CAPITULO 14 PORQUE ESTE ES MI COMIENZO

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Jess

Acorté una vez más la distancia de nuestras bocas, porque era lo que más quería hacer: besarle. y ese beso fué suficiente para que él llevara su cuerpo sobre el mio y se metiera entre mis piernas, las misma que yo abrí para él, me besó con la misma necesidad que yo le besé, con ese ímpetu de haber esperado tantos años por este momento, no fue tierno, pero yo no quería que lo fuera, jugaba con mis labios, con mi lengua, mordía de apoco, mordiscos que más que doler me daban más placer. yo dirigí mis manos a su camisa, no lo quería vestido, quería tocarle y verle, porque Thomas se había vuelto más hombre durante el tiempo que no le vi, de sus hombros más anchos, de los músculos debajo de aquella camisa de la cual desabroché sus botones, pero no podía hacerlo con rapidez, una de mis manos no servía, y solo una intentaba con desesperación completar la tarea. se detuvo, me miró, estaba con los labios rojos, posiblemente yo estaba igual, se terminó de desabrochar su camisa y se la quitó, no me dijo nada mientras lo hacía, me miraba, con deseo, una que tal vez debía temer, pero que más que eso, me hacía sentir regocijo y satisfacción, porque ese mismo deseo tenía yo de él. Así que me agarre fuerte de su cuello, el cual me sirvió para sostenerme y ponerme encima de él, estaba de piernas abiertas en su regazo, mi intimidad tocando su miembro aun por encima de su pantalón y mi calzon. baje mi mano a su hombro y bese su cuello, muchas veces, pero el me tomo de mi cabello, lo jaló con delicadeza pero con fuerza, puso de nuevo sus labios en los míos, yo me hice un hueco en su pantalón, lo desabroche y metí ahí mi mano, porque quería tocarlo, él gimió en mi boca, la soltó y me miró mientras yo le acariciaba ahí abajo, él rompió mi vestido, no hubo cortesía ni suavidad en esa acción, la cual me gusto, miró mis senos, como un lobo hambriento mira a su presa, con ese apetito los miró y los dirigió a su boca, los lamió, los succiono, se perdió en ellos y yo dejé que lo hiciera, gemí mientras me encorvaba hacía atras para darle más acceso a ellos, el puso sus manos en mis nalgas, me alejó de su miembro, solo un poco para dejar mis senos y hacerse un camino hacia mi vagina, rompió mi calzón con su manos, mordió con suavidad ahí abajo, lamió, succiono, metio lengua y yo grité de puro placer. me volteó de espaldas a él, yo era una muñeca que podía manejar como quisiera, estaba tiritando por venirme y mi cuerpo no tenía las fuerzas para poder impedimento, y tampoco quería hacerlo. me sentó sobre él, yo le daba la espalda pero mis nalgas quedaron sobre su miembro, puso su boca en mi oreja, besandola, mordiendo, una mano en mi vajina, sus dedos entrando y saliendo aún cuando ya me había venido y la otra en mis senos, amasandolos, gemí una vez más de placer, lleve mi mano una vez más a su miembro, lo sobé , él volvió a gemir en mi oído, yo lleve su pene a mi entrada y me senté en él, lo metí hasta adentro, ambos dimos un grito de placer. dí sentones en su pene, entraba y salía, ambos jadeamos, voltee mi rostro al de él y le bese, sin dejar de meterlo y sacarlo,nos besabamos mientras jadeamos y gemimos hasta que llegamos al éxtasis.

Thomas

Se quedó acostada encima de mí, seguía desnuda, sus dedos jugaban con la piel de mi pecho y su cabeza reposaba en el mismo, tarareaba una canción, su respiración ya era calmada.

Jess, al igual que yo, ya no era inexperta en aquel acto, no, por Dios que no lo era, ¿dónde había aprendido a tocar así a un hombre?, posiblemente era una respuesta que no quería escuchar, ese tipo de duda que te carcome, pero que igual sabes que la respuesta puede lastimarte y no sabes cómo deshacerte de ella. tenía tantas dudas, y tenía tanto miedo a preguntarlas.

---Esta cabaña-- dijo, siguiendo en su misma posición-- no la conocía, ¿te pertenece?

--- Si, bueno, era de mi tío, estas tierras le pertenecían a él-- esta cabaña, la había construido para que fuera un refugio, estaba lejos de la hacienda y en caso de no poder regresar a tiempo de la caza, está era la casa que utilizaba, por eso había leña, agua para tomar baño y ropa.

DE LO MUCHO QUE TE AMÉ....       y de lo mucho que aún te amo (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora