Capítulo 06

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¦ Reúnanse, Private School ¦

Como cada mañana, los primeros rayos del Sol se asomaban por su ventana. Su habitación estaba iluminada con aquellas líneas de luz solar. Sus pies se impulsaban con desgano por el piso de su habitación hacia el baño. Su cabello castaño con mechones blancos estaba anárquico y su rostro adormilado.

Tomar un baño por las mañanas, no le ansiaba. Odiaba sentir el agua helada en su cuerpo, claro que podía encender el calentador, pero, aborrecía salir de su habitación hacia donde estaba el boiler.

Hoy, quería quedarse acostada en su cama sin ser molestada, por la sencilla razón de no querer presentarse a su primer día de clases en Private School. De todas maneras, sabía que sería los mismo como en Kōshū.

Con fastidio baja la cocina por algo para desayunar, puesto que su madre no se preocupaba por eso. ¿Qué es lo que desayunará hoy?

Ah, un vaso de leche puro.

Con expresión llena de inacción, se sirve la leche en un vaso de vidrio, al mismo tiempo que su mano se deslizaba dentro del bolsillo de su suéter amarillo con azul.

07:20 a. m., sale de casa sin despedirse. Su caminar es lento y no iba acompañada.

Se detuvo bajo los árboles de cerezo, elevó la mirada al mismo tiempo que los pétalos se atoraban en su cabello—No quiero ir. —descendió la cabeza al suspirar bajo y tomar con fuerza los cordones de su mochila.

—¡Buenos días! —saludó con energía cierta chica de cabello corto negro y ojos cafés. Ingresó a su salón de clases con una sonrisa dibujada en los labios y ese color rosita en sus mejillas.

—Buenos días. —expresaron sus compañeros de clase.

Chieko se acercó a su pupitre con una sonrisa y tomó asiento. Samantha se levantó de su lugar y se acercó a su mejor amiga.

—Buenos días, Chieko. —saludó con dulzura juntando sus manos.

—Buenos días, Samantha. —en sus ojos se denotó la felicidad al sonreír, volteó levemente al recordar que ahora se sentaban por orden de lista—Me siento sola al tenerte tan lejos. —rascó su nariz al comentarlo.

Samantha soltó una risita, llevando su dedo índice a su boquilla—Sí, estamos separadas ahora.

Justo entonces la campana escolar sonó. Pasaron unos minutos para que Aki entrara al salón. Todos se orientaron a sus pupitres para que la clase comenzara.

—Esperarás aquí, Kōtta. Te irás con el profesor Sawaki, él te presentará al grupo. ¿De acuerdo? —indicó Eyse dirigiendo su mirada a la persona de Firisuku.

—Sí. —contestó mirando hacia otro lado.

Fue entonces que los zapatos cafés del mayor fueron visibles, Firisuku levantó la mirada y pudo ver a su ahora profesor y tutor.

—Firisuku Kōtta, ¿cierto? —la mencionada asintió con la cabeza—Acompáñame. —agregó el mayor dándose la vuelta con su maletín de cuero café.

La niña de ojos heterocromáticos se levantó de la silla, tomó su mochila y siguió a su profesor por los pasillos hasta el salón.

—Espera aquí, Kōtta. —ordenó con suavidad volviéndose a su alumna, abrió la puerta del aula y saludó a su grupo

Firisuku se recargó en la pared y soltó un suspiro levantando la cabeza. Cerró los ojos y pasó saliva.

Kei suspiró rascando su nuca—Escuchen... —habló con voz ronca—Hoy tienen una compañera nueva. —añadió apoyando sus manos en la mesa, miró con una expresión neutral a sus alumnos al anunciarlo.

Private School [en curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora