CAPÍTULO SEIS:

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—¡Eso fue agotador! —exclamó la azabache, sentándose en el borde de la cama.

Había ido a cenar junto con su esposo y unos socios muy importantes de él a un restaurante cerca del centro de la ciudad, y a pesar de que solo camino con los zapatos de tacón del auto a la mesa y de regreso, se sentía agotada—. Y no me recuerdes que ningún vestido me cierra ahora, yo tenía planeado usar mi vestido azul desde hace dos semanas, creí que aún me quedaría.

—Está bien amor, la cena fue un éxito y te ves hermosa cómo siempre. Y si te reconforta un poco, dentro de unos cuantos meses, podrás volver a ponerte tus vestidos favoritos.

Le alentó su marido, quien se encontraba detrás de ella bajando el cierre de su vestido antes de depositar un beso en su nuca.

—Muero de ganas por conocer a nuestra niña.

—¿Crees que va a ser niña? —le preguntó Adrien con una sonrisa.

—Algo me lo dice, y presiento que va a sacar tu cabello y tu personalidad.

—Yo digo que va a ser igual de dulce que tú.

—¿También crees que va a ser niña?

—Yo te creo a tí— le respondió, tomando con sutileza su mentón para poder besarla.

Un beso que no duró mucho tiempo, ya que Adrien sabía que su esposa estaba cansada y que ansiaba poder descansar.

—Vamos a dormir, ¿sí? 

—Bien, solo quiero una taza de té. Lila me dejó preparado un té especial en la tetera.

—¿Un té especial? 

—Me lo ha estado dando desde hace semanas, es muy bueno. Me ayuda a dormir y evita que los dolores sean muy severos. Me dijo que su abuela sabía mucho de herbolaria y que ella le enseñó, ¿no es maravilloso?

—Eso parece.

[...]

¿Qué tanto puedes llegar a conocer a una persona?

¿Es factible el término “amor a primera vista”?

Cuando ella lo conoció no mintió al decir que le parecía aterrador, pero su esposa tampoco mintió cuando dijo que era encantador.

Eso le gustaba a Lila.

Qué Adrien fuera tan considerado de tomar su ducha todas las mañanas en el baño de la primera planta para no despertar a su esposa, y que fuera tan confiado al no ponerle pestillo a la puerta.

También sus colonias le gustaban, cómo su crema corporal y el aroma de su shampoo.

Él cómo se afeitaba todas las mañanas y procuraba vestir impecablemente.

Después, se servía un café y veía las noticias, eso lo hacía en las mañanas muy temprano y en las noches antes de ir a la cama.

Antes de irse a trabajar, tomaba el desayuno que Lila ya le había preparado, le daba las gracias y se despedía de un beso de su esposa.

Y su esposa también le agradaba, o al menos lo hacía en un principio.

Era dulce, amable y fácil hablar con ella, pero solo tenía un defecto.

Era la esposa de Adrien Agreste y estaba esperando un hijo de él.

¿Cómo superar un amor no correspondido?

¿Enterrandolo en el pasado? ¿Huyendo?

Porque esa era su idea principal, alejarse de esa feliz pareja y buscar otro empleo. No sería lo mismo ni tendría las mismas comodidades, pero de esa forma no sufriría al ver al hombre por el que comenzaba a sentir cosas, enamorado hasta la médula de alguien más. 

SIN LÍMITE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora