Capítulo VIII: Desayunos sabor a hogar

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La ciudad estaba teñida de colores, la primavera tenía esa casual dominancia que hacía resaltar las diversas tonalidades, los arboles bailaban al compás del viento cálido con el toque de frescura que brindan las hojas húmedas por las lluvias.

Kim Seungmin era un amante en su totalidad de la primavera, le gustaba ver a las flores renacer para adornar los campos, le gustaba recolectar frutas crecientes de los arboles con las que luego hacía paletas de hielo para sus hermanas, le gustaba tanto ver como la lluvia empapaba la ciudad para después simplemente escuchar a las aves rebosantes de felicidad por el abundante agua que se juntaba.

Pero más le gustaba la primavera, porque fue cuando conoció a Bang Chan.

Christopher Bang Chan era su novio, llevaban casi dos años juntos y a palabras de Seungmin, habían sido de lo más maravillosos, Chan era un novio maravilloso, conocía a su madre, tenían paseos en bicicleta todos los sábados por la mañana e incluso habían proclamado los jueves como días de helado, aunque aquella vieja tradición la venían tratando desde que se conocieron, aún así para Seungmin nunca fue aburrido, su corazón seguía latiendo con la misma intensidad que cuando era apenas un puberto sin experiencia y le llenaba el corazón ver como Chan correspondía a su cariño.

La jornada escolar estaba a poco tiempo de comenzar y aunque Chan y Seungmin se habían dejado de ver a todas horas después de que este entrara a la universidad, tenían pactado encontrarse en la entrada, puesto que la escuela contaba con ambos niveles académicos divididos en secciones, aún así el menor no se quejaba.

Terminó de colocarse el uniforme, tomó su mochila y bajó al comedor, topándose con sus hermanas mayores, quienes desayunaban pacientemente mientras hablaban temas triviales en pijamas, puesto que Chaeryeong no tendría la primera hora y Soyeon entraba hasta las 10.

— Buenos días — saludó el menor de todos

— Hola, rata, ¿Ya listo para la escuela? — Saludó Soyeon

Seungmin rió por lo bajo y se sentó junto a Chaeryeong a la par que se servía dos waffles y les untaba algo de mantequilla.

— Síp, termino de desayunar y me voy

— ¿Quieres que te acompañemos hasta la parada del bus? — Indagó Chaer, pues la universidad a la que asistían ambas era la misma en la que Bang estudiaba — Para que no vayas solo

— No es necesario, Chaer — sonrió — Iré en bicicleta, no quiero esperar al autobús

— No termino de confiar en ti con la bicicleta — Rió Soyeon apuntando a su hermano con un tenedor — Igual te dejo ir y te encuentro en esas notas del periódico sobre anuncios de ciclistas atropellados

— Ya solo los ancianos usan el periódico — Se burló Seungmin mostrado la lengua

— Amanecimos agresivos, eh — Carcajeó Soyeon — Ya dinos porqué quieres irte en bicicleta, ¿Otra vez con el complejo de niño británico de los 60s?

— ¿A ti qué?

— Ya basta, no empiecen — Los detuvo Chaeryeong - Min quiere irse en bici porque el autobús lo deja con el tiempo justo para entrar a su primera clase, si se va en bici, se ahorra el tráfico y le alcanza el tiempo para ver a Chan

Soyeon rodó los ojos y soltó su tenedor.

— ¿Por ese imbécil vas a arriesgar tu integridad?

— Deja de llamarlo así, Soyeon

— Es que no puedo creer que en serio sigas con ese idiota

— No es un idiota, es un gran novio y me ama — Aclaró el menor mientras se levantaba y buscaba algo en el refrigerador

For no one | ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora