la cocina donde está Elion, parece que Cris ha tenido un problema y le dieron el día libre hoy.

-¿Cuándo podre volver a mi casa? -le pregunto a Elion.

Llevo una semana aquí, a Zyon apenas lo veo y extraño a Luna.

-¿Tan rápido te quieres ir? -pregunta mientras prepara el desayuno para los dos.

-Tengo asuntos que hablar con mi hermano -digo más para mí que para él.

Él comienza a llevar el desayuno al comedor donde se encuentran Kaiser, Zyran y Silas desayunando.

Me siento al lado de Elion y delante no tengo a nadie, ya que es donde se sienta Zyon.

-¿Por qué casi nunca está Zyon en casa? -dirijo mi mirada a Elion esperando una respuesta, pero el que me responde es Kaiser.

-Él siempre está en casa, pero esta semana a estado furioso y seguramente estará matando a personas inocentes para calmar su ira -dice con simpleza y yo asiento.

-Lo que me preguntaste en la cocina, se lo tienes que preguntar a Zyon -me dice Elion

-¿Yo?, ¿y por qué yo?

-Porque eres tú la que se quiere ir, no nosotros -dice Kaiser con mala gana y le lanzo una mirada de odio.

La puerta principal se abre y entra Zyon, sus ojos van directos a mí, estudiándome.

-Tengo que hablar contigo ven -me dice con voz autoritaria.

-Estoy desayunando -le digo y él detiene sus pasos y clava sus ojos en los míos.

-No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando -dice entre dientes.

Está enfadado, pero siempre que estoy cerca de él no le tengo miedo a nada.

-Ay, ya voy -digo con fastidio y todos me miran como si no hubiese sido la mejor idea utilizar ese tono con él.

Tomo mi taza de café y avanzo hacia él y me indica que suba yo primero, subo hasta su habitación entrando en ella, él entra detrás de mí cerrando la puerta.

-¿Por qué te quieres ir? -me pregunta.

-Porque sí.

-¿Por qué te quieres ir? -dice entre dientes y más despacio, marcando cada palabra.

-Ya te lo he dicho. Porque sí y punto.

Él me estudia con la mirada y se acerca acortando la distancia, lo único que nos separa es mi taza de café.

-Es porque te sientes incomoda al vivir conmigo, ¿verdad? -sus ojos un poco más y echan fuego por la ira que tiene dentro.

Trago saliva con dificultad y mi silencio habla por mí haciendo que suelte un gruñido ahogado y baje la mirada al suelo.

-¿Por qué no dices nada? -toma la taza y la tira al suelo haciendo que me sobresalte al escuchar como se rompe.

Toda la confianza que él me da también me la puede quitar en cuestión de segundos, como ahora.

La MascaraWhere stories live. Discover now