Eres mi única razón

1. Una llegada inesperada

-¡Hola papá, tuve un par de problemas con mamá y me dijo que vi...ni...- Me paré en seco delante de papá y, ¿esos eran los vengadores? Estoy soñando.

Si ya me miraban raro cuando entré por la puerta de la torre, más raro me miraron cuando vieron que me pellizcaba. Definitivamente esto es real, estoy conociendo a los vengadores de los que me habló papá.

-¡Hija! Que bueno verte ¿qué pasó con tu madre? ¿Alguna pelea de nuevo? Ah, estos son los vengadores de los que te hablé, no estaba en mis planes que se conocieran así pero bueno -Hace una pausa para coger aire y vuelve a hablar- Esta es mi hija Lara, bienvenida a la torre cariño.

Estaba avergonzada, todos me miraban y yo ni siquiera sabía cómo reaccionar. A papá nunca se le dió bien presentarme pero al menos lo intenta.

-Hola a todos, es un placer conocerlos. Papá me habla a cada rato de lo increíbles que son y de sus nuevas creaciones. ¿En serio no se cansan? Está todo el día creando cosas nuevas y raras que ni siquiera él termina de entender.

-Oye niña, si que sé cómo funcionan.

Río al escuchar a papá indignado por insultar a sus máquinas.

-Es un placer conocerte pequeña, tu padre nos habla también mucho de tí. Nos enseña fotos tuyas a cada rato. -Me habla ahora Natasha.

-Sí eso es cierto, está orgulloso de tí. -Ahora el que me habla es Thor.

-Ay papá, eres tan tierno a veces. -Le dí un abrazo por su espalda.

-Supongo que no hará falta que nos presentemos, ¿no? Digo, ya sabrás quienes somos. -Dice Wanda.

-Oh cierto, sí los conozco a todos. Papá ¿podríamos hablar a solas un momento?

-Claro cariño, sígueme. Iremos a tu cuarto.

-Está bien. Con permiso chicos, fue un gusto conocerlos.

Aún me miraban los chicos que estaban en la sala y era un poco incómodo, no se si no les agradé o que. Después de andar un poco llegamos a mi cuarto que era más grande que el que tenía en casa de mamá.

-¿Qué pasa cariño? ¿Qué pasó con tu madre?

-Ah sí lo de mamá...

Flashback

-¡Mamá! Antes de que te vayas, ¿te importaría darme algo de dinero para ir con mis amigas al centro comercial a comprar ropa?

-¡Dios! Para lo único que me quieres es para eso, estás todo el día pidiéndome dinero que si para salir y que si no se qué cosas. ¡No! No te voy a dar más dinero, no puedo mantenerte durante más tiempo, solo eres una molestia en mi casa.

¿PERDÓN? Qué cosas dice esta señora.

-Pero mamá, lo único para lo que te pedí dinero este mes fue para una cosa de la universidad que ni siquiera me lo diste y le tuve que decir a papá.

-Tu padre es un payaso con dinero que me dejó tirada, no deberías ni mirarlo después de lo que me hizo- Me contesta

¿Estaba haciéndose la víctima cuando la que se acostó con otro fue ella? Por ahí si que no.

-Mamá, no te atrevas a hablar así de papá. Si no fuera por él no podría estar en la universidad porque todo el dinero que tú tienes lo gastas en fiestas y en pagarle a hombres para que se acuesten contigo porque sabes que si no le pagas a alguien no va a ser capaz de quererte porque eres una bruja mala.

-Me vuelves a hablar así y te echo de casa. ¿Te enteraste niñita? Y hoy no sales

-No te voy a dar el lujo de echarme de la casa, ya me voy yo. Vete a buscar más hombres con los que acostarte que cuando vuelvas yo ya no estaré. Olvidame mamá.

Fin del flashback

-... Y eso fué lo que pasó. Esa mujer es insoportable, no sé cómo pudiste tener una hija con ella.

-Lo siento tanto cariño... ¿Por qué no me avisaste de esto antes? No es la primera vez que pasan estas cosas, ¿no?

-Por desgracia no. No te dije porque no quería preocuparte. Te veías tan feliz contándome cosas sobre tus nuevos proyectos y sobre los chicos que pensé que sería mejor no decirte nada.

-Tus problemas son los míos corazón, debiste haberme avisado pero te lo perdono esta vez.

Y sí, este es el Tony Stark que nadie conoce. Mi papá es divino. Siempre fuí su niñita y él daría su vida por mi si fuera necesario. Soy la consentida de papá, él me ama con su alma. Me dió un besito y se acomodó mejor en la cama en la que estábamos sentados.

-Realmente no era de eso de lo que te quería hablar papá. ¿Y si no le caigo bien a los chicos? Llegué aquí de repente y seguro será una molestia. Sé que vosotros estáis ocupados con vuestras cosas de universos y así. Eso es lo que me preocupa.

-Cariño, los Starks encantamos a todos con nuestra mirada, ¿recuerdas? -Dijo él y se rió.

-Cierto papá.

Siempre sabiendo como sacarme una sonrisa mi señor padre, lo quiero tanto.

Papá se levantó de la cama y antes de que pudiera irse le hablé.

-¿Puedo decorar la habitación como yo quiera?

-Claro cariño, ahora es tuya. Un día te puedo ayudar si gustas.

-Obvio papi, gracias por todo una vez más. Te amo. -Le envié un beso el cual él cogió en el aire y se lo llevó al pecho, como hacíamos cuando era pequeña.