Dongmin suspiro mirando la ventana de la sala con aburrimiento. Era sábado y en lugar de estar peleando con Bin como todos los días, estaba aburrido sin hacer nada. Quería salir con Bin y quizás hacer enojar a Sanha, pero entendía el punto de los señores Moon. La desaparición del Alfa no había sido para nada divertida y desde luego que no lo dejarían hacer lo que quisiera después de ello. Y los entendía, en serio que sí, pero los mayores también debían entender que, aunque al principio se negó porque según él lo odiaba, era su Alfa y lo necesitaba. Mínimamente para pelear o para que lo dejará impregnado de su aroma como todos los días.
Un suspiro brotó de sus labios sin poder dejar de mirar la gran ventana de su habitación, estaba acostado sobre su cama, sintiendo a su Omega triste por la ausencia del Alfa. Aunque su cama apestaba a él, no parecía suficiente en lo absoluto.
—Binnie debería estar aquí. — dijo haciendo un puchero mientras se giraba en la cama y ahora miraba el techo con estrellas y medias lunas pegadas en él. Y entonces pensó que si Bin estaba castigado, él podía fingir que iría con Sanhie y así podría ver al mayor. Se levantó sonriendo de solo pensar en esa magnífica idea. Tomó su abrigo favorito y bajó las escaleras corriendo. Estaba tan feliz y emocionado que poco le importaba el regaño que su madre le fuese a dar apenas lo viera.
Y vaya sorpresa se llevó al llegar a los primeros escalones de la casa pues Moon Bin se encontraba entrando a su casa detrás de su hermano mayor. Su Alfa iba sonriendo y la ropa deportiva negra lo hacía ver tan guapo que su Omega aulló aún más enamorado. El aroma del Alfa llegó a su nariz y como si fuese un imán se lanzó a sus brazos con piernas y cuerpo entero y el mayor muy gustoso lo atrapó.
—¡Te extrañe, Binnie! — dijo Dongmin sintiéndose muy feliz entre sus brazos.
—Yo también a ti, Minnie.
—Sí, sí, sí, muchos se extrañan, pero esto ya no va a ser lo mismo que antes. — interrumpió Hyuk tomando a Dongmin de la cintura mientras lo aleja del otro Alfa que por instinto le gruñe. — no me estés gruñendo. — le dijo. — y tú, vete a tu cuarto, nosotros tenemos cosas de adultos que hacer.
—Que tengas casi 22 años no quiere decir que lo seas. — habló Dongmin algo eufórico. — anda y no le diré a mi mamá tu secreto.
—Dije que no, Min. — Hyuk le dio una última mirada a Dongmin antes de alejarse. Bin miró a su amigo irse y luego la bonita carita de Dongmin que ahora tenía un puchero.
—Él tiene reglas ahora, como antes que podía estar detrás de ti todo el tiempo. — habló Bin atrayendo su atención otra vez. — descuida, trataré de hacer algo, ¿okay? Por ahora, creo que es buena idea que vayas a tu habitación. Te mandaré mensajes en la noche, ¿está bien?
—Ya que, pero dame un besito, Alfa.
Bin sonrió y sin dudarlo lo besó. Los labios de Dongmin sin duda eran sus favoritos, eran suaves, dulces y esponjosos, eran un deleite para él. Le encanta la forma en que Dongmin sabía usarlos, como hacía a su mundo girar en mil direcciones y como todo su cuerpo temblaba de una forma placentera. Si no tuviese esta buena imagen de Alfa dominante y posesivo, Bin probablemente fuera un lindo Omega.
Al separarse de aquel hermoso beso en que estallaron fuegos artificiales a su alrededor, Dongmin lo abrazó con fuerza. Dejando su dulce aroma en la ropa del Alfa como el mayor solía hacer con él.
—En verdad te extraño, Binnie. — volvió a decir.
—Lo sé, yo también te extraño a ti, Minnie. Y te prometo que en cuanto mis papás me perdonen tú y yo saldremos a pasear, ¿okay?
—¿Es una promesa? — preguntó el Omega alejándose del Alfa un poco para poder mirarlo a los ojos.
—Es una promesa.
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El Alfa que odio, ¿es mi Alfa?
FanficLee Dongmin es un tierno y adorable Omega de grandes mejillas, piel canela y estatura bajita, tiene la fama de ser el Omega perfecto para cualquier Alfa en la tierra, incluso aquel chico con el que vive peleando todo el tiempo. Moon Bin es un Alfa...