༻ Nuestra historia ༺
— Si permito que Kiyotaka entre en la vida de mi hijo es porque él tiene derecho a convivir con su medio hermano.— Satoru confesó sin querer.
Dándose cuenta de lo que había hecho sólo unos segundos después.
A pedido de Ijichi, esa información debía mantenerse en secreto hasta encontrar el momento preciso de hablar con la familia.— Me... ¿Medio hermano?— el omega peli rosa quedó paralizado.— ¿Ijichi, esta...?— no pudo decir más, era una gran impresión.
— Creo que ya dije demasiado.— mencionó, antes de alejarse lentamente de la mesa.— Espero que sea la última vez que ocurra algo así, porque de lo contrario; una advertencia no me será suficiente para mantenerte alejado de nosotros.— amenazó sin titubear.— No me obligues a levantar una orden de alejamiento.— le dio la espalda.— Adiós, Itadori.— se despidió, esta vez para no volver a mirar atrás.
Todo contacto terminaba ahí, Gojō deseaba disfrutar libremente de su felicidad, al lado de quienes realmente lo amaban.
En aquella mesa y rodeado de personas desconocidas, Yūji por fin lo entendía.
Satoru nunca le perteneció.
A pesar de haber aceptado seguir adelante, no podía, su alma seguía aferrándose a un vago recuerdo de su juventud.
Deseando que todo se tratase de un mal sueño y que al despertar, todo fuera una cruel pesadilla.Pero no era así.
Ya no más.
Y todo el peso de esa realidad le cayó encima, semanas después, cuando tuvo que ver a su hijo vistiendo prendas formales.
— ¿Ya es hora?— curioso, Itadori ingreso a la habitación de su cachorro para ver cómo iba.
— Si, me iré pronto, la ceremonia comienza a medio día.— respondió con honestidad.
A pesar de todo lo que había ocurrido, Thoru aún deseaba llevarse bien con su madre, es por ello que lo visitaba constantemente para no dejarlo solo por mucho tiempo.
Y ya que todo el mundo hablaba del gran día, era imposible ocultarle a Yūji que iría a la boda de su padre.
— Te ves tan apuesto.— le hizo un cumplido, al mismo tiempo que intentaba mostrar una leve sonrisa.
En el fondo, su corazón se estrujaba y una sensación de vacío aparecía en su pecho.
Sufrir en silencio sería su nuevo castigo y no tenía más opción que cumplir con esa condena.— Gracias.— el menor respondió, mirando atentamente a su madre durante algunos segundos.
Con sólo ver su expresión lograba darse cuenta de lo mal que la estaba pasando.
Sin embargo, no mencionaría nada para hacerle sentir mejor en ese momento, ya que Satoru le había pedido no intervenir más en ese tema.— Felicitalos de mí parte, quieres.— pidió como último acto de desesperación.
— Claro, lo haré.— no supo como negarse, así que le mintió.
Lo último que deseaba era arruinar un día importante para su padre e Ijichi.
Tras despedirse, el omega peli negro tomó su abrigo, el regalo que entregaría y salió de casa, listo para subirse al auto e ir al evento.Aunque lucia sencillo para ahorrar tiempo y estrés, se aseguraron de que fuera algo especial, rodeados de aquellas personas a quienes consideraban importantes.
El pasillo de la iglesia relucía hermosas flores blancas y los candelabros que colgaban del techo brindaban un toque más elegante.Los invitados esperaban impacientes por la entrada del novio.
De pie frente al altar, Satoru sentía los segundos pasar como horas.
Y entonces su corazón se aceleró en cuanto lo vio de pie a la distancia.Luciendo un traje blanco hecho a la medida, Ijichi aparecía en la entrada de la iglesia.
Se le veía igual de nervioso que a Satoru, no obstante, nadie podía negar su buen aspecto.Dando un largo suspiro y mostrando una sonrisa, el omega peli negro dio el primer paso al interior, logrando que todos los presentes se pusieran de pie inmediatamente.
— Te ves tan hermoso.— Satoru le tendió la mano cuando estuvo lo suficientemente cerca, recibiendolo con alegría.
— Y tú eres muy apuesto.— respondió a su cumplido, correspondiendo al toque.
Bajo la atenta mirada de los invitados, alpha y omega se juraban amor eterno.
Estaban dispuestos a intentarlo una vez más, confiando en el futuro brillante que planeaban construir.Con un corto y tierno beso, sellaron su compromiso, desatando una oleada de aplausos, los cuales les recordaban que ya no estaban solos.
Y una vez que la ceremonia terminó, caminaron nuevamente por el pasillo de la iglesia, pero esta vez tomados de la mano... como la nueva familia que eran.Siendo felicitados una vez más por la boda.
Parecían estar disfrutando del momento, excepto alguien.
A la distancia, oculto al interior de un taxi, Itadori apreciaba tristemente lo feliz que se veía Satoru al lado de Ijichi.
Muerto de curiosidad, el omega peli rosa no pudo evitar seguir a su hijo hasta el evento.Donde, durante largos y tortuosos minutos, pensó seriamente en irrumpir para cancelar el compromiso, aunque se vio obligado a desistir en el último segundo.
Permitiendo que sus lágrimas salieran, una a una descendían por sus mejillas.
— ¿Se encuentra bien?— al ver tal escena en el asiento trasero, el chofer no pudo evitar preguntar por el estado de Yūji.
— Si.— respondió a secas, sin apartar su apagada mirada de la feliz pareja.
— ¿Por qué no baja a felicitarlos?— interrogó, dándose cuenta de lo que realmente sucedía.
— No es necesario.— dijo, antes de limpiar su rostro con ayuda de un pañuelo.— Ya es muy tarde para hacerlo.— sonrió con melancolía.
En ese momento sólo podía pensar en el "hubiera".
Sabía que la esposa habría sido perfectamente él, años atrás, si no se hubiera desatado el infierno por culpa de su hermano.
Sin embargo, ya era muy tarde para enmendar ese error y con la resignación en su corazón.Itadori les deseo lo mejor con palabras al aire, antes de pedirle al taxista que reanudara el viaje.
Satoru ya estaba mucho mejor, en las calidad manos de Ijichi, su nuevo amor.
~ Rody. 𐂂
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Nuestra historia [GoIji] [Omegaverse]
FanfictionTras descubrir una supuesta infidelidad por parte de su pareja, Itadori Yūji decide terminar su relación con Satoru Gojō, sin darle la oportunidad de explicarse y ocultándole su embarazo. Sin embargo, el destino parecía tener otros planes para ello...