Cap 9:

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MEGAN NOREEN:

Me encuentro en una tienda de muebles, me voy a mudar y la casa no viene con muebles. Mi casa se la dejé a mi hermano, dijo que se quedaría aquí por un tiempo hasta que yo me encuentre bien.

Él no sabe donde está mi casa, nadie sabe donde está mi casa. Zyon dijo que volvería y sé que lo hará y como no sé cuando, decidí irme esta semana.

Estoy con Luna caminando por el pasillo donde ay cosas para el comedor cuando me detengo en seco...

Esa es la mesa que teníamos en casa...

Entro al comedor y me encuentro a mi padre gritándole y pegando a mi hermano, soy tan solo una niña de diez años que le tiene miedo a su padre, pero aun así me acerco a él.

-¡Déjalo papa! -comienzo a estirar de su camisa favorita y creo que lo hice enfurecer más.

Se gira hacia mí y me toma del cabello mientras estampa mis costillas en la mesa múltiples veces, grito de dolor suplicando que pare, pero no lo hace.

-No... Megan... -dice mi hermano con un hilo de voz.

Está tirado en el suelo lleno de golpes, yo lloro y grito sin parar hasta que mis costillas se rompen.

Llevo una mano a mi frente, mirando esa mesa con horror.

Por eso me hicieron daño en las costillas con tanta facilidad esos dos, porque de pequeña me las rompió mi padre.

Agacho la cabeza y comienzo a temblar, tengo los puños apretados de tal manera que me sangran las manos tras haberme clavado las uñas.

Me vengaré, me vengaré por todo lo que nos ha hecho.

Me encuentro camino a mi trabajo, sí, a ese restaurante.

Sigo buscando empleo como psiquiatra, pero es casi imposible, no hay muchos psiquiátricos por aquí.

Llego al restaurante y me pongo a trabajar normal, evitando a toda costa encontrarme con los Inclementia.

Voy hacia una mesa que espera a que la atiendan, en ella ay dos hombres encapuchados, pero igualmente voy.

-¿Qué desean tomar? -pregunto amablemente con una sonrisa dulce en mi rostro.

-Dos platos de esta pasta, por favor -dice una voz grave que conozco muy bien haciendo que la sonrisa desaparezca de mi rostro y comience a retroceder lentamente.

-¿Señorita? -se gira hacia mí y nuestros ojos se encuentran -Megan...

Se levanta y avanza hacia mí.

-No te acerques -lo señalo con mi dedo índice, llamando la atención de todos.

-Megan... Hija... -dice con voz suave.

-Ahora soy tu hija -suelto una carcajada amarga -¿En qué momento fui tu hija?, ¿cuándo me rompiste las costillas?, ¿cuándo mataste a mamá?, o... ¿Cuándo torturaste a Cyra hasta la muerte?

Veo como se tensa, está enfadado.

-Y tú morirás como ellas -saca una pistola y me apunta directamente a la cabeza.

Y el sonido de la bala resuena por todo el restaurante.


ZYON INCLEMENTIA:

Siento que algo va mal, muy mal.

Nos encontramos comiendo, pero me detengo, estoy muy tenso. Todos mis hermanos menos Zyran me miran con curiosidad.

La MascaraWhere stories live. Discover now