¦ Victoria sucia. ¦
—Esta es la oportunidad, ¡Ame! —la chica golpeó la pequeña pelota logrando así otro punto, era Private School la que ganaría.
Las animadoras alzaron sus dos pompones con alegría, los presentes se alegraron por aquel logro de su escuela. En sí su estrategia era increíble, una llave maestra.
La continuación seguía así, punto tras punto anotaba la escuela de alto nivel, hasta terminar un juego.
—¡1-0! —avisó la mayor de cabello lila.
—¡Increíble, ganaron un juego! —exclamó una de las integrantes del club de tenis.
De nuevo, la pequeña pelota iba de un lado a otro, las jugadoras la recibían y la mandaban de vuelta. Una de ellas la tiró con fuerza haciendo que ésta doblara a la izquierda para así anotar un punto. Ambas jugadoras de Private School quedaron sorprendidas.
Su cabello se movía en cámara lenta, sus pupilas disminuyeron—¿Qué...? —volteó hacia donde había visto caer la pelota, pudo ver la bola blanca quieta.
—No me digas que usarán eso... —pensó Ariana viendo con sorpresa aquello, sus pupilas estaban disminuidas al igual que las de sus compañeras.
Rápidamente la continuación seguía, pase tras pase, el sudor perlaba sus frentes y caía por sus barbillas hasta llegar al suelo, pequeñas gotas de sudor bajaban por su cien, mantenían la respiración agitada. En un lanzamiento la pelota salió fuera.
—¡Fuera! ¡Cambio de lado! —indicó Anko con voz alta y firme.
—Jueguen así desde el inicio... —susurró la capitana del equipo contrario, tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido.
—Vaya... Ya se acabo, al fin. —soltó la castaña de mechones blancos.
Chieko volteó a ver a la más alta, ladeó la cabeza—¿De qué hablas? —preguntó con confusión, la chica de ojos bicolores la miró de vuelta.
—Ya se acabo el partido, ya ganamos. —soltó con seriedad, puso sus manos en su cintura—Digo... Era un partido de cinco juegos. —agregó sonriendo.
—No exactamente, sólo ganaron un juego. —dijo la adorable chica haciendo que la mayor soltara un "¿Eh?"
—Pero entonces... ¿Cómo se gana en este juego? —preguntó con confusión, sus pupilas se hicieron color negras.
Chieko sonrió—Si anotas cuatro puntos, significa que ganas un juego. —explicó con detenimiento, tal parecía que había un tablero a lado de ellas marcando lo que Chieko decía, ambas chicas se habían convertido en chibis.
—En un partido como este el equipo quien consiga ganar tres juegos primero gana el partido. —agregó alzando sus tres dedos, sus ojos eran redondos.
—Entonces tienen que ganar dos más... —murmuró alzando su vista hacia arriba.
Parecía que había una fiesta en el lado del club de tenis de Private School, los integrantes celebraban su primer juego ganado, ansiaban ganar los demás.
—No se confíen. —murmuró Ariana apoyando sus codos en sus piernas, alzo un ceja. Las integrantes voltearon a verla—Se pondrán serias... —agregó frunciendo el ceño, su mirada se sombreó por la sombra que le daba su visor.
—Ganemos este juego Shiwa. —murmuró con seriedad hacia su otra compañera.
—Si, somos las mejores, jugaré bien en este y los demás. —respondió sonriendo. Ambas chocaron las palmas y después se pusieron en posición.
ESTÁS LEYENDO
Private School [en curso]
Teen Fiction"En un corazón dulce y puro, aguardan los recuerdos más dolorosos". En la pintoresca ciudad de Japón, dos almas destinadas a cruzarse se encuentran en los pasillos de la prestigiosa Secundaria Privada. Chieko Iketa y Saiki Oroki; ambos son miembros...