Estaban a punto de besarse, sus labios a solo centímetros de distancia. El aire estaba cargado de emoción. De repente, el celular de Migue comenzó a sonar, rompiendo el silencio y la magia del momento. Migue se detuvo, cerró los ojos y soltó un suspiro de frustración. Charles se apartó ligeramente, confundido y un poco molesto por la interrupción. El sonido del celular seguía sonando, insistente y molesto, como un recordatorio del mundo exterior que se colaba en su momento de intimidad. Migue dudó por un instante, luego se apartó y miró la pantalla de su celular, su expresión cambió...
Atendió el celular, y la voz de Lando sonó al otro lado de la línea.
"¿Ya estás listo, Migue? Pasa por ti en un rato", dijo.
Migue miró a Charles, que lo observaba con curiosidad, y respondió: "En un momento voy, no estoy en mi departamento pero no te preocupes, llegaré a tiempo".
Lando dudó un momento antes de preguntar: "¿Seguro que quieres ir? No es necesario".
Migue se sintió un poco incómodo, pero respondió con firmeza: "Sí, sí voy a ir. Nos vemos ahora".
Lando sonrió y dijo: "Jaja, bueno, te espero".
Migue dejó escapar un suspiro de alivio al colgar el celular, pensando que ya era tarde, pero se sintió relajado al darse cuenta de que todavía llegaría a tiempo. Miró a Charles y le dijo: "Debo irme, ya es tarde".Charles asintió con una sonrisa forzada y respondió: "Bueno, vamos".
Subieron al auto y comenzaron el camino hacia el edificio donde vivía Migue. El silencio entre ellos era un poco incómodo. Migue miró a Charles y vio que estaba mirando el caminó serio, sin decir nada.
Migue se sintió un poco culpable por dejar a Charles en ese momento, pero sabía que debía cumplir con sus compromisos. Puso la mano en el muslo de Charles y le dio un suave apretón, tratando de romper el silencio.
"Lo siento, Charles. No quería dejarlo así", dijo Migue, tratando de sonar sincero.
Charles le sonrió débilmente. "No te preocupes, Migue. Entiendo".
Migue sacó rápidamente su mano del muslo de Charles, y en su mente se preguntaba por qué había hecho eso. Se sentía un poco incómodo por su gesto, pero por fuera trató de mantener una apariencia de felicidad.
Charles, por su lado, se sintió un poco nervioso por lo que Migue había hecho. No lo había esperado, y eso lo tomó por sorpresa. Pero al final, eso hizo que volvieran a hablar un poco, aunque de manera cortante.
"¿Te gusta la música?", preguntó Migue, tratando de romper el silencio.
"Sí, me gusta", respondió Charles, con una sonrisa débil.
"¿Cuál es tu género favorito?", preguntó Migue, intentando mantener la conversación.
"Me gusta la música pop", respondió Charles, con un tono un poco monótono.
La conversación siguió de manera cortante, con preguntas y respuestas breves, pero al menos hablaban de nuevo. Migue se sintió un poco aliviado, pero sabía que todavía había una tensión entre ellos.
Finalmente, llegan al edificio. Al detenerse el auto, Migue mira a Charles y le dice: "Muchas gracias por esta hermosa tarde. Nos vemos".
Charles le sonríe y responde: "Nos vemos, Migue".
Se baja del auto y comienza a caminar hacia el edificio. Charles lo observa alejarse, permaneciendo un momento con la vista fija en su figura.
Luego, Charles voltea hacia adelante y se cubre la cara con las manos, frotándola suavemente. Parece estar reflexionando sobre lo que ha sucedido entre ellos.
Finalmente, agarra el volante y pone el auto en marcha, dirigiéndose hacia su departamento. La tarde ha sido intensa y llena de emociones, y Charles necesita tiempo para procesar todo lo que ha sucedido.
Por otro lado Migue entra rápidamente al ascensor y sube a su piso, ansioso por prepararse para la reunión. Al llegar a su departamento, va directamente al baño y se baña lo más rápido que puede, tratando de no perder tiempo.
Una vez que sale del baño, se pone la ropa que se había comprado especialmente para la ocasión. Se arregla con cuidado, se peina y se pone un poco de perfume para completar su look.
Luego, se acerca al espejo y se observa detenidamente. Se siente satisfecho con su apariencia y listo para enfrentar la reunión con confianza.
Mientras seguía mirandose al espejo, su mente comenzó a vagar y recordó todo lo que había sucedido esa mañana. Recordó cómo había comprado la ropa, y cómo Charles le había dicho que le quedaba bien cada cosa que se ponía. Sonrió al recordar la forma en que Charles lo había mirado.
Luego, su pensamiento saltó al momento en el karaoke, y cómo se habían acercado uno al otro, cada vez más. Recordó la sensación de su mano en el muslo de Charles, y cómo su corazón había latido más rápido. Se sintió feliz al recordar el momento en que se habían mirado a los ojos.
Migue se quedó un momento perdido en sus pensamientos, recordando cada detalle de la tarde. Luego, se sacudió la cabeza y se recordó a sí mismo que solo fue algo de amigo. Se dio un último vistazo en el espejo, y salió del baño, se sento en el sofá esperando que Lando lo pase a buscar.
Luego de unos minutos de espera, finalmente tocan el timbre. Migue atiende y se encuentra con Lando, quien lo saluda con una sonrisa. Migue le devuelve la sonrisa y ambos se abrazan brevemente.
"¿Listo para ir?", pregunta Lando.
Migue asiente y ambos bajan al estacionamiento del edificio. Suben al auto de Lando y se ponen en marcha.
Mientras conducen, Lando le dice a Migue: "Ey, cambiaron el lugar de la reunión. Ahora vamos a ir a otro lado".
Migue asiente de nuevo, sin sorprenderse. "Ok, no hay problema".
Lando sonríe y sigue conduciendo. Los dos amigos charlan un rato mientras antes de llegar. Finalmente, llegan y para sorpresa de Migue era en el mismo karaoke que Charles le habia traido.
Sonríe irónicamente al pensar en la coincidencia.
Lando, sin notar la reacción de Migue, se baja del auto y se dirige hacia la puerta del karaoke. Migue lo sigue, todavía sonriendo para sí mismo.
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Amor Velocidad Y Adrenalina
RomanceLa novela sigue a Migue, un apasionado joven argentino de 21 años cuya vida gira en torno a la Fórmula 1. Su entusiasmo por el automovilismo lo lleva a soñar con conocer a sus ídolos, pero nunca imagina que ese sueño se hará realidad. Un giro inespe...