Capítulo 07°

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Elodie

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Elodie.

Terminamos de comer y salimos del restaurante.


Buscamos el carro y nos montamos.


-Entonces...¿Vas a aceptar? - cierra la puerta y me mira, pero trato de no verlo a los ojos.


-Es lo que siempre soñé, ser fotógrafa y trabajar para una empresa.- sonrió.


Suspira y deja de mirarme.


-¿Tu, Elodie Walter, trabajando para alguien?, no lo creo la verdad.- ríe.


-Pues créelo, puedo trabajar en la fotografía y también en la empresa. Quiero esto, trabajar para la compañía V'S.M. Y ser reconocida por lo que hago.


Lo veo y esta con las cejas fruncidas.


-Toda mi vida he sido juzgada por mi padre por gustarme lo que me gusta, y ahora que tengo la oportunidad no la desaprovechare por qué a ti no te parece. Tu sabes mas que yo sobre la empresa y dudo que mi padre algún día me vea como su hija si sabe que me dedico a la fotografía.- nuestros ojos se conectan y su mirada refleja odio, rabia e impotencia. ¿Por qué?- Nathaniel, tu sabes mejor que nadie lo que sueño hacer, tener y sentir.


Suspira pasándose las manos por el pelo.


-Por eso mismo, Elodie. Porque se mejor que nadie que tú eres mejor que esto.-levanta las manos.- Puedes formar tu compañía, ser exitosa por tu cuenta. Todo lo que quieras y te propongas lo vas a lograr, tu no eres el tipo de persona que se deja manejar por alguien. No.... Tu eres el alguien.

Me señala.


-¿Y si quiero ser controlada por una persona? ¿Y si quiero trabajar para alguien?, no seria tu problema, porque yo ya no soy algo que te debe de importar.


Me cruzo de brazos y este suspira frunciendo los labios.


-Como quieras, tienes razón. Tu ya no eres alguien que me debe de importar.


Prende el carro y arranca. Salimos del callejón subiendo por la avenida que da al central park y pasamos a la calle de mi edificio.


Ya deben ser las cuatro de la tarde.


-¿Me puedes llevar a mi edificio, por favor?- aferró mi vista a la ventana ignorando a Nathaniel, imagino que me oyó.


¿Qué se cree que es para opinar lo que es bueno o no para mí?


Si hubiera sentido una pizca de sentimiento hacia alguien como yo, ese día no me hubiera dejado plantada y con todo el amor en las manos.


Llegamos a mi edificio y estaciona en el frente con el carro todavía encendido.


Salgo sin despedirme.


-No te molestes en aparecer mañana en la empresa.- espeta con un tono de molestia sin mirarme.

Lágrimas de sirena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora