Capitulo 2 | Choque de Titanes

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El sol había comenzado a desvanecerse en el horizonte de Bangkok, dando paso a la fría noche de invierno. La gala benéfica en el Hotel Grand Bangkok había sido solo el comienzo de lo que se prometía ser una temporada llena de encuentros inesperados. Cuatro días después de su encuentro en la gala, Fourth Nattawat y Gemini Norawit se encontraron de nuevo, pero esta vez en un ambiente completamente diferente: una reunión de negocios exclusiva en una lujosa oficina de rascacielos.

Gemini estaba en su elemento, manejando la sala con una autoridad y perfección que sólo él podía lograr. Su oficina, decorada con un gusto impecable y un diseño minimalista, reflejaba su naturaleza controladora y ególatra. Desde su imponente escritorio, observaba a sus asistentes con una mirada afilada, dando instrucciones precisas que dejaban claro que no aceptaba errores.

–Necesito los informes finales antes del mediodía –ordenó Gemini con voz firme–. Y asegúrate de que todo esté perfecto. La presentación no debe tener fallos.El tono de su voz era el de alguien acostumbrado a tener todo bajo su control, y sus palabras eran una manifestación de su pasión por la perfección. La lealtad de sus empleados a menudo se ponía a prueba bajo su rigurosidad, pero todos sabían que cuestionar sus órdenes era impensable.

Fourth, por otro lado, había sido invitado a la reunión como parte de una posible colaboración en un nuevo proyecto. Aunque no estaba dispuesto a mostrarlo, su ansiedad estaba claramente presente. Su deseo de ser visto como un modelo de éxito estaba en juego, y la perspectiva de trabajar con alguien tan poderoso como Gemini lo inquietaba. Además, no podía negar que una parte de él estaba celosa del control que Gemini ejercía sobre su entorno.Al entrar en la oficina de Gemini, Fourth fue recibido con una sonrisa enigmática y un apretón de mano firme, que en su forma de hablar denotaba el sentido de dominio de Gemini.

–Fourth –dijo Gemini, su voz cargada de un ególatra entusiasmo–. Qué bueno verte de nuevo. Me alegra que hayas aceptado mi invitación.

Fourth forzó una sonrisa mientras tomaba asiento frente al escritorio de Gemini. –No podía perderme la oportunidad de discutir sobre un proyecto que podría ser interesante. Aunque me sorprende la rapidez con la que has organizado esta reunión.Gemini se recostó en su silla, cruzando los brazos con una actitud de autoafirmación. –Soy un hombre que no pierde tiempo. Cuando algo me interesa, me aseguro de que todo se mueva a la velocidad que yo dicte.

La conversación pronto giró en torno al proyecto, pero Fourth no pudo evitar sentirse intimidado por la confianza inquebrantable de Gemini. Cada palabra de Gemini estaba impregnada de una pasión que hacía que todo pareciera más grande de lo que realmente era. El perfeccionismo de Gemini era evidente en cada detalle de la presentación, y su necesidad de control era palpable.–Así que, ¿qué opinas de mi propuesta? –preguntó Gemini, su mirada fija en Fourth, que parecía estar evaluando cada palabra con cuidado.

Fourth, a pesar de su naturaleza osada, se tomó un momento para reflexionar antes de responder. Su carácter manipulador a veces lo llevaba a buscar debilidades en los demás, pero sabía que Gemini era un adversario formidable. –Es una propuesta ambiciosa, sin duda. Pero también es arriesgada. ¿No te preocupa que podrías estar sobreestimando tu capacidad para controlar cada aspecto del proyecto?

Gemini levantó una ceja, sorprendido por el atrevimiento de Fourth. –Tener control no significa necesariamente sobreestimar mis habilidades. Si algo va mal, tengo la capacidad de solucionarlo. Además, la ambición es lo que nos lleva a alcanzar el éxito.Fourth lo miró fijamente, sintiendo una mezcla de respeto y desafío. –No puedo negar que tienes una manera interesante de abordar los problemas. Aunque también me pregunto si tu perfeccionismo podría ser tu mayor enemigo.

La tensión entre ellos era palpable, y Gemini no se molestó en ocultar su deseo de imponer su visión. –Prefiero ver mi perfeccionismo como una virtud. Si alguien puede manejarlo, ese soy yo.

La conversación se tornó cada vez más intensa, con Fourth cuestionando y Gemini defendiendo su visión con una pasión que rozaba el fanatismo. A pesar de su lealtad a su propio estilo de trabajo, Fourth no podía evitar sentirse intrigado por la forma en que Gemini dominaba la conversación. Sin embargo, también sentía una punzada de celos al ver cómo Gemini mantenía el control de cada situación.

Al finalizar la reunión, Gemini se acercó a Fourth con una sonrisa calculadora. –Estoy satisfecho con nuestra conversación. Quizás haya más en juego de lo que inicialmente pensaba.

Fourth se levantó, ajustando su chaqueta con un gesto que reflejaba su tensión interna. –Creo que aún tenemos mucho de qué hablar. Pero si vas a seguir tratando de imponer tu voluntad, me aseguraré de que sepas que no soy fácil de manejar.

Gemini asintió con una sonrisa satisfecha. –Lo aprecio. Las mejores colaboraciones nacen de un buen desafío. Estoy seguro de que nuestra relación será... interesante.

A medida que Fourth salía de la oficina, no pudo evitar reflexionar sobre el encuentro. La seguridad de Gemini era asombrosa, pero también había algo en su actitud controladora que lo fascinaba y lo irritaba al mismo tiempo. La relación entre ellos prometía ser un campo de batalla de voluntades y pasiones, y Fourth estaba listo para enfrentar el desafío.

Enredados en el Secreto del Amor  | GeminiFourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora