Un día nublado, perfecto para estar en su habitación leyendo un libro mientras bebe una deliciosa taza de chocolate caliente con galletas y un toque de café amargo, cubierto por las sábanas y con la suave música de su celular.
No para estar discutiendo con un Alfa imbécil que no puede entender que él ya no es un bebé como para que todo el tiempo esté detrás de él. Bin lo adjudica a que Dongmin aún es muy menor con tan sólo 16 años de edad. Bin es casi un graduado de la Universidad con 21 años. Y sí, su escuela es un colegio de paga donde se cursa desde el preescolar hasta la Universidad, de ahí que Bin siempre esté a su lado.
Pero es que, Dongmin ya está harto de que Bin sólo busque marcar su cuerpo con su aroma para espantar a los demás Alfas que tiene por compañeros y hacer enojar a las Omegas por ello. Bin no necesita dar explicaciones de nada, ni siquiera a Dongmin.
Aunque sea el afectado.
—Además, mira como vienes vestido, con esa camisa te vas a resfriar. — dijo cruzado de brazos sin dejar de mirarlo. Dongmin llevaba una camisa blanca con un estampado en el pecho y una chamarra de mezclilla, además de una bufanda y guantes en sus deditos. No estaba para nada mal abrigado.
—¿De qué hablas? Estoy perfectamente bien. — respondió algo molesto. — ¿sabes qué? No quiero seguir discutiendo contigo, es inútil, me voy.
Pero apenas dio un paso su muñeca se vio fuertemente apretada por una cálida mano pues Bin lo estaba deteniendo como todas esas veces en que peleaban y que Dongmin lo quería ignorar yéndose.
—Nunca te di permiso de irte. — dijo el Alfa jalando de él con brusquedad para luego acorralarlo contra los casilleros. El Omega se sintió tan intimidado y sumiso que bajó la mirada a sus libros para evitar los afilados ojos de Bin. Es que, por más que lo intentaba, por más que se repetía una y otra y otra y otra vez que Bin no era alguien bueno con él, su corazón seguía volviéndose loco al detectar su delicioso aroma entre la multitud.
Sí, lo disimulaba muy bien en público, pero al estar a solas, como en ese instante, no podía luchar contra sus sentimientos. Porque le encantaba Moon Bin y su aroma a café amargo con cacao y petricor. Este último era especialmente para él, pero Dongmin ni siquiera lo sabía aún.
Y mientras estaba ahí, siendo admirado por Moon Bin con detenimiento, en aroma del mayor llegó con más fuerza a su nariz, logrando despertar a su Omega enseguida. Sintió todo su interior arder y una desesperación absurda barrer su cuerpo. Le encantaban el café amargo y el cacao, pero era Moon Bin y Dongmin debía seguir conteniendo sus instintos un poco más.
—¿Sabes que hueles de maravilla, Dongmin? — preguntó el mayor oliendo el cabello del menor. Dongmin sólo podía cerrar sus ojos con fuerza. — pero tu estúpida actitud lo arruina.
Aquellas palabras lograron romper todo el encanto del momento junto a la paciencia de Lee Dongmin que de inmediato lo empujó lejos de su espacio personal. Y Bin sólo pudo sonreír como imbécil al ver las bonitas mejillas del Omega muy rojas.
—¡No te quiero cerca de mí, Moon Bin! O te juro que te golpeare. Ahora déjame en paz, imbécil.
Con esas palabras se alejó más que enojado mientras sus feromonas lo dejaban en evidencia ante todos.
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El Alfa que odio, ¿es mi Alfa?
FanfictionLee Dongmin es un tierno y adorable Omega de grandes mejillas, piel canela y estatura bajita, tiene la fama de ser el Omega perfecto para cualquier Alfa en la tierra, incluso aquel chico con el que vive peleando todo el tiempo. Moon Bin es un Alfa...