𝟬𝟮 | 𝖳𝗁𝖾 𝗉𝗋𝗂𝗇𝖼𝖾𝗌𝗌 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝗍𝗋𝖺𝗏𝖾𝗅 𝗍𝗈 𝖡𝖾𝗋𝗄

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LA MAÑANA en el castillo era tranquila, pero eso cambió rápidamente cuando Arabella entró en mi habitación con esa expresión en su rostro que prometía problemas

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LA MAÑANA en el castillo era tranquila, pero eso cambió rápidamente cuando Arabella entró en mi habitación con esa expresión en su rostro que prometía problemas.


Me encontraba en mi escritorio, revisando unos documentos del reino, cuando ella se plantó frente a mí.

── Astrid, tenemos que hablar ── dijo con un tono serio.

No voy a mentir, en este momento estaba pensando en que hice esa semana: ¿Se habrá enterado que le rompí sus guantes? ¿Que le corté el cabello a su hijo mientras dormía? ¿Que perdí su collar de oro?

── ¿De qué se trata? ── respondí, sintiendo un nudo en el estómago.

Mi hermana tenía esa habilidad de hacer que incluso las noticias más banales sonaran como si el destino del reino estuviera en juego.

── Te he comprometido con Hiccup Haddock, el futuro jefe de la tribu de Berk ── dijo, cruzando los brazos. En ese momento, supe que no era nada bueno.

── ¡¿QUÉ?! ── exclamé, el eco de mi grito resonando en la habitación.

── Astrid, por favor, cálmate ── dijo Arabella, su voz teñida de una calma que me irritaba profundamente.

── ¡No me pidas que me calme! ¡Maldición! ¡Me acabas de comprometer con un desconocido! ¡No tengo idea de quién es Hiccup Haddock!

── Por favor, comportémonos como personas racionales ── dijo, tratando de imponer un tono de control.

── ¿Racionales? ¡¿RACIONALES?! ── grité, mi ira burbujeando a la superficie──. ¡No me pidas ser racional! ¡Mucho menos cuando me comprometes a mis espaldas!

La decepción y el enfado me invadieron. ¿Cómo podía hacerme esto? ¿Cómo podía esconderme algo tan importante?

── ¡Deja de comportarte como una niña, Astrid! ── intervino Arabella, su voz llena de autoridad.

Mis manos comenzaron a brillar con una energía incontrolable, mi poder fluyendo a través de mí. No quería usarlo contra mi hermana, pero la impotencia me hizo perder el control.

── ¡Si querías deshacerte de mí, me lo hubieras dicho! ¡Yo misma me hubiera largado de este maldito castillo! ── grité, mi frustración alcanzando niveles insostenibles.

Arabella me miró con sorpresa y enojo. Entonces, un ruido ensordecedor interrumpió nuestra discusión: un jarrón cayó al suelo y se hizo añicos. Me giré para ver los fragmentos esparcidos por el suelo.

── Ayy no, era mi jarrón favorito ── murmuró Arabella mientras se agachaba para recoger los vidrios rotos. Volvió a mirarme, y su expresión se tornó seria.

𝑴𝑬𝑫𝑫𝑳𝑬 𝑨𝑩𝑶𝑼𝑻 | 𝐇𝐢𝐜𝐜𝐬𝐭𝐫𝐢𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora