Kim Sara R.
El show termina y grito eufórica. Ji-hoon estuvo fenomenal, o quizá debería llamarlo Johan ahora. Definitivamente, demostró que el escenario era suyo por completo. Me siento muy orgullosa de él.
Ellos se retiran y, aunque el show continúa, empiezo a irme. Veo que más gente se va también. Guardo mi teléfono, con el que estaba grabando, y choco con alguien.
–¡Auch! ¡Fíjate por dónde vas! –se queja una muchacha.
–Lo sien... –me doy cuenta de que es Min-ji y no termino la frase.
–Mira quién vino, la "amiga" de Johan.
Volteo los ojos y trato de pasar a su lado para evitar una escena, especialmente en el debut de Ji-hoon. Ella me agarra del brazo con fuerza y volteo.
–Déjame ir, Min-ji. No hagas una escena.
–Aquí no puede defenderte Johan, así que no te sientas superior.
–Solo estoy siendo madura, deberías serlo también.
Min-ji se enfurece más, y sus amigas también empiezan a acercarse.
–La única loca aquí eres tú.
En ningún momento dije eso, pero si ella se sintió así, es su problema. Me doy vuelta y vuelvo a caminar. Entonces, ella grita:
–Te escuché llorando en el baño, ¿te dolió que no fueras alguien para mí?
Me vuelvo a girar y trato de respirar con calma.
–No, me dolió creer que eras una amiga y que solo quisieras usarme para tu conveniencia.
–No sirves para nada, solo para acercarme a Johan.
Frunzo el ceño y siento un nudo en la garganta. No puedo llorar ahora, no frente a ella.
–¿Pero quién diablos eres tú?
Escucho a Ji-hoon a mis espaldas y Min-ji, junto a las otras chicas, ponen cara de terror.
–Johan, no es lo que piensas, solo estábamos hablando con Sara.
–No te hagas la estúpida, escuché todo.
–Pensé que ya le había dicho todo –murmura una chica desde atrás.
–Johan, solo es un malentendido. Solo tuve una discusión con Sara.
Ji-hoon se pone a mi lado y me agarra de la muñeca.
–No se vuelvan a acercar a Sara, y no quiero volver a verlas en nuestros conciertos. No son bienvenidas.
Se da la vuelta y me jala de la muñeca para que lo siga. Caminamos juntos y, antes de entrar al camerino, me mira.
–¿Por qué no me dijiste nada y te guardaste todo sola? Soy tu amigo y me importas.
Suelto unas lágrimas que estaba conteniendo y le respondo:
–Me enteré hoy en la mañana y tú estabas ocupado ensayando. Quería que te concentraras en tu debut.
–Lo entiendo, pero puedes confiar en mí. En estas situaciones debes apoyarte en tus amigos.
–Le conté a Jia y venir a verte cantar, me hizo olvidarme de todo.
Sonríe y me pide permiso antes de abrazarme. Correspondo al abrazo.
–Gracias, realmente quería irme.
–No te preocupes, aquí estaré siempre.
Nos separamos y voy al camerino. Él se retira para cambiarse y se ofrece a llevarme a casa en taxi. Nos subimos al taxi y el resto del camino lo pasamos en silencio.
Nos despedimos y él se va. Se comportó como un buen amigo y un gran caballero.
...
Han pasado muchas situaciones que me han hecho perder la estabilidad. Las nuevas experiencias y el cambio me hacen sentir todo a flor de piel. Es momento de retomar el diario de terapia.
Hace aproximadamente dos años, inicié terapia, pero cuando me mudé, acordamos tomar un receso. Ella me dijo que volviera cuando lo necesitara, y creo que ahora es un buen momento.
Aprovecho que es fin de semana para ir a comprar una libreta y algunos útiles. Busco en internet la ruta del tren y, por si acaso, le pregunto a Jia. Ella me da buenas indicaciones y salgo de los departamentos.
Camino hacia la estación y no tardo mucho en llegar. Me subo al tren y saco mis audífonos para escuchar música.
En mi playlist suena "Sweater Weather" de The Neighbourhood, y miro el paisaje. No me había detenido a pensar en lo hermoso que es Corea. Han pasado tantas cosas que siento que mi vida se ha convertido en una maratón, y cuando antes tenía el control de decidir cuándo parar, ahora se ha estropeado y dudo si estoy haciendo lo correcto.
Recibo una llamada de Kang So-Noo, pero prefiero no contestar. Necesito este día para mí, para poder canalizar mis emociones y desechar las que me provocan malestar.
Me bajo en la estación y, cuando estoy a punto de subir las escaleras, alguien toca mi hombro y volteo. Es So-Noo.
–Hola, te llamé porque te vi en el tren, pero no contestaste.
–Disculpa, no fue con mala intención. Necesitaba estar sola.
–Lo entiendo, es algo que nos sucede a todos.
–¿A dónde vas?
–A ver a mi terapeuta. Desde lo del robo, mi papá quiso que viera a una, y conecté con ella enseguida.
–Es genial.
–¿Tú cómo llevas la situación?
–Si te soy sincera, con tantas cosas que han pasado, no he tenido tiempo de procesar todo. Quizá vuelva con mi terapeuta, pero debo coordinar horarios.
Comenzamos a subir las escaleras y seguimos platicando.
–Si se te hace complicado, puedes ir con mi terapeuta. Es muy buena y estaría encantada de recibirte.
–Muchas gracias, lo pensaré.
Llegamos a la calle principal y él se despide porque va en otra dirección. Camino hacia la tienda Daiso y tardo unos minutos en llegar.
Compro una libreta, unos plumones y plumas, una taza, una bolsita para maquillaje muy bonita, y doy por terminadas mis compras de hoy. Camino de regreso a la estación e inhalo aire profundamente. Creo que un respiro de la vida agitada está bien de vez en cuando.
Escuchando música y pensando en la semana que tuve, el trayecto se me pasa rápido. Llego a mis departamentos y le mando un mensaje a mi psicóloga de México.
No tarda mucho en contestarme, y la noticia me cae como un balde de agua fría. "Ya estoy jubilada, preciosa". No puede ser...
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Hola lindas y lindos. Disculpen la demora de casi 3 semanas enteras.
Salí de viaje, cerré ciclos y pasaron muchas cosas en mi vida.
Espero les guste este episodio y quiero que sepan que Sara es un reflejo mío, por eso va a terapia. Llevo un año y meses llendo a terapia y la verdad me cambio la vida. Se los recomiendo.
No olviden comentar y los veo el siguiente viernes. 🫶🏼🤓💖
By: TeiryMerice♡
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Detrás del escenario (PUBLICANDO)
RomanceKim Sara Rodríguez, una joven mexicana con raíces coreanas, emprende una emocionante aventura al mudarse a Corea del Sur para seguir una maestría. Desde el principio, su vida en Seúl se ve sacudida por un incidente aterrador: un robo en una tienda l...