Por la mañana, Lando se despertó y se sentó en la cama frotándose los ojos. Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina, donde encontró a Migue sentado a la mesa, mirando por la ventana.
"Buen día, Lando", dijo Migue, sin levantar la vista de la ventana. "¿Cómo dormiste?"
Lando respondió. "Bastante bien"
Migue lo miró con una sonrisa. "La tormenta fue intensa anoche. ¿Quieres un café?"
Lando asintió y se sentó en la silla frente a Migue. Migue le sirvió una taza de café y Lando se lo bebió con gusto.
"La lluvia seguir cayendo, ¿verdad?", preguntó Lando, mirando por la ventana.
Migue asintió. "Sí, al parecer no se irá tan pronto".
Lando miró a Migue fijamente. "¿Cómo estás? ¿Amaneciste mejor? ¿No tienes fiebre?"
Migue lo miró con una sonrisa. "Estoy mejor, gracias. La fiebre se me pasó durante la noche, creo. Pero ya estoy bien".
Lando asintió y puso una mano en el hombro de Migue y le dijo. "Me alegra que estés mejor".
Migue sonrió y se levantó de la silla. "Gracias, Lando.
Lando se levantó también y dejó. "Eh, Migue, ¿qué te parece si vemos una película? Tengo ganas de ver una película de terror, algo que me haga saltar del miedo".
Migue sonrió y se acercó al televisor. "Me encanta la idea, amo ver películas de terror, siempre estoy listo para un buen susto. ¿Quieres elegir?".
Lando asintió y Migue le dio el control de la televisión. Lando eligió una película que parecía prometedora y la puso.
"Muy bien, vámonos, ¡prepárate para un buen susto!", dijo Migue mientras se sentaba en el sofá al lado de Lando.
Migue se levantó del sofá y presionó el botón de pausa en el control remoto. "Espérate un momento. Voy a hacer algo ya vuelvo".
Lando lo miró con curiosidad. "¿Qué vas a hacer?"
Migue sonrió. "Voy a hacer pororó. Tardare un ratito, pero valdrá la pena".
Lando asintió y se recostó en el sofá, sacando su celular para revisar algunas cosas mientras esperaba. Migue se dirigió a la cocina y empezó a preparar el pororó. Unos minutos después, regresó con un tupper lleno de pororó y dos refrescos en mano.
"¡Listo!", dijo Migue, sonriendo. "Aquí está".
Lando se sentó y sonrió. "¡Genial!" dijo.
Migue dejó el tupper con pororó y los refrescos en la mesita delante del sofá.
Lando, sacó su celular y tomó una foto de la comida y los refrescos con la película de terror de fondo.
"Voy a subir esto a mis historias", dijo Lando, sonriendo.
Migue asintió y se sentó al lado de Lando en el sofá. "¿Qué vas a poner en la descripción?", preguntó.
Lando pensó un momento y luego escribió: "Pororó y películas de terror, la mejor combinación".
Luego, subió la foto a sus historias.
Migue agarró su celular y abrio la historias para ver la foto. Sonrió al ver la descripción y decidió resubirla a su propia historia.
Después de resubir la foto, Migue apago su celular y lo dejó a un lado. Lando hizo lo mismo.
Comenzaron a ver la película mientras comían pororó. La tensión y el suspenso de la película los mantuvieron enganchados, y el pororó le agregó un toque a la experiencia.
ESTÁS LEYENDO
Amor Velocidad Y Adrenalina
RomanceLa novela sigue a Migue, un apasionado joven argentino de 21 años cuya vida gira en torno a la Fórmula 1. Su entusiasmo por el automovilismo lo lleva a soñar con conocer a sus ídolos, pero nunca imagina que ese sueño se hará realidad. Un giro inespe...