Me monto en el barco para posar.
El día está muy caluroso y antes de seguir con las fotografías tomo un sorbo de agua que me ofrece Amelie.
Estoy en Italia terminando un contrato de modelaje para la compañía V’S.M. Una compañía de modelaje que me ofrece de todo, es un buen contrato si no quieres gastar un centavo y más bien quieres ganar.
-¡Empecemos Elodie! – Fran el fotógrafo me grita para poder empezar.
Me acomodo el traje de baño recostándome en la ventana del barco.
Acomodo mis pies a la posición correcta y empieza la magia. Cada toma de Fran me hace sentir mas segura conmigo misma cambiando de posición y pose.
-Vamos sigue así, que bella.- Presiona el botón de la cámara.- mueve esos rizos, nena. Eres una italiana en un día caluroso queriendo llamar la atención de todos.
-¿Y por qué querría llamar la atención de todos?.- Pregunto y este retuerce los ojos.
-Porque eres hermosa y sientes la necesidad de que todos te miren para sentirte satisfecha.- nos movemos a la punta del barco y me siento estirando la pierna y flexionando la otra.
Pienso la respuesta que me dio y no me gusta.
-Eso es….raro.
-No tiene que ser raro, nena.- levanto los brazos y miro a la cámara.- se supone que tienes que estar satisfecha para ti misma y lo que encuentras satisfactorio es que otros te miren.
-Parece algo que haría alguien narcisista. No me gusta. Sería mejor si la mujer solo se quiere sentir atractiva para ella misma, ¿Sabes?, un verano sola en Italia, bronceándose hasta más no poder y bailando en un bar por las noches.
-Vaya, a ti nunca te gusta el significado que le saco a las cosas. A todo le buscas un problema, nena.- Me rio y me levanto del suelo del barco.- anda a cambiarte, faltan otros dos trajes más y terminamos por hoy.
-Vale.
Salgo del barco con la ayuda de Amelie y me entrega una toalla.
-Señorita, le informo que está noche tiene una cena con los jefes de V’S.M, querían hablar acerca del contrato.
-Oh, gracias Amelie, por casualidad ¿Sabes si paso algo malo?
Entramos en el camerino, abro la puerta del vestidor y me meto en este para cambiarme.
-Lo dudo señorita, usted es muy buena en su trabajo y si la llaman para hablar me imagino que debe ser algo bueno.
-O algo malo.- me pongo el otro traje y me veo en el espejo.
Es un traje de baño hermoso, de dos partes con relieves de encaje y huecos a los lados.
He subido un poco de peso, ojalá no engorde más si no ¿Quién me contratara?
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Lágrimas de sirena.
Genç KurguElodie Walter no sabe como manejar una empresa, más bien, ¡no sabe ni que se hace en una empresa! Nathaniel Parret es un experto en números y en firmar contratos. Por eso lleva trabajando más de una década en la empresa de Alexander Walter. Alexan...