¦ ¿Decepción? ¦
El sol brillaba sobre los edificios de Private School, proyectando sombras largas de los árboles que estaban dentro de la institución. El ambiente estaba cargado de emoción, en las gradas, los estudiantes de ambas escuelas estaban animados.
El partido de tenis había dejado un poco de tensión en el aire—¡Estamos más que emocionados, que empiece el siguiente deporte! —anunció Ariel con el micrófono, su voz resonando en las canchas. Ahora todos esperaban gustosos el partido de vóleibol.
La cancha parecía relucir, con la red firmemente estirada y los balones alineados a un costado del gimnasio, las jugadoras y jugadores de ambas escuelas se posicionaron en sus lugares.
Muchos de ellos calentaban antes de empezar a jugar.
—¡Sute va a jugar! —dijo con emoción, Karla. Dando brinquitos en su lugar. Nalie la miró desde su lugar, sonrió y plisó las cejas hacia arriba.
—Ojala quisiera estar igual de emocionada que tú. —comentó Ariana con un tono suave.
El equipo femenil de la escuela, estaba calentando.
—Capitana. —mencionó una integrante con nerviosismo. Sute volteó a verla, dándole a entender que la escuchaba—¿Podría ser de cambio? —pidió señalándose a sí misma.
—Seguro. —respondió con naturalidad.
Los equipos tomaron posición y se pusieron a un lado de la cancha—¡Tengamos un buen partido! —exclamaron las integrantes de cada escuela al hacer una reverencia.
Sute dirigió su mirada carmín hacia la capitana, quién la miraba fijamente. El ambiente entre las dos pareció cambiar, pues ambas ya se conocían desde los años anteriores de competición.
El sonido del silbato cortó el aire, señalando el inicio del partido. El saque inicial fue para Kōshū, con un movimiento ágil, la capitana de la escuela lanzó el balón al aire, golpeándolo con fuerza. El balón cruzó la red en una trayectoria veloz, y por un instante todos los presentes contuvieron el aliento.
Una de las integrantes contrarias, reaccionó rápido. Mizuna, alta y atlética, se lanzó hacia el balón, sus manos fuertes amortiguando el impacto. Lo pasó a su compañera, quien rápidamente lo levantó hacia la red. En ese instante, Zenji, una de las jugadoras más determinadas se elevó por encima de la red y remató el balón con un golpe certero.
El sonido del impacto resonó en toda la cancha, y el balón se estrelló en el suelo del lado de la secundaria Kōshū, los ojos de la jugadora de ese equipo abrió los ojos con sorpresa. Su cabello se movía por la fuerza. No pudo reaccionar.
—¿Q-Qué fue eso...?
El primer punto fue para Private School, y los estudiantes estallaron en vítores, el marcador se encendió.
—¡Toma esa! —exclamó con alegría, Deidalí, formando un puño.
Ariana sonrió con alegría al ver lo que había pasado. Samantha, que lideraba a las porristas, saltaba y agitaba sus pompones al ritmo de los gritos del público, animando a las jugadoras con energía. A su lado, las demás animadoras coreaban al unísono.
—¡Se supone que ibas a cubrirla! —una de las integrantes se giró hacia su compañera, con la voz llena de frustración.
La contraria tenía sus manos en su rodillas, tomando un respiro—L-Lo siento... Ese remate fue demasiado rápido.
Saeko, capitana del equipo contrario, entrecerró los ojos y tensó la mandíbula. Caminó hacia sus compañeras con una mirada fría. Su gesto se frunció, reflejando la molestia—No hay excusas. —dijo con la voz firme—Private School juega fuerte, pero eso no significa que nos quedemos ahí paradas mirando. —el ambiente entre las jugadoras se volvió tenso.
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Private School [en curso]
Novela Juvenil"En un corazón dulce y puro, aguardan los recuerdos más dolorosos". En la pintoresca ciudad de Japón, dos almas destinadas a cruzarse se encuentran en los pasillos de la prestigiosa Secundaria Privada. Chieko Iketa y Saiki Oroki; ambos son miembros...