𝕄𝕀ℝ𝔸𝔻𝔸 | ʟᴇᴀɴᴅʀᴏ ᴘᴀʀᴇᴅᴇꜱ | +18

８

❝𝒴 𝓆𝓊𝒾𝑒𝓇𝑜 𝒷𝓊𝓈𝒸𝒶𝓇𝓉𝑒 𝓎 𝓃𝑜 𝓈𝑒 𝓂𝑒 𝒹𝒶❞

ꜱᴀᴜʟ ᴠɪʟʟᴀʀᴇᴀʟ

✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

Leandro siempre se sentía inseguro cuando debía asistir a algún evento, por eso había decidido invitar a su grupo de confianza. Entre ellos, estaba Lorenzo y Ludovica.

Se trataba de una gala benéfica, en donde algunos jugadores conocidos entregarían camisetas usadas y firmadas, y luego habría, para los invitados, una fiesta exclusiva en un salón privado.

Al principio, Leandro estuvo con Paulo y Oriana, también con algunos de sus compañeros de equipo, pero a quien realmente necesitaba era a Ludovica. No se sentía seguro sin ella.

Lo entrevistaron en la alfombra roja y puso su mejor cara, cuando en realidad quería salir corriendo de ahí. Le avergonzaban las preguntas: ¿para cuándo una pareja? ¿Estás soltero o con alguien? La edad pasa y no tenés hijo, ¿para cuándo?

No quería que la gente se metiera donde no debía, él era un simple jugador de fútbol y nada más.

Finalizada la gala, Lorenzo, Ludovica y el resto esperaban afuera, para poder entrar junto al resto de invitados extra de parte de los jugadores. Una vez que estuvieron dentro, entonces la fiesta empezó.

La música rebotaba fuerte en las paredes del salón, que estaba apenas iluminado por las luces de fiesta y unas cuantas velas sobre algunas mesas. Lorenzo le había insistido a Leandro con que invitara a Luca, había sido tan insistente, que al jugador no le quedo otra que decir que sí.

Así que ahora estaba sentado, tomando un trago, mientras veía a Ludovica y Luca bailar de mala gana en medio de la pista. Lorenzo se encontraba con su novia, también bailando.

— Me parece a mí o alguien está celoso —le dijo Paulo, apareciendo de algún lado, con una sonrisa en la cara.

Leandro ni siquiera contestó, dignándose a tomar un trago de su vaso.

— Te cargo un rato, boludito —siguió Paulo, sentándose a su lado— ¿Ya saben qué van a hacer con todo lo que les pasa?

— Sí, ella va a salir con Luca y yo con alguien más, mientras vemos cómo decirle las cosas a Lorenzo —le explicó Leandro.

— ¿Y con quién vas a salir? Si ninguna mina te interesa, se te mete una en la cabeza y es difícil sacarte de ahí.

Leandro observó el panorama. A lo lejos, sentada con sus amigas, estaba una periodista con la que había intercambiado algunos mensajes más allá de lo profesional. Ella lo había invitado a salir y él había declinado la oferta, diciéndole que en este momento estaba enfocado en su carrera.

— Voy a salir con ella —dijo, como si fuera fácil.

Entonces se levantó de la silla y se dirigió con las manos en los bolsillos de su traje, directo a donde estaba la periodista.

Victoria trabajaba para un importante medio futbolístico, aunque no la tomaban tan en serio como al resto de sus compañeros. A Leandro le parecía injusto, sabía que era así solo porque era mujer.

— Hola —la saludó en italiano el jugador.

— Hola Leandro, ¿cómo estás? —le contestó Victoria, con una sonrisa de oreja a oreja, invitándolo a sentarse a su lado.

— Estaba pensando en si querías bailar conmigo —dijo él, sin vergüenza alguna.

La periodista esbozó una sonrisa, asintiendo. Leandro le agarró la mano y juntos se dirigieron al medio de la pista, en donde comenzaron a bailar.