Los espíritus del bosque

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Cuando pensamos que la magia era una simple leyenda grabada en el corazón de las personas, esta nos mostró su verdadero poder. El bosque está lleno de espíritus. Durante milenios hemos recibido muchos nombres, pero siempre hemos preferido el de protectores. Protegemos a todos y cada uno de los seres que habitan nuestro preciado bosque. Protegemos la tierra, los árboles, a las pequeñas familias de hongos. Protegemos el aire, a las hadas y a los polluelos recién salidos del cascarón. Protegemos el agua, a los pequeños castores que hacen de su hogar el río, protegemos que la magia del sagrado río siga intacta.

Damos nuestro corazón y nuestra alma por este bosque. Nuestra sangre hace que la magia surja en cada uno de sus rincones y que se mantenga el equilibrio divino.

Sin embargo, toda magia tiene su propio némesis, y en el caso de nuestro amado bosque, son los ogros. Estos temibles seres surgieron de la codicia y del egoísmo de las personas y se personificaron como símbolo de sus peores cualidades. Se encargaron de expulsar la presencia humada de entre nosotros, pero se instalaron en lo más profundo del bosque hace cientos de años y, debido a su naturaleza humana, se han convertido en nuestros enemigos naturales. Se alimentan de las pequeñas criaturas que surgen de la magia del bosque y la gran misión de su existencia es eliminar cualquier resquicio de felicidad que encuentren. De esta manera, el bosque les pertenecería eternamente y todo acabaría sumido en la oscuridad y el miedo. 

Nosotros, los espíritus del bosque, lucharemos sin descanso y emplearemos hasta la última gota de sudor en combatirlos, proteger a nuestras pequeñas criaturas. Porque ese es nuestro sino, nuestro motivo de existir, sin ellos no somos nada y no podremos sobrevivir si no queda magia. 

Historias Breves desde el Corazón del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora