Nada. No había nada.
Sin llamadas, sin mensajes...
¿Por qué de repente estabas ignorándolo?
Rin cruzó sus brazos y fulminó la pantalla de su teléfono intensamente, como si eso fuera a hacer que por arte de magia le escribieras. Había pasado una semana desde ese momento... Extraño y no le escribiste, no le llamaste, no nada. Nada.
Desapareciste tan repentinamente como entraste a su vida.
¿Estabas ocupada de nuevo en tu trabajo? ¿Lo suficiente como para no poder contestarle un solo mensaje o llamada? ¿Qué demonios estabas haciendo?
Para este punto, Rin tenía tres opciones: 1. Olvidarse de ti y todo lo relacionado contigo; 2. Ir de imprevisto a tu casa; 3. Preguntarle a Daiki.
«La primera opción es la más adecuada», se repitió a sí mismo una y otra vez, como si tratara de convencerse de ello.
Sí, si ahora decidiste solo ignorarlo, entonces se olvidaría de ti. Él era un Itoshi, y los Itoshi no buscaban atención de nadie, excepto tal vez su papá que amaba a su madre... Ah, y recientemente el imbécil de su hermano que también se enamoró de esa chica de la cafetería.
Pero él no. Él no caería en las garras del amor y, por supuesto, no haría algo tan ridículo como ir a buscarte.
Nunca.
Nunca jamás.
—¡Rin! ¡Qué bueno verte! —la escuchó exclamar con entusiasmo mientras dejaba frente a él una malteada de vainilla— Casi nunca te apareces por aquí, ¿Quieres saber sobre Sae? Vino hace poco. ¡Ah! Y también conoció a-...
—... Cuñada. —Rin cortó a la chica que se sentó frente a él con familiaridad. Ayase lo miró con atención ante el llamado— ¿Qué harías tú si Nii-san dejara de comunicarse contigo?
—¿Uh? ¿Por qué lo preguntas...?
—Curiosidad. —él respondió rápidamente y la mayor achicó los ojos con sospecha.
—Ah, ya veo. —tarareó. Rin tuvo la sensación de que Ayase en realidad no le creyó para nada— Bueno, si Sae dejara de comunicarse conmigo, lo primero que pensaría es que algo le sucedió y me asustaría.
—Pero, ¿Y si es alguien.. Muy ocupado, que ya había desaparecido antes por su trabajo?
—Rin, ¿Hay algo de lo quieras hablar? ¿Por eso estás aquí?
Lo descubrieron.
—... Es un caso hipotético.
—Esto es demasiado específico para ser un caso hipotético. —la chica levantó una ceja, se acomodó correctamente contra la silla e ignoró la mirada fulminante que su madre le enviaba desde la caja registradora— A ver, si ese fuera el caso, entonces lo más posible es que dejó de comunicarse porque estaba ocupado, entonces se lo pasaría por tres días. Si no me escribiera después de tres días, me preocuparía.
No eran tres días, ya había pasado una semana completa desde que dejaste de hablarle.
—Sae también es una persona ocupada, así que entiendo cómo te sientes.
—¿"Cómo me siento"? Esto no se trata de mí.
—Oh, no, por supuesto que no. Yo solo lo dije por decir.
La sonrisa que ella le lanzó hizo sentir al pequeño Itoshi como cuando su madre lo descubría ocultándole algo. Rin apretó sus labios y se concentró en beber de la malteada en silencio. Ayase, que todavía le sonreía como si lo hubiera descubierto, se inclinó sobre la mesa y lo observó con sus ojos grandes.
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❦ ¿Destino O Mala Suerte? | Rin Itoshi × Lectora.
FanfictionEl destino y la mala suerte son sucesos que nadie puede controlar; pero es claro que ese peculiar mensaje fue el detonante de esta relación. Para ella, recibir ese mensaje fue causa del destino, pues su vida se vio envuelta en situaciones divertidas...