Intensa-Mente - El Pasado vuelve

CAPITULO 14

INTERROGATORIO A SOBERBIA Y ALGO PERTURBADOR...

Alegría estaba decidida a desentrañar el misterio, así que reunió a Soberbia para un interrogatorio. La sala de interrogatorios estaba cargada de tensión.

Alegría, con una mezcla de enojo y burla, se sentó frente a Soberbia, que mantenía una expresión imperturbable.

—Bueno, Soberbia, vamos a ver qué tan “misteriosa” eres.

Alegría comenzó, con una sonrisa sardónica.

— ¿De verdad crees que puedes ser el asesino con esa pinta de "poseída del infierno"? Eres la definición de aburrida.

Soberbia frunció el ceño, sus ojos reflejaban desdén.

—¿Y tú qué sabes? — Contestó Soberbia, su voz fría.

— No porque no te guste mi estilo significa que no pueda ser peligrosa. A veces la gente como tú no ve más allá de la apariencia.

Alegría se rió con sarcasmo

—Ay, por favor. No me hagas reír. — Dijo mientras se inclinaba hacia adelante.

— Eres tan plana como un pinche dibujo animado. No pareces tener ni un gramo de valentía para hacer algo así. ¿O te crees la protagonista de una película de terror barata?

Soberbia se levantó lentamente, acercándose a Alegría con una mirada desafiante.

—Tal vez pienses que soy aburrida, pero no subestimes a nadie solo por cómo se ve.

Soberbia dijo, acercándose más.

— Si me estás acusando, tal vez deberías revisar tus propios demonios antes de señalar a los demás.

Alegría levantó una ceja, mirando a Soberbia con desdén.

—¿Y qué si eres aburrida? Eso no te quita el ser sospechosa.

Alegría se cruzó de brazos.

— Eres tan predecible que sería una sorpresa si no fueras la asesina. Aunque con esa actitud, solo pareces una mala copia de Desagrado.

Soberbia se inclinó hacia Alegría, su tono amenazante.

—¿Así que me comparas con Desagrado, eh? Tal vez sí sea como ella, pero con un cuerpo diferente. 

Soberbia susurró, su voz cargada de amenaza.

— No olvides que en este juego, nadie está a salvo, ni siquiera tú.

Alegría sintió un escalofrío mientras Soberbia se acercaba aún más, su rostro casi tocando el de ella.

—No sé qué te crees, pero si crees que me asustas, estás muy equivocada. 

Alegría dijo con frialdad.

— ¿Crees que intimidándome vas a lograr algo? Ni lo intentes.

Soberbia sonrió de manera inquietante.

—No estoy tratando de asustarte, solo de recordarte que la vida es frágil y a veces, la gente más inesperada puede ser la más peligrosa. 

Soberbia se inclinó más cerca, susurrando.

— Descansa bien, porque no tienes idea si despertarás mañana. Tal vez deberías empezar a tener miedo.

Alegría se estremeció, su respiración se volvió irregular. Soberbia se apartó lentamente, su mirada fría y calculadora.

—Tú puedes ser valiente todo lo que quieras, pero no te olvides de que la realidad puede ser mucho más cruel que tus pesadillas.

Soberbia dijo con una sonrisa perturbadora.

Alegría la miró mientras Soberbia salía de la sala con un paso firme, dejando a Alegría con un sentimiento de inquietud y desconfianza. La atmósfera estaba cargada con la amenaza latente de Soberbia, y Alegría sabía que debía estar alerta.