CAPITULO 16 Y ENTONCES LO SUPE ...

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Jess

En un solo movimiento, se puso de pie y llegó a mi, apresando mis labios en los suyos. Enredó sus dedos en mis cabellos peinados en una media cola con forma de trenza y me jaló a hacia él.

Le acababa de confesar que le amaba, y su respuesta había sido venir hacia mí y besarme como si de eso dependiera su vida. No lo rechazaba, porque él era... si, él era todo eso que ya le había confesado, aún así, no era su deseo lo que quería, por los días que había pasado junto a él yo ya sabía que provocaba en él esa ansia de siempre tener mi cuerpo, y para confesarme, él también despertaba eso en mi, sin embargo ¿Que había del amor?, él no me había dicho nada ante mi total desnudes de mi alma para con él y solo se había limitado a esto., y yo, anhelaba tanto escucharle decir que no era una más en su cama, que, así como yo lo había hecho, él también fuera honesto conmigo y me dijera qué papel jugaba yo en su corazón, no nada más a sus sentidos.

Supongo que el daño que le hice anteriormente no me permitía tener el amor genuino que tanto ansiaba de él y eso me generaba cierto resquemor en mi interior que dolía y dolía mucho.

Paró el beso, reposó su frente en la mía mientras me miraba, la yema de su dedo acariciando mi labios, como si aplicara un bálsamo en ellos, después, la palma de su mano haciendo una cuna a mi mejilla, su yema ahora acariciando la piel de mi rostro

—-Me vuelves loco—- me susurro en nuestra cercanía. Ya lo sabía, el deseo carnal puede hacer eso, volverte loco por el afán de tener el cuerpo de otra persona, y yo no solo quería su deseo, yo quería su corazón, quería que me amara. Pero él jamás lo dijo, incluso cuando siguió jugando con mis labios, incluso cuando sus labios dejaron los míos para regar besos por toda mi piel, incluso cuando se escabulló entre mis piernas abiertas para él, porque, yo era como una mariposa a merced de su apetencia, siempre lista para abrir mis alas si él así lo solicitaba, porque ambos éramos esclavos del deseo extremo del cuerpo del otro, no importaba que, él siempre me hacía gritar en extasis, porque, Thomas ya no era más el chiquillo inexperto que torpemente quitó mis ropas hace años, no, ahora tenía una destreza perfecta para deshacerse de mis ropas y de besar y lamer el punto exacto que me hacía explotar, yacer con él de esa manera era una nueva adicción que yo estaba creando, me encantaba, su manera de hacerme eso me encantaba de sobremanera, aunque, no es que tuviera otra experiencia con alguien más que no fuera él, no al menos de esa manera. Era cierto que, a voluntad propia, él era el único que le dejaba hacer conmigo lo que quisiera. También sabía que, era el único que me hacía tener al límite mis sensaciones, porque aún cuando había intentado en dejés de la desesperación por olvidarle, hacer lo mismo con alguien más, ninguno jamás, mantenía mis sentidos en el punto exacto de su límite, quizás por eso, con ninguno pude terminar nada de lo que apenas intentaba empezar, solo con él.

Thomas

Si me preguntaran si habría habido un momento de mi vida en el que hubiera sido intensamente feliz sería este.

Jess me ama.

Toda una fiesta en mi interior se llevaba a cabo después de lo que ella me había dicho.

Poco a poco

De alguna manera ella lo hizo de a poco.

Aquel día en la cabaña cuando me dijo que este era su comienzo y aún así dudé.

Aquella mañana en que la seguí pensando que se iría con Robert y ella se quedó a pesar de poder haber huido.

El momento en el que regresó a mi lado sin ningún atisbo de duda en su mirada.

Y ahora, que yo lo sabía, me había abierto su corazón y su alma a contarme todo aquello.

No necesitaba más...

DE LO MUCHO QUE TE AMÉ....       y de lo mucho que aún te amo (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora