Capítulo 8: La Búsqueda del Traidor

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La noticia de la desaparición de Sir Cedric y la muerte de sus guardias llegó al castillo de Eldoria como un golpe devastador. Alaric, Lyra y Thoren se reunieron en la sala del trono para discutir la situación.—Cedric nos ha traicionado y se ha llevado el segundo fragmento —dijo Alaric, su voz cargada de tristeza y rabia—. No podemos permitir que se salga con la suya.—Esto complica nuestra misión —añadió Thoren, su expresión sombría—. No solo tenemos que encontrar los fragmentos restantes, sino también recuperar el que Cedric ha robado.Lyra, con el ceño fruncido, asintió.—Debemos actuar rápidamente. Cedric podría estar en cualquier lugar, y con el poder del fragmento en sus manos, es una amenaza tanto como las fuerzas de Mordragon.Alaric se levantó, decidido.—Dividiremos nuestras fuerzas. Thoren y yo iremos tras Cedric. Lyra, te encargarás de buscar el tercer fragmento en la isla del Este. Mantendremos comunicación constante y nos reuniremos tan pronto como sea posible.Thoren y Alaric partieron al amanecer, siguiendo las pistas que habían dejado los guardias sobrevivientes sobre la dirección que Cedric había tomado. Con cada día que pasaba, la traición de Cedric se hacía más evidente, ya que encontraron señales de sus movimientos y enfrentamientos con criaturas oscuras que habían sido atraídas por el poder del fragmento.Después de varios días de persecución, llegaron a un pequeño pueblo en ruinas, donde los habitantes aterrorizados les contaron sobre un hombre con una espada brillante que había pasado por allí recientemente, dejando caos a su paso.—Estamos cerca —dijo Thoren, ajustando su armadura—. Debemos estar preparados para enfrentarlo.Alaric asintió, su determinación firme. Se adentraron en el pueblo y pronto encontraron a Cedric, que estaba sentado en un trono improvisado hecho de escombros, con el fragmento brillando en su pecho.—Cedric, tu traición no quedará impune —declaró Alaric, desenvainando su espada—. Devuélvenos el fragmento y tal vez podamos perdonarte.Cedric se levantó lentamente, una sonrisa torcida en su rostro.—Perdonarme, dices. No necesito vuestro perdón. Con este poder, puedo ser más que un simple caballero. Puedo ser un rey.Thoren dio un paso adelante, su hacha brillando con la luz del sol.—No permitiremos que uses ese poder para hacer el mal. Esto termina aquí, Cedric.La tensión se palpaba en el aire mientras los tres hombres se preparaban para la batalla. Cedric, alimentado por el poder del fragmento, se movía con una velocidad y fuerza sobrehumanas. Sin embargo, la experiencia y la habilidad de Alaric y Thoren igualaban el campo de juego.El combate fue feroz y despiadado. Las espadas chocaban con una fuerza que hacía temblar el suelo, y las habilidades de combate de cada uno se ponían a prueba. Alaric y Thoren luchaban en perfecta sincronización, complementando los movimientos del otro.—No puedes ganar, Cedric —gritó Alaric, esquivando un golpe dirigido a su cabeza—. Esta no es la manera.—¡Cállate! —rugió Cedric, lanzando una ráfaga de energía oscura hacia ellos.Thoren bloqueó el ataque con su hacha, desviando la energía hacia el suelo. Alaric aprovechó la apertura y, con un movimiento rápido, desarmó a Cedric, haciéndolo caer de rodillas.—Es el fin, Cedric —dijo Alaric, apuntando su espada al pecho del traidor.Cedric, jadeando y con una mirada de odio en sus ojos, rió débilmente.—Tal vez... pero la oscuridad nunca se detendrá. Mordragon vendrá por vosotros, y entonces sabréis lo que es el verdadero poder.Con un grito de desafío, Cedric se lanzó hacia Alaric, pero Thoren fue más rápido. Con un golpe certero, abatió a Cedric, quien cayó al suelo, inmóvil.Alaric se inclinó y tomó el fragmento, sintiendo el poder palpitante en su mano. Miró a Thoren, con una mezcla de alivio y tristeza.—Hemos recuperado el fragmento, pero a un costo terrible. Cedric fue un buen hombre una vez. La oscuridad lo corrompió.Thoren asintió solemnemente.—Debemos seguir adelante, Alaric. Lyra necesita nuestra ayuda, y aún queda un fragmento por encontrar.Con renovada determinación, Alaric y Thoren emprendieron el regreso al castillo, preparados para enfrentar los desafíos que aún les esperaban. Sabían que cada paso los acercaba a la confrontación final con las fuerzas de Mordragon, y estaban dispuestos a luchar hasta el final por Eldoria.

El rey de la luz eternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora