El último resquicio de magia

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En un día de otoño, en el que parecía que la lluvia iba a romper el cielo y dejarnos desamparados ante la oscuridad del espacio, decidí ir en busca de aventuras.

Me adentré en el profundo bosque al que siempre me habían prohibido entrar. No tenía miedo, tenía un propósito: encontrar el último resquicio de magia que quedaba en nuestro mundo. Para ello, tenía que vencer mis miedo y sumergirme en un mar de árboles. El agua calaba mi ropa y penetraba hasta mis huesos. Notaba el frío haciendo mella en mi interior, pero estaba decidida a conseguir mi objetivo y nada me detendría.

A lo lejos pude distinguir unos destellos del color del fuego. Me acerqué poco a poco a las luces, sin saber qué esperar. Sigilosamente me asomé por unos arbustos y pude ver claramente unos fuegos fatuos errantes danzando al son de la lluvia en las orillas de un pequeño arroyo. Estaban hechos de fuego, lo lógico sería pensar que al contacto con el agua se esfumarían. Por el contrario, permanecían brillando intensamente. Quise acercarme más para poder apreciar todos los detalles, pero no fui del todo cuidadosa y asusté a las pequeñas criaturas.

Emprendieron su camino hacia lo más profundo del bosque. Sin pensarlo dos veces, salí detrás de ellos. Se detuvieron en un claro mientras la lluvia empezaba a amainar. Intenté esconderme para poder seguir observándolos. Entonces, algo me tocó el hombro: un pequeño ser con orejas puntiagudas y ropajes que se camuflaban perfectamente con el entorno. Se trataba de un duende que me miraba curiosa y juguetonamente. Me hizo señas para que le siguiera y así fue cómo me olvidé de los fuegos fatuos e inicié una aventura con mi nuevo amigo.

Caminamos y caminamos y parecía que aquel lluvioso día nunca terminaría, la magia del lugar lo envolvía todo y el tiempo parecía funcionar distinto allí. Atravesamos un bonito puente de madera y llegamos a una diminuta cabaña también de madera. Me invitó a quedarme allí con él y nunca supe volver a casa. 

Historias Breves desde el Corazón del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora