El Alfa que odio, ¿es mi Alfa?

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Debido a la fuerte tormenta de nieve que azotaba ese día su ciudad, se vio obligado a celebrar solo con su familia y los Moon, ya que estos continuaban en su hogar debido al frío y la ausencia del Alfa de la familia. Dongmin no se quejo, bueno si, al principio cuando Bin lo regaño por llevar un pantalón tan ajustado y una camisa suelta muchas tallas arriba de la suya. Le dijo que ese tipo de vestimenta no debía usarla frente a todos.

Dongmin sólo sonrió al ver como el Alfa seguía siendo un posesivo absurdo sobre él a pesar de conocerlos desde niños. Sí, le molestaba y a veces quería asesinarlo, pero ese día, en que su Omega estaba muy emocionado, a él no le molestaba del todo. Porque recordaba claramente las palabras de Sanha horas antes: "Binnie te ama, pero es demasiado tímido para decirlo, así que es posesivo contigo para demostrarlo. No digo que esté bien, pero es su forma y le gusta"

A él le gustaba Bin.

No hizo muy obvia su emoción, pero su Omega estaba más que feliz aullando mientras movía la cola y las orejas, desprendiendo su dulce aroma por todos lados de la casa. Dongmin solo podía sentir la felicidad aumentando en su cuerpo y el latir de su corazón contra su pecho. Seguir diciendo que lo odia, cuando en realidad es todo lo contrario, ya resulta cansado para él, pero tampoco es que vaya a decir que lo ama infinitamente y que su aroma a café amargo con cocoa y petricor le vuelve loco. Hay límites.

Dongmin conoce los suyos.

—¡Oye! Estoy molesto aquí, ¿en qué mierda piensas? ¿Es un Alfa? ¡Dime quién es y en este momento le rompo la cara al imbécil!

—Ya relájate. — pidió abrazándolo haciendo que Bin abriera los ojos sorprendido y un poco asustado, pero recuperándose enseguida para abrazarlo con posesividad e inhalar su cuello, donde el delicioso aroma a galletas, fresa y miel se sentía más fuerte. — estaba pensando en cuando éramos más niños y dijiste que era feo.

—Tú siempre has sido bonito, nunca fuiste feo. Incluso cuando te levantas y estás todo hinchado, eres hermoso. — respondió el Alfa totalmente perdido en el aroma del Omega.

Amaba la miel, bueno en realidad los odiaba, pero en Lee Dongmin era maravilloso y de alguna forma lograba que Bin la amará. No como para comerla, pero si como para comerse a Lee Dongmin.

—¿Realmente me odias? — preguntó el Alfa de la nada haciendo que cierto toque triste llegue a la nariz del Omega y que este se aleje para apretar las mejillas del más alto. Dongmin es bajito, Bin es muy alto, pero cuando están cercanas, como en ese momento, la estatura no importa.

—Un poquito, pero realmente es tu culpa. — confesó sin permitir que el Alfa bajará la mirada. — puedes dejar de ser tan posesivo sobre mí y con eso se resuelve mi odio. Porque realmente me metes en problemas todo el tiempo gracias a ello.

—Lo hago para que los demás Alfas no se acerquen a ti. — respondió.

—Nadie se me acerca, Bin. Y en mis proyectos terminó solo con Sanha, ¿Crees qué eso es sano para mí y mis relaciones sociales? Tengo 17 años, Bin y solo tengo amigos Omegas y a ti.

—Yo no soy tu amigo. — dijo a toda prisa y Dongmin sintió que el corazón se le partía en miles de pedazos al escucharlo. Bin al darse cuenta atrapa las mejillas del Omega con su manos y lo obliga a mirarle. — yo soy tu Alfa.

El Alfa que odio, ¿es mi Alfa?

Fue su primer pensamiento antes de sonrojarse y huir del Alfa a toda prisa.