Enredados en el Secreto del Amor | GeminiFourth

Capitulo 4 | Al Amanecer

La noche en el penthouse de Fourth Nattawat fue una experiencia que desafió las expectativas y cruzó todas las fronteras. Los cuerpos de Fourth y Gemini se movieron en una sinfonía de deseo y pasión que no conocía límites. Cada beso, cada caricia, y cada susurro estaba cargado de una intensidad que se volvió casi adictiva. La conexión entre ellos era electrizante, y el tiempo parecía desdibujarse en el calor de su encuentro.

Finalmente, la madrugada se fue acercando con su calma natural. Los cuerpos exhaustos de ambos amantes se entrelazaron bajo las sábanas, respirando en un ritmo acompasado. La luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas creaba un ambiente casi etéreo en la habitación, un contraste con la energía frenética que había definido la noche.

La primera luz del día comenzó a asomarse lentamente, anunciando el amanecer. A las 4 de la mañana, la pasión dio paso al cansancio, y finalmente, ambos se rindieron al sueño. El calor de la noche y la conexión física habían dejado una marca indeleble, y la tranquilidad que siguió fue un refugio bienvenido después de la tormenta.

Cuando el sol se elevó sobre Bangkok, la luz de la mañana comenzó a infiltrarse en la habitación. A las 11 de la mañana, Fourth y Gemini se despertaron, ambos aún envueltos en las sábanas. Los efectos del vino y la pasión de la noche anterior estaban claramente presentes en sus cuerpos, y un silencio incómodo llenó la habitación mientras ambos intentaban procesar la realidad de lo que había sucedido.

Fourth fue el primero en abrir los ojos, su mente aún nublada por el sueño y el alcohol. Miró a su alrededor, notando la luz del sol que entraba por las ventanas. Al girar la cabeza, se encontró con la mirada de Gemini, que también estaba despertando, con una expresión que reflejaba una mezcla de confusión y preocupación.

–¿Qué... qué ha pasado? –preguntó Fourth, su voz aún adormilada, mientras se incorporaba lentamente.

Gemini lo miró con una mezcla de escepticismo y asombro. –Parece que nuestra noche fue más intensa de lo que pensaba. ¿Cómo te sientes?

Fourth se frotó los ojos, intentando despejar la niebla de la noche anterior. –Me siento... confundido. No esperaba que la noche terminara así.

Gemini se sentó en la cama, su mirada fija en Fourth mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas. –Yo tampoco. Lo que comenzó como una cena se convirtió en algo... completamente diferente.

Ambos se quedaron en silencio durante unos momentos, con la mente llena de recuerdos fragmentados de la noche anterior. La pasión que había sido tan palpable ahora parecía un recuerdo lejano, envuelto en una capa de duda y desconcierto.

–¿Qué significa esto para nosotros? –preguntó Fourth finalmente, rompiendo el silencio con una voz que intentaba mantenerse calmada.

Gemini suspiró, su expresión mostrando una mezcla de frustración y reflexión. –No lo sé. Supongo que nos hemos dejado llevar por el momento. Pero lo que sea que haya sido, no podemos ignorarlo.

Fourth asintió lentamente, sintiéndose igual de inseguro. –Es verdad. Pero también necesitamos entender qué es lo que realmente queremos y qué significa esto para nosotros.

Ambos comenzaron a vestirse en silencio, la atmósfera cargada de una tensión incómoda. La pasión que había estado presente durante la noche ahora parecía ser reemplazada por una evaluación cuidadosa de su situación. A medida que se preparaban para enfrentar el día, el contacto entre ellos se volvió más reservado, cada uno intentando procesar el impacto de la noche.

–¿Qué vamos a hacer ahora? –preguntó Fourth mientras ajustaba su camisa, su mirada fija en el suelo.

Gemini se acercó a él, poniendo una mano en su hombro con una expresión seria. –No tengo una respuesta clara en este momento. Pero creo que deberíamos tomar un tiempo para pensar en lo que esto significa antes de tomar cualquier decisión.

Fourth lo miró, reconociendo la sinceridad en la mirada de Gemini. –Estoy de acuerdo. Necesitamos entender lo que esto implica para ambos antes de seguir adelante.

Ambos se despidieron con una mezcla de cortesía y reserva, conscientes de que el encuentro había cambiado la dinámica entre ellos. La conexión física y emocional que habían compartido era innegable, pero el futuro permanecía incierto. A medida que cada uno se alejaba, el eco de la noche anterior resonaba en sus mentes, y la promesa de lo que podría venir se mantenía en el aire.