Intensa-Mente - El Pasado vuelve

CAPITULO 3

EL PRIMER ATAQUE, Y EL DOCUMENTAL..

Era una noche tranquila en el cuartel general de las emociones, y el guardia de seguridad, encargado de vigilar las instalaciones, estaba en su pequeña oficina. Con una expresión cansada, decidió ver un documental sobre Temor y Desagrado para pasar el tiempo. La pantalla del televisor emitía una luz suave, y el guardia murmuró para sí mismo,

—Este documental está de la chingada. ¿De verdad alguien puede tomar en serio a esos dos? Todo el rollo de Temor y Desagrado es un pinche chiste.

De repente, el celular del guardia sonó, rompiendo el silencio de la noche. Miró el teléfono con pereza y contestó,

—Hola, ¿sí? —dijo con voz somnolienta, sin esperar nada fuera de lo común.Pero la llamada era una trampa. Antes de que pudiera reaccionar, una sombra emergió de las profundidades del pasillo. Con rapidez y precisión, el asesino apuñaló al guardia en el cuello.

Un grito ahogado escapó de sus labios mientras la sangre comenzaba a brotar, y el guardia, en un intento desesperado por salvarse, se arrastró por el suelo, dejando un rastro rojo a su paso.

Mientras el guardia se desangraba lentamente, el asesino encendió la música a un volumen alto, llenando la oficina con una melodía inquietante. La melodía contrastaba con el caos que se desarrollaba en la pequeña habitación.

Con frialdad y calma, el asesino limpiaba el cuchillo manchado de sangre con las manos, revelando su rostro a traves de la iconica máscara blanca de Ghostface.

El guardia, con sus últimos momentos de vida, miraba con desesperación mientras la música seguía sonando.

—¡PORFAVOR! —murmuró, su voz desvaneciéndose lentamente mientras la sangre se derramaba y el asesino mantenía una calma inquietante.

La figura del Asesino Ghostface, envuelta en el misterio y el horror, se mantuvo en las sombras mientras el guardia, con sus últimos momentos de vida, miraba en agonía. El asesino, sin prisa, se aseguraba de limpiar cada rastro de su presencia. La escena estaba cargada de una sensación escalofriante y un creciente aire de revelación.

Al final, el enmascarado se volvió hacia la cámara de seguridad del cuartel general, saludando de manera siniestra antes de desvanecerse en la oscuridad, dejando atrás un rastro de sangre y terror. La revelación de que el asesino era nada menos que Ghostface añadía una capa adicional de intriga y terror.