Capítulo IX

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Desde que Seungmin aceptó comenzar de cero siendo amigos, todo empezaba a ir mejor, de vez en cuando salíamos a comer, bebíamos algo e incluso algunas veces nos vimos almorzando juntos dentro de la universidad, a veces pasaba saludándolo por su edificio y en ocasiones él se encontraba por el mío, aunque quizá lo suyo fuese una casualidad, lo mío no tanto

Los meses sin Seungmin habían sido difíciles, quizá yo había sido algo cruel, me enteré de que en alguna que otra ocasión él fue a casa a buscarme para hablar e incluso hubo un momento en el que insistió tanto que terminé por quitarlo de mis contactos, ir a casa de papá un tiempo y cortar lazos, no había sido tan difícil porque hasta Chaer se había enojado conmigo en ese entonces, aún así, no entendía como había dejado todo eso atrás, pero eso ya no importaba porque ahora éramos amigos de nuevo y no pensaba para nada alejarme de él otra vez

— Minnie — Saludé observando sus cajas y ayudándolo de una vez por todas con la más pesada

— Gracias, Chan — Sonrió — ¿Qué te trae por aquí?

— Pasaba nada más, los sándwiches  de odontología son realmente buenos

— ¿Estás aquí solo por eso, bobo?

— Sí — Mentí — Pero te vi acá y quise acercarme a ayudarte como un príncipe a su damisela

— Tonto, si yo fuese una damisela, al último que escogería como príncipe, sería a ti

— ¿Por qué?

— No me gustan rizados — Carcajeó

Aunque de cierta forma lo sentí lejano, Seungmin siempre había alegado lo mucho que amaba mis rizos, no quería estropearlo, mencionar nuestra fallida relación sería una condena, Seungmin jamás volvería a hablarme.

— Ni a mí los castaños

— Genial, porque no pretendo ser tu damisela

Ambos reímos de forma un poco escandalosa, llamando la atención de algunos por ahí

— Bien, creo que ha sido mucha convivencia por hoy — Dijo deteniéndose en la puerta de un aula — Puedes dejarla acá y yo la llevaré a mi lugar

— Puedo llevarla yo si gustas

— No es nada, Chan, pero gracias

Asentí y observé hipnotizado cada movimiento que realizaba para acomodar su uniforme que se había arrugado un poco en el camino, su tierna sonrisa de agradecimiento y el detalle de su nombre bordado en su filipina

— Gracias por cargar mi caja hasta acá, asistonto

— Para eso soy su lacayo, doctor Kim

— ¿Por las consultas gratis?

— ¿Por qué otra cosa sería? — Indagué levantando una ceja

— Porque te caigo bien y soy hermano de tu mejor amiga — Rió

No noté en que momento comencé a acercarme tanto, pero ahora nos separaba una distancia muy pequeña

— Es una posibilidad, doctor Kim

Seungmin sonrió y apretó mi nariz con los dedos, haciendo que me separara al instante y él soltara una carcajada

— Tonto — Me señaló — ¿Nos vemos después?

— ¿Después cuándo?

— Luego

— ¿Almorzamos juntos?

— No puedo — Hizo un puchero — Tengo hora libre hasta las dos

— ¿Y saliendo?  — Indagué memorizando mi horario para saber si coincidíamos

For no one | ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora