~ Hora de jugar.

242 17 1
                                    

Nuestra historia

El aire frío de la tarde golpeaba con suavidad su rostro, en su mano yacía la última fotografía de Yūji, misma que había conservado oculta durante tantos años entre sus viejos recuerdos.
El día para decirle "adiós" por fin había llegado y antes de poder romperla en muchos pedazos, el teléfono móvil que descansaba en su bolsillo comenzo a vibrar.

Sabía quien era y no deseaba contestar, sin embargo, necesitaba hacerlo.

~ ¿Cómo puedes hacerme esto, después de lo que hice por ti?

— ¿Qué se te ofrece, Yūji?, ahora no tengo tiempo que perder contigo.— fue frío, dando un vistazo al paisaje desde su balcón.

~ ¿Qué significan estos papeles?

— ¿No es obvio?— bromeó.— Mi abogado debe haberte explicado la situación con detalle para evitar malos entendidos.— tras unos días de mucho conversar con el menor, este le había dado su respuesta.

Escucharía a Yūji y Geto con una sola condición de por medio.

~ No voy a entregarte a mi hijo.

— No pienso quitarte a nadie, no soy tan cruel como tú.— se reía con sarcasmo, en el fondo le dolió.— Lo único que pido es la custodia compartida y que Geto renuncie a su papel como padre, quitando su apellido para darle el mío.— incluso para Satoru resultaba increíble.

Pero estaba dispuesto a todo con tal de hacer feliz a su hijo y pensar que compartirían el nombre simplemente lo alegraba.

~ Eso es demasiado, no puedes hacerme esto.

— ¡Ya fue suficiente, Yūji!— gritó con molestia.— ¿Acaso no puedes pensar en el bien de tu propio hijo por una vez en tu vida?— ya estaba cansado.— Ya no es un niño y es consciente de sus decisiones.— suspiro.— Legalmente puede decidir con quien estar y en este momento es a mi lado donde quiere quedarse.— terminó.

Dejando unos segundos el silencio.

~ Satoru, yo...

— Firmen los papeles por las buenas, de lo contrario me veré obligado a llevarte ante la corte para exigir mi derecho.— volvió su calma.— Una vez que lo hagas envíaselo a mi abogado y espera mi llamada, entonces Tohru aceptara volver y hablar con ustedes.— dijo, antes de terminar la llamada.

Se agotaba muy fácil con ese tema, pero se mantenía firme pues pronto todo acabaría.
Y su sonrisa mágicamente apareció cuando la puerta del apartamento se escuchó.

— Papá, ya volvimos.— exclamó emocionado desde ahí, buscando con la mirada al mayor, quien rápidamente salió de su habitación.

— ¿Cómo les fue?— preguntó curioso.

— Súper.— lo abrazó con fuerza.— Había mucha comida y no sabíamos que elegir.— apartándose luego de unos segundos.

— Hemos trabajado mucho últimamente, así que compre un poco de todo para celebrar el final del proyecto.— Ijichi se fue a la cocina, donde se encargaría de ordenar la mesa.

— Me parece perfecto.— el Alpha estaba feliz.

Después de tantos años estaba experimentando la calidez de un hogar, junto a su hijo y personas importantes.
Ya no se iba a la cama sin cenar o con tristeza, no había más llanto antes de dormir y cada mañana al despertar, agradecía que no fuera un sueño.

Esa misma noche, Satoru término por romper la fotografía, antes de lanzarla a la chimenea.
Un poco después, tomó su teléfono y llamó a Higuruma para agradecerle su buen trabajo.

Nuestra historia [GoIji] [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora