El aire frío de Nueva York me estremece la piel a lo que bajo del avión.Ayer después de la llamada les dije que lo pensaría. Les expliqué mi repentina llamada y me dijeron que no había problema.
Ruth me acompaño hasta el hotel donde se quedó a dormir y me despidió en el aeropuerto.
Se quería quedar un tiempo en Italia para encontrarse. O eso decía.
El chofer de mi mamá me espera en la puerta del aeropuerto y lo saludo con una sonrisa.
-¿Señorita Walter?- pregunta este a lo que asiento con la cabeza.
Guardo mis maletas en el maletero y el chofer me abre la puerta trasera del carro para entrar; cuando ya estoy adentro cierra la puerta.
Comienza a conducir y me dejó llevar por los paisajes de Nueva York. Tenía tanto tiempo que no venía a la ciudad donde pase la mayoría de mi niñez.
Pasamos al lado del central park para salir de la ciudad.
Rato después el carro gira hacia la derecha metiéndose en un camino verde que conocía demasiado bien.
La mansión Walter.
El carro estaciona al frente de la puerta y tardo un rato en salir. La mansión Walter me golpea cuando salgo del carro, tan grande y luminosa como la recordaba.
Mi mamá está en la puerta esperándome con una de sus sonrisas.
Corro hasta ella para abrazarla. Siento ese amor maternal tan bello que solo ella me da.
-Hola cariño, ¿Cómo estás, que tal el viaje?- me abraza más fuerte.
-Agotador.
Me separó de ella y noto a alguien que no había notado antes.
Nathaniel Parret.
Oh sí, nena. Tu crush de la adolescencia.
Este me inspecciona de arriba abajo como si fuera una amenaza y cuando llega a mi cara nuestros ojos se encuentran.
-¿No me vas a saludar, sirenita?- Dice con un tono de burla muy notable.
Lo ignoro y sigo al interior de la casa agarrada del brazo de mamá. Todo estaba igual a como lo recordaba, el piso tan limpio que podías ver tu reflejo en el, cuadros pintados por mamá en las paredes y el ambiente tan habitual en la mansión.
Subimos las escaleras hasta el segundo piso dirigiendo nos hacia la habitación donde se encontraba papá.
Por lo que me había contado mi mamá tuvo un accidente en carro que lo había dejado muy mal. Se había desmayado a mitad del accidente provocándole un golpe fuerte en la cabeza provocando un bloqueo en el cerebro.
Ni idea de cómo pero eso era lo que nos había dicho el doctor.
-No se ha despertado desde hace tres días.- Me dice mamá antes de entrar a la habitación.- El doctor Manolo dice que es normal debido a que se desmayo por el susto y luego se golpeó la cabeza.
Nathaniel viene detrás de nosotras y se pone al lado de mamá.
Entro a la habitación y veo a mi padre en la cama con una máquina al lado de el y varios equipos más.
Me acerco a su lado. Tanto años sin verle la cara me doy cuanta de que está envejeciendo, tiene más arrugas marcadas por el rostro y más pelo blanco le ha salido, pero eso no le impide ser un hombre guapo y con porte.
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Lágrimas de sirena.
TeenfikceElodie Walter no sabe como manejar una empresa, más bien, ¡no sabe ni que se hace en una empresa! Nathaniel Parret es un experto en números y en firmar contratos. Por eso lleva trabajando más de una década en la empresa de Alexander Walter. Alexan...