"𝒩𝑜 𝓂𝑒 𝓅𝒾𝒹𝒶𝓈 𝓆𝓊𝑒 𝓂𝑒 𝓆𝓊𝑒𝒹𝑒
𝒫𝑜𝓇𝓆𝓊𝑒 𝓃𝑜 𝓂𝑒 𝓋𝑜𝓎 𝓂á𝓈"
ᴇʟ Qᴜᴇ ꜱᴇ Qᴜᴇᴅᴀ - ʙᴀʙᴇʙʟᴀᴅᴇ
✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶
Lorenzo estaba deprimido y, cuando eso pasaba, las cosas siempre terminaban mal. Ahora, con un par de tragos encima, estaba recostado en una de las reposeras, mirando a la fiesta con la mirada perdida.
Leandro se sentó a su lado, dado que Lorenzo lo estaba buscando. Cuando lo vio, entendió el porqué de su búsqueda. Se notaba que había estado llorando y que, además, estaba de mal humor.
Lorenzo no estaba bien.
— ¿Qué pasa amigo? —preguntó Leandro.
— No quiero dejar a mi novia, pero ya no podemos seguir así —contestó Lorenzo, amargado— No sé qué hacer, ¿qué harías en mi lugar?
Leandro tenía la respuesta en la punta de la lengua, pero sabía que esta podía ser muy fría. Así que se limitó a decir algo con un poco más de empatía.
— Intentaría arreglar las cosas, ver cómo pueden solucionarlo —dijo— Si la amas, tenés que poner huevo hermano, basta de minitas de una noche, basta de la joda, querela y listo.
— Sí, pero es difícil, los dos nos engañamos, ya estoy harto —murmuró Lorenzo, arrastrando las palabras.
Ludovica apareció con una botella de agua y se sentó al lado de su hermano, y se dispuso a acariciarle la espalda, mientras él se llevaba las manos a la cabeza. Se hizo masajes en las sienes, intentando calmar el dolor que le partía el cerebro.
— ¿Me puedo quedar a dormir? —le preguntó Lorenzo a Leandro— Y Ludo también se tiene que quedar, no puedo manejar así.
— Sí, no hay problema, hay habitaciones para los dos —contestó el jugador del Roma.
Ludovica lo miro y le sonrió en agradecimiento. Lorenzo simplemente chocó las manos con Leandro y se levantó de la reposera, dirigiéndose a una de las habitaciones en donde se dispondría a dormir.
— Nos vemos mañana —dijo Lorenzo, mientras se alejaba.
Leandro y Ludovica esperaron a que Lorenzo desapareciera para sentarse más cerca y hablar un poco de lo que estaba pasando.
— Odio verlo así —dijo Ludovica.
— Sí, yo también.
— Un poco se lo merece, por cagarla todas las noches —siguió diciendo Ludovica.
— No seas así de cruel —le dijo Leandro, sonriendo.
— Dale, si vos también lo pensás —contestó ella.
— Puede ser, sí, que sé yo, no quiero meterme.
Leandro y Ludovica estaban sentados cerca, sus manos apenas rozándose en la reposera en la que se encontraban. De repente, el jugador se puso nervioso, como si estuviera a solas con una chica por primera vez.
— Estás re loca —le dijo Leandro en voz bajita, acercándose al oído de ella.
— ¿Por qué? —Ludovica se hizo la desentendida.
— Porque si Lorenzo se entera de lo que me hiciste, me mata.
Ella dejó escapar una risa sincera, también sintiéndose nerviosa. El alcohol la había puesto tonta, por lo que no podía pensar con claridad, menos con todos los sentimientos que tenía a flor de piel por Leandro.
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𝕄𝕀ℝ𝔸𝔻𝔸 | ʟᴇᴀɴᴅʀᴏ ᴘᴀʀᴇᴅᴇꜱ | +18
Fanfic¿Qué pasa si empezas a sentir cosas por la hermana de un amigo?