ISIDARA Y RAMSÉS

capitulo 15

Ramsés e Isidara caminaban junto al río Nilo, un paseo que en otras circunstancias hubiera sido sereno, pero hoy la tensión era palpable. Ramsés, con el ceño fruncido y la mandíbula apretada, apenas podía contener su enojo.

Isidara lo notó inmediatamente.

Isidara: "Ramsés, has estado callado todo el paseo. ¿Qué te sucede?"

Ramsés, en lugar de responder de inmediato, apretó los puños, deteniéndose para mirarla con una mezcla de frustración y enojo.

Ramsés: "Es Tarek. No soporto cómo se acerca a ti. ¿No te das cuenta de lo descarado que es?"

Isidara frunció el ceño, sorprendida por el tono cortante de Ramsés.

Isidara: "¿Tarek? Pero Ramsés, solo es un amigo de Menfis. No hay nada más."

Ramsés soltó una risa amarga, sin poder contener la furia que sentía al recordar cómo Tarek había mirado a Isidara en su último encuentro.

Ramsés: "¿Un amigo? ¡Ese hombre te mira como si quisiera algo más! Y lo peor es que no hace ningún esfuerzo por ocultarlo."

Isidara suspiró, intentando calmar la situación.

Isidara: "Estás exagerando, Ramsés. Tarek no significa nada para mí. Estamos comprometidos, y tú eres mi prioridad."

Ramsés cruzó los brazos, su mirada se endureció, dejando claro que no estaba dispuesto a ceder.

Ramsés: "No me importa lo que él signifique para ti. Lo que me importa es que se atreva a comportarse como si tuviera algún derecho sobre ti. Debes recordar, Isidara, que este matrimonio no es solo por amor. Es una alianza estratégica. Tu deber es respetarlo."

Isidara se detuvo en seco, sintiendo que las palabras de Ramsés la golpeaban como una bofetada. Lo miró con incredulidad, y luego, con un tono de enfado, respondió.

Isidara: "¿Respetarlo? Ramsés, ¿me estás diciendo que me case contigo solo por una alianza? ¿Eso es todo lo que soy para ti? ¿Una pieza en un juego político?"

Ramsés, sin comprender del todo el efecto de sus palabras, la miró confundido.

Ramsés: "No es eso, Isidara. Pero tienes que entender que nuestro matrimonio es más grande que nosotros. Hay expectativas, y debes cumplir con ellas."

Isidara lo miró con una mezcla de dolor y rabia. Su voz temblaba de indignación.

Isidara: "¡Cumplir con ellas! Hablas como si ni siquiera me conocieras, como si yo fuera solo un medio para un fin. Yo pensaba que esto era algo más, algo nuestro, pero parece que solo te importa lo que los demás piensan."

Ramsés, sintiendo cómo la situación se le escapaba de las manos, intentó justificarse, pero su tono aún era autoritario.

Ramsés: "Isidara, no es lo que quise decir. Claro que me importas, pero no puedes ignorar que somos parte de algo más grande. Nuestro matrimonio unirá a Egipto, es nuestra responsabilidad."

Isidara, herida por la frialdad de sus palabras, dio un paso atrás, separándose de él.

Isidara: "Pensé que me amabas por quien soy, no por lo que represento. No quiero ser parte de un matrimonio donde no soy vista como una persona, sino como un símbolo."

Ramsés, ahora preocupado por cómo había llevado la conversación, extendió la mano hacia ella, pero Isidara la rechazó.

Ramsés: "Isidara, por supuesto que te amo. No quería que lo vieras de esa manera."

Isidara, con la mirada firme, lo interrumpió.

Isidara: "Lo dijiste claro, Ramsés. No soy solo una persona para ti. Soy una pieza en tu estrategia. Y eso, nunca lo olvidaré."

Ramsés, dándose cuenta de su error, intentó acercarse nuevamente, pero Isidara se giró, comenzando a caminar de vuelta hacia el palacio.

Ramsés: "Isidara, espera. No quise decirlo así. Hablemos de esto."

Isidara, sin mirarlo, continuó avanzando, su voz firme y decidida.

Isidara: "No hay nada más que decir, Ramsés. Si este es el tipo de relación que deseas, quizás deberías casarte con alguien más que entienda mejor las 'expectativas' que mencionas."

El silencio se adueñó del lugar mientras Ramsés observaba cómo Isidara se alejaba, sintiendo la gravedad de sus palabras y el impacto que habían tenido en ella.